jueves, 9 de agosto de 2018

Nuestros alojamientos en Japón


De hotel a hotel y alojándonos en un Ryokan: Nuestras estancia por Japón

Nosotros viajamos a Japón con todo el alojamiento reservado desde España, casi todo desde Booking. Empezamos a planificar el viaje, de eso se encargó Carlos que es fan de Excel y fue poniendo cuántos días íbamos a estar en cada ciudad, además de qué deberíamos ver, imperdibles de cada lugar. Sabiendo los días y la ruta qué haríamos empezar a buscar alojamiento, siempre cerca de la estación de tren. 

Empezamos por Tokio un hotel que desde el mapa parecía que estaba cerca de la estación y sí que lo estaba, porque sin maletas, como fue el caso, recién llegados y sin Internet, pudimos encontrarlo. El hotel era Horidome Villa la verdad es que no era nada del otro mundo, pero la ubicación nos gustó. Aunque, como ya contamos en el post de Tokio, la habitación era la más pequeña que habíamos visto nunca, y cuando nos trajeron la maleta ya ni la podíamos abrir, teníamos que pasar de lado para acceder a la cama, que era casi lo único que había y de armarios ya ni hablamos, porque eran inexistentes, no había. El lavabo, era como si fuera un armario, solamente cabía una persona y haciendo malabares, pero que la bañera no falte, aunque tengas que entrar haciendo equilibrios. Bueno, nos dimos cuenta que la leyenda esa de que en Japón los alojamientos son mini, no era tal leyendo, sino que era cierta e intentan aprovechar al máximo el espacio.

En Kioto estuvimos alojados en River East Nanajo que más que un hotel era un albergue, pero más bien parecía un apartamento, porque tenía: cocina, nevera, balcón, baño con televisión y una habitación con mesa y armario que era el doble que la de Tokio. La verdad es que nos encantó, por la tranquilidad, las comodidades que tenía y no estaba mal ubicado, estábamos cerca del famoso parque de los toriiis. Teníamos todo relativamente cerca. Además, de tener la oportunidad de descansar e incluso de cenar algo en la misma habitación, ya que había microondas y cocina.

En Osaka elegimos el hotel Shin Osaka, que tampoco estaba muy lejos de la estación de tren, aunque había una estación de metro más cerca, sí esa con el nombre más largo que jamás haya oído. Ese hotel no es que estuviera muy cercano a todo lo que queríamos visitar, pero si hay una parada de algún transporte, ya nos servía. Tampoco puedo valorar, como en  Kioto o Tokio, qué tal era, porque apenas estuvimos dos noches, pero ya sirvió para darnos cuenta que nada que ver con ninguno de los dos sitios anteriores. Más grande la habitación que la de Tokio era, pero nada que ver con Kioto. Las camas eran inmensas, como dos de matrimonio juntas, con el detalle del kimono y las zapatillas para descansar. Un lavabo pequeño, pero en el que no hacía falta hacer ningún espectáculo para entrar. Vistas a la calle, sin más, nada espectaculares, pero nada claustrofóbico. Armario tenía y estaba en la entrada, pero apenas deshicimos las maletas, no merecía la pena. En este hotel fue en el que notábamos olor a tabaco, y no éramos nosotros, sino que supimos que en algunas habitaciones se podía  fumar, y en los pasillos olía rancio, a tabaco, suerte que en la habitación no. 

En Hiroshima estuvimos alojados en un Ryokan, exactamente en Ikawa Ryokan que no estaba nada lejos del Parque Memorial de la Paz. Era una zona tranquila, en el que podíamos descansar, a pesar de que tuviéramos que dormir en el suelo, pero queríamos vivir la experiencia de dormir en uno de esos alojamiento s japoneses tradicionales de los que tantos nos habían habladdo. Fue bonita la experiencia, porque lo de estar pisando un tatami y dormir encima de un futón no es algo que suelas hacer. La habitación no era nada del otro mundo, pero el armario era bastante grande, hasta cabías dentro. El lavabo estaba separado del resto de la estancia, todo separado por esas puertas correderas que tanto me gustan y que sirven para aprovechar al mácimo el espacio. La habitación me pareció grande, pero todo después de lo de Tokio me parecía fantástico, y teniendo en cuenta que no había cama, solamnte una epecie de colchón individualk en el suelo, un futón, hacía que por las mañanas cuando nos despertábamos desde el suelo, todo pareciera más grande, sobre todo al llegar y encontrarnos el futón recogido, era una manera más de amortizar el espacio. Pero, todo lo teníamos tirado por el suelo, porque al no haber camas, los enchufes, los móviles, las mochilas, las maletas, todo al alcance de la mano. No cogimos el desayuno, ya que no entraba y era algo carillo, pero no hubiera estado mal probar uno de esos desayunos tradicionales japoneses. Sin embargo, optamos por encontrar un lugar cercano para hacer nuestra primera toma del día. Lo bueno, era la localización, cerca a lo más histórico, la tranquilidad y el transporte, tranvía, cerca para desplazarnos. Además de  poder vivir la experiencia de dormir al estilo tradicional.

En Fukuoka  ya fue otro cantar. Estuvimos en un hotel- apartamento, y aunque fuera solo para una, no valió la pena, ya que para mí fue un engaño, porque ponía que estaba cerca de la estación principal de tren, y lo único que estaba cerca de esa estación era la agencia, en la que te decían adónde tenías que dirigirte. Te daban un clave, y búscate la vida, estaba en la otra punta, suerte que sí que había una parada de metro cercana y gratuita con JRP. Además, de que cada dos pro tres notabas cómo pasaba el shinkansen, de hecho lo podías ver desde el balcón, pasando a toda velocidad. Por muy grande que fuera, no hicimos casi uso de ese apartamento, porque solamente lo habíamos cogido para dormir, e irnos al día siguiente al aeropuerto.
  
Sé que aparte de hoteles, albergues y Ryokan hay muchos más tipos de estancias, como por ejemplo: los famosos hotelsees cápsula, pero no vivimos esa experiencia, porque en la mayotría son individuales, y tienes que compartir baño. Ni me gusta la idea de compartir lavabo, ni la de dormir yo sola, ahí atrapada, sin maleta y si n compañía. No optamos por esa opción por eso mismo. Seguramente hay muchas más opciones y me gustaría saber qué más alojamientos concoéis de Japon y si recomendáis alguno en particular. Nosotros, sin duda de los que estuvimso nos quedamos con el de Kioto, aunque todos tenían algo especial, pero ese se llevó la palma, además de por el trato de la recepcionista, muy maja y sabiendo inglés, algo a destacar en un país en el que casi nadie habla el idioma de Shakespeare.
  
Os recomendamos ir con el alojamiento reservado, de hecho es uno de los requisitos cuando llegas a Japón, tener al menos el primer destino en el que vas a estar, ya que te lo solicitan en la tarjeta que tienes que rellenar al llegar al aeropuerto y pasar por control de inmigración. No sé si conocéis alguno de estos alojamientos que he mencionado, pero espero vuestras recomendaciones.

Ahora os dejo con la recopilación en vídeo de nuestros alojamientos por las diferentes ciudades que visitamos en Japón. Sin cortes. Con fotos y audiodescripción. Dándole un poco de movimiento a las letras.



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