domingo, 30 de abril de 2017

ESCAPADA AL PALLARS SOBIRÀ

ESCAPADA A AIGÜESTORTES

MINI VACACIONES
Esta Semana Santa solamente tuvimos los días festivos que había en el calendario laboral, sin embargo, aprovechamos que el Lunes era festivo en Cataluña y nos cogimos los 4 días siguientes que sumados a los días festivos, más los fines de semana, hacía el resultado de unas mini vacaciones. Teniendo en cuenta que el año pasado no nos salió muy bien la jugada de  volar en Semana Santa, a pesar de que los días fuertes ya habían pasado, no queríamos que ocurriese lo mismo con la aventura del año pasado.

EL SMARTBOX DE LA DESCONEXIÓN
Así que, aprovechamos que teníamos un smartbox que nos habían regalado hacía tiempo y reservamos un día de alojamiento para esa semana. Teníamos para elegir diferentes hoteles por toda Cataluña y escogimos uno que estaba por Lleida, más concretamente por la comarca del Pallars Sobirà, pre pirineo catalán. Nuestro hotel estaba en Baró, un pueblecito cercano a Aigüestortes, y como nunca habíamos estado en ese parque nacional, nos apetecía y visitarlo. Una gran oportunidad de escaparnos de la gran urbe de Barcelona, envolvernos en plena naturaleza y dar la bienvenida a la primavera.

LA ESCAPADA AL PALLARS SOBIRÀ
El martes 18 de abril nos deberíamos haber levantado más temprano, pero al estar de vacaciones, da gusto no tener una obligación, así que no salimos tan pronto como pensábamos. Y eso que en casa la más madrugadora es Kenzie que me despierta para que le dé el desayuno, así que yo y la peluda nos habíamos levantado temprano, pero entre unas cosas y otras, no salimos de casa hasta las 10 y pico. No teníamos prisa, nadie nos esperaba en el destino y lo importante era llegar.
Carlos puso en marcha el GPS del móvil y marcaba más de tres horas hasta el destino, más que nada porque no era todo autopista, sino que teníamos que ir por carreteras nacionales. A pesar de estar en Cataluña, casi era como si fuéramos a Navarra de lo lejos que nos pareció. Cuando llegamos al hotel Fonda Farré de lo único que teníamos ganas era de estirar las piernas. Una vez hecho el check-in nos fuimos a pasear por los alrededores, eso sí tomando antes un refrigerio para tomar fuerzas.  Dada la hora que era, casi la hora de comer, no tuvimos la oportunidad de caminar mucho, ya que nuestras tripas empezaban a reclamar comida.  

LA COMIDA
Antes de meternos en un restaurante, estuvimos paseando y notábamos el frescor en el ambiente, los pájaros cantando y el sonido del agua con fuerza, ya que había un río cerca. La ruta fue corta y con un objetivo, buscar algún sitio para comer bien. Carlos buscó en Google y le ofrecía un restaurante con muy buenas opiniones, fuimos en su búsqueda, pero cuál fue nuestra sorpresa, que al ser un día laborable estaba cerrado, solamente abrían los fines de semana. Barajamos otras opciones, una de ellas era nuestro hotel, que también contaba con restaurante, pero la rechazamos enseguida, ya que no nos apetecía volver tan pronto. Y finalmente, fuimos a otro restaurante cercano en el que sí que se notaba que estaba abierto, al acercarte se escuchaban los cubiertos resonar y eso era síntoma de que estaba en plena actividad. El restaurante Can Mariano nos ofreció un menú de comida catalana digna de admiración. Sí, sí, a veces sin buscarlo encuentras el sitio adecuado. Una vez escogimos los platos del menú, nos empezaron a llenar la mesa con embutidos catalanes, en el que no podía faltar la llonganissa y las butifarras blanca y negra. Pero, no es que nos pusieran un poquito en un plato, no, no, nos trajeron dos trozos de diferentes quesos, una llonganissa casi entera, dos butifarras, una de cada tipo, todo con una tabla y un cuchillo, para cortarnos a nuestro gusto, y así con el pan ir llenando el estómago que, aunque estuviera muy rica, no era cuestión de llenarlo al máximo, porque después vendrían el primero, el segundo, el postre. Y, cuando ya pensábamos que venía el primer plato, para sorpresa nuestra nos trajeron una ensalada, nos quedamos a cuadro y nos alegramos no haber pedido de primero una de ellas, porque si no… Casi con el estómago saciado, llegaron los primeros, me pedí un risotto de setas, que estaba buenísimo y Carlos unos canelones caseros de setas también. Todo estaba riquisímo. Nos quedamos muy gordos, y entre la comilona y el viajecito, estábamos bastante cansados, así que nos fuimos a descansar al hotel.  Además, teníamos que aprovechar de uno de los grandes placeres que no podemos disfrutar los días de cada día, la siesta, así que para celebrar que estábamos de vacaciones nos dimos una gran siesta para hacer bien la digestión.

SORT
Por la tarde cogimos el coche y nos fuimos a una población cercana, la más conocida en la comarca: Sort. Conocida sobre todo por la suerte que ha tenido durante los últimos años con la venta de la lotería en La Bruixa d’or, una administración de lotería que ha repartido suerte entre los habitantes de la población y otros tantos que han peregrinado hasta allí para llevarse algún décimo. Hubiera sido la oportunidad para comprar un número, pero nosotros nos pusimos a pasear siguiendo la fuerza del río del Noguera Pallaresa que se notaba que la época del deshielo había llegado y bajaba con fuerza. Notábamos frío en el rostro, mientras Kenzie deseaba tirarse al río, suerte que había una verja y no podía lanzarse, yo intentaba que me guiase de la mejor manera, pero me llevaba pegada a la barandilla, quizás para notar más el frescor del agua del río. Paseando y paseando, en busca de la famosa administración de loterías, nos encontramos con un amigo que daba la casualidad que estaba de ruta por ahí, ante la sorpresa, los abrazos y los saludos, nos pusimos al día y dejamos que fuera a descansar, se le notaba cansado después de un día de no parar. Nosotros seguimos nuestro curso y por fin encontramos la tienda de loterías, que no era gran cosa, era como la del barrio, no era grande, simplemente era una administración que había tenido la suerte de repartir fortuna en varias ocasiones. No pudimos comprar ningún número por la hora que era, ya que estaba cerrado. Seguimos adentrándonos por el pueblo, viendo la iglesia, y callejuelas escondidas que tenían su encanto. Sin embargo, no había mucha gente por la calle, el hecho de que fuera un día de cada día, quizás hacía que la gente se estuviera preparando para la rutina de la jornada siguiente.
Nosotros al estar de vacaciones anduvimos sin ir a ningún sitio en concreto. Nos paramos a tomar algo en una terracita, jugaba el Madrid y como que estar dentro del bar no nos apetecía mucho. A pesar del frío aguantamos como unos campeones, tapeamos un poquito y emprendimos el camino de vuelta en coche hacia el hotel. 

Bar cercano a la administración de lotería

DESCANSAR FUERA DE CASA
No dormimos demasiado a gusto, debe ser que nos hemos hecho mayores y notamos que como nuestra cama, aunque no sea la más grande del mundo, ni la mejor, es la nuestra y notamos diferencias, por no decir de la almohada que no satisfacía nuestro relax. Al día siguiente el mejor despertador del mundo, Kenzie nos despertó y nos pusimos en pie. Después de darle su comida y sacarle a dar su paseo matutino, en el que notamos que estábamos rozando el pirineo, entramos al bar del hotel para degustar nuestro desayuno. Cogimos fuerzas con embutidos  de la tierra y un café para acabar de despertarnos.  Cogimos todos nuestros bártulos y emprendimos la excursión hacia el Parque Nacional de Aigüestortes. 


PARQUE NACIONAL DE AIGÜESTORTES
Pasamos por diferentes pueblecitos, lo bueno de ir por la nacional es que vas pasando por pueblos que no duran ni un suspiro, vas viendo los carteles y descubriendo nuevos nombres y te planteas cómo será el gentilicio de esos pueblecitos, si vivirá mucha gente, cómo será la vida alí. Después de pasar por en medio de montañas, de dar vueltas y darnos la sensación que no llegábamos, una mujer nos dio un panfleto y nos dijo dónde debíamos aparcar. Habíamos llegado hasta el parking, ahora era el momento de dejar las cuatro ruedas y utilizar los pies.


PARQUE NATURAL
Carlos me leyó el tríptico informativo, en el que daban unas pautas a seguir: No acampar, recoger desperdicios, no hacer fuego, no llevar a las mascotas sueltas… y un seguido de indicaciones más. Kenzie no podría andar a su suerte suelta por el campo, como tanto hubiera querido, pero tenía una explicación, al ser un parque natural había otros animales que habitaban en el entorno, además de que con tanto estímulo natural se podía alejar demasiado y perderse. Eso sí, dejé el arnés en el coche, mucho no me iba a guiar y además iba con Carlos.

EMPIEZA LA AVENTURA
Así que los tres aventureros nos embarcamos en la montaña. Me alegré de haber llevado puestas las botas, porque al poco de bajar del coche nos dimos cuenta que todavía había nieve, sí, a pesar de estar en primavera había nieve. Empezamos a caminar y nuestro objetivo era llegar hasta el lago San Maurici, para ello teníamos que seguir las indicaciones que aparecían cada cierto tiempo por el camino. Al principio parecía muy fácil el camino, porque habían construido una pasarela de madera, según Carlos por si alguien va en silla de ruedas, que tuviera un camino accesible. 

SONIDOS MÁGICOS DE LA NATURALEZA
Los sonidos eran mágicos, los pájaros nos saludaban con sus cantos, había de todo tipo y de fondo el agua, sin duda, era lo que más se escuchaba. ¡Qué desconexión! Ni coches, ni motos, ni gente, nada de nada, había momentos, casi todo el rato que estábamos solos por el camino. Nos recordó a cuando hicimos el Camino de Santiago.

LA CAMINATA
Desde el parking hasta el lago había un cartel que marcaba 1hora 45 minutos, no tardamos eso, tardamos mucho más, porque cuando no nos parábamos a hacer fotos, era para que Kenzie oliera y si no, era porque el camino algo abrupto había que estudiarlo, pasando primero Carlos, después la peluda y después me ayudaban entre los dos, indicándome dónde tenía que poner los pies. Había veces que las piedras se movían y te resbalabas, algún que otro tropezón nos llevamos, no solamente yo, Carlos también. La única que esquivaba todo y saltaba como una cabra montesa era Kenzie, y eso que iba atada.

DISFRUTANDO CON KENZIE
En una ocasión, viendo que no pasaba nadie y que estaba todo controlado, soltamos a la campeona, también se merecía disfrutar del día, y al ver que había nieve y tiraba tanto hacia allí, no nos pudimos resistir y le soltamos un poquito, para que pudiera sentirse libre y jugar. Nosotros disfrutamos tanto como ella al verla tan feliz.


LA RUTA HASTA EL LAGO DE SANT MAURICI
Por el camino vimos varios grupos de niños, en esos momentos, dejábamos que pasase todo el mundo, ya que el camino era estrecho y después proseguíamos sin problemas. Parecía que el lago se había disipado y no íbamos a llegar nunca, Pero, cuando menos te lo esperas, ahí está el resultado, habíamos llegado. Pero, estaba todo helado, un frío helador nos dio la bienvenida al famoso lago. Habíamos superado la ruta sin ninguna caída y fue llegar, relajarnos, tirar un pie para atrás y no darme cuenta que había una piedra, suerte que no fue nada, pero…. ¡Menuda llegada! Suerte que ninguno nos caímos al agua, bueno, creo que no hubiéramos podido, porque estaba todo helado, aunque estaría con el deshielo, porque algún que otro pato estaba por ahí dentro del lago, estaría congelado, pero ahí estaba.

Lago Sant Maurici

RISAS Y RESBALONES
Después de descansar, cogimos aire y emprendimos la vuelta. Nos entraba mucha risa cuando teníamos que controlar los pies que intentaban pisar con firmeza el terreno, pero ante la nieve, el barro y las piedras, a veces parecía misión imposible. La vuelta se nos hizo mucho más ligera, en menos de lo que pensamos ya habíamos llegado al coche. No queríamos ni imaginar en las agujetas que tendríamos al día siguiente pero lo habíamos logrado. Ahora era el momento de buscar un sitio para comer.  

LA RECOMPENSA
Habían pasado las tres de la tarde, y no sabíamos si lograríamos encontrar algún lugar decente donde comer. No conocíamos la zona, pero queríamos comer por ahí, porque si ya nos poníamos en marcha para Barcelona, se haría muy tarde y sería poco probable encontrar algún restaurante que nos dieran algo. Finalmente, después de vueltas y vueltas acabamos en Valencia d’’Aneu, ya que el GPS nos había marcado un buen restaurante. Tal y como había ocurrido con la llegada a Baró, no nos fijamos en los horarios, y ya estaba cerrado. Así que anduvimos por el pueblo en busca de otro sitio, finalmente encontramos uno que era también hotel, y pudimos comer. Teníamos hambre después de tanta caminata. Comimos bien, pero lo justo, porque después tocaba coger el coche.

LA VUELTA A CASA
El camino a casa, como de costumbre se hizo bastante pesado. Kenzie que iba a mis pies se pasó todo el trayecto dormida, descansando de su gran aventura por la nieve. Yo iba de copiloto dando conversación a Carlos. Y, Carlos iba concentrado, pero con ganas de llegar a tiempo para ver el partido del Barça en casa. Finalmente, llegamos a casa contentos de la escapada, cansados y con ganas de repetir otra desconexión. 


miércoles, 26 de abril de 2017

10 Bocaditos de inspiración- Microcuentos-

10 MICROCUENTOS DEL 2017


Aquí una mini recopilación de algunos microcuentos que llevo hasta el momento. El año es largo, y aún queda más de la mitad de esos 365 días que componen el calendario, así que a medida que vayan surgiendo, espero poder compartirlos con vosotros por aquí., Muchos de estos #Microcuentos ya han sido publicados en la red social, Twitter, ya que me gusta, aprovechar el momento de inspiración y plasmarlos por ahí, pero ahora el momento de trasladarlos a la maleta.

Espero que os gusten y os inspiren… ¡Disfrutadlos!

1 • Abrió su libro en blanco y con la tinta de su imaginación y sus pasos, fue la mejor novela de su vida.   

2• Esas gotas de lluvia eran cómplices de su tristeza, se llevaban sus lagrimas, dándole alas de libertad. 

3• Tropezaba. Resbalaba. Caía. Le dolía. Tardaba, pero se levantaba, porque debía continuar caminando bajo la lluvia..

4• Sin ataduras: Bailó sin cesar, como aquella peonza que supo liberarse de aquella cuerda que le oprimía.

5• Dibujó, planificó, pero cuando tuvo que actuar se le rompieron todos los esquemas.

6• Aquellas marionetas se amaban, hasta que el destino cortó sus hilos y se derrumbaron, dejando de bailar al son de un solo corazón.

7• Bebía cada instante, como si fuera la última gota. Cada trago le hacía sentir vivo, aunque a veces supiera amargo.

8• Cansancio: Recibe el bálsamo que necesitas después de un día agotador, tras un buen abrazo, aunque sea ese que te da la cama.

9• Abrió el álbum por la última página, era un retrato de ella misma, no se reconocía, pero sonreía de ver ilusiones vividas.

10• Salpimentó su vida con viajes y aventuras, la endulzó con momentos y recuerdos que le acariciaban como una brisa marina.

martes, 25 de abril de 2017

2 años Saboreando Libros

Saboreando libros, un placer de no solo un día


Ayer fue el día internacional del libro, 23 de abril, día de Sant Jordi: una fiesta cultural, donde los libros, los autores, lectores y rosas se unen para celebrar el día del libro. Una buena forma de dar la bienvenida a la primavera, saliendo a la calle con el aroma de flores, de libros y de historias por descubrir. No debería haber solo un día para sentir con tanta intensidad una fiesta tan cultural. Según dicen es el día que más libros al año se venden, una pena que solamente se aun día, pero si sirve, para acercar la lectura a los más ajenos a ella, bienvenido sea. 

Leer es un placer, un mundo al conocimiento, al entretenimiento y sobre todo enriquece culturalmente, descubriendo nuevo vocabulario, y haciendo que la imaginación juegue un papel muy importante.


En 2015 se me ocurrió crear un grupo en Facebook llamado Saboreando Libros, un grupo del que os he hablado en otras ocasiones, que permite recomendar, sugerir, preguntar todo acerca de lecturas. Una buena manera de poner en común tu gusto por la literatura con otros usuarios que también disfrutan abriendo un libro y adentrándose en mil historias y aventuras. 

Desde que empezamos en esa red social hemos ido haciendo diversas lecturas en común, con la idea de leer un mismo libro a la vez, cada uno a su ritmo y con su método, pero ir compartiendo impresiones. En algunas ocasiones se han apuntado más personas, en otras no tantas, pero al fin y al cabo nos hemos reunido, para dar nuestros puntos de vista. Empezamos en julio de 2015 con Nada de Carmen Laforet  y hemos continuado con  

A pesar de que ya son 10 lecturas en común las que llevamos en Saboreando libros, espero que haya muchas más, con participación y sobre todo compartiendo en conjunto nuestras impresiones. A veces es complicado, porque por falta de tiempo, la gente no puede unirse al evento y participar, además cada uno lleva un ritmo diferente, según su rapidez en la lectura. En otras ocasiones, sé que hay personas que se leen el libro, pero les da reparo dejar sus comentarios. De todas maneras, disfruto mucho con la preparación de la lectura en común, proponiendo libros, reuniendo todas las lecturas sugeridas y con la emoción de los votos. En ocasiones, los votos se decantan por un libro al que tú no has dado tus votos, que no te llama mucho la atención, pero ahí radica la sorpresa de encontrarte con libros que por ti mismo no leerías, pero que el azar hace que te reúnas con otas personas para compartir opiniones sobre ese libro.

Espero que tengamos la oportunidad de disfrutar de muchas más lecturas juntos. Recomendando lecturas, dando opiniones, y al fin y al cabo leyendo, porque leer es vivir. Por muchos más años, más lecturas y a seguir saboreando libros.

Sin duda, deseo que el día internacional del libro, no se quede en tan solo un día, pero ya que  se conmemora por todo lo alto, espero que os cayese algún que otro libro, para sumergiros y degustar buenas historias por descubrir. Yo desde ayer tengo unos cuantos libros preparados  para ser devorados, con ganas de que me dejen buen sabor. Ya os contaré. 

Desde aquí, ya que celebramos 2 años de Saboreando Libros quiero hacer una mención muy especial a todos los saboreadores, miembros del grupo, que están ahí al pie del cañón, dando opiniones, escribiendo y uniéndose a las lecturas con tanta ilusión como yo. ¡Muchas gracias a todos!  Sin vosotros no sería posible seguir saboreando libros en conjunto.  Animo a todos aquellos que tengan pasión por la lectura, que se unan, seguro que tienen mucho que aportar.


¡Felices lecturas!  

sábado, 15 de abril de 2017

La Semana Santa y su cambio de fecha en el calendario

¿Por qué cambia de fecha cada año la Semana Santa?

Muchos son los que desde que empieza el año están esperando a que llegue la Semana Santa, ya sea porque son muy devotos, porque quieren ir de fiestas o simplemente porque son un paréntesis en el calendario laboral. Pero, unos años cae antes, cae en marzo y otros en abril, casi que hasta que no tenemos delante el calendario laboral, no sabemos en qué cae.

¿De qué depende que caiga en un mes u otro?  
La Semana Santa empieza el primer domingo de luna llena de la primavera. Es por eso que cada año va variando, dependiendo de las fases lunares. Si el plenilunio cae en domingo, no empezará la Pascua hasta el siguiente domingo.
La más temprana el domingo 22 de marzo. La mayoría de las veces, la Semana Santa cae durante la primera semana de abril.  


Creo que a pesar de saber que empieza la Semana Santa con la primera luna llena en el domingo del equinoccio primaveral, creo que seguiré prestando atención al calendario laboral, porque yo no soy muy de números, además de no estar muy atenta a las fases lunares. Por suerte, hoy día existen calendarios con fases lunares, incluso ya te marcan los días festivos, así que no es muy complicado. 

De todas maneras, si queréis tener previsión y queréis saber en qué caerá la Semana Santa en futuros años, aquí os dejo una web que calcula en qué caerá la próxima Pascua hasta 2490, así que solamente tenéis que introducir la fecha que os interese y ya sabréis si caerá a finales de marzo o abril.


¿Cómo vivís la Semana Santa? ¿Aprovecháis para viajar? ¿La vivís con intensidad? Hagáis lo que hagáis, disfrutadla. Y si este año no tenéis oportunidad de hacerlo, ahora ya tenéis un calendario para tener previsión de futuro y pensar qué haréis en la próxima Pascua.  


domingo, 9 de abril de 2017

EL MUNDO DE LOS PODCASTS

PODCAST


Desde hace un tiempo a esta parte me ha dado por escuchar podcast. No es que sea una afición nueva, porque llevo años escuchándolos, pero va por épocas. Por ejemplo, este mes no ha caído en mis manos ningún libro que me atrapase, más que nada, porque no he prestado atención a ningún libro, y eso que tenía ganas de releerme alguno, sin embargo he optado por escuchar podcast. Me he dado cuenta que en el tiempo que llevo escribiendo en el blog, nunca os he hablado de los podcast y son tan interesantes como los libros, un gran pasatiempos que te ayuda a descubrir muchas curiosidades. Además creo que en una maleta como esta hay más que sitio para los podcast, y si vas a realizar un viaje siempree puedes llevar alguno de ellos, porque apenas ocupan y puede ser una buena manera de que el tiempo de un viaje largo pase más ameno. Puede ser una opción B a los libros, a pesar de que hay podcast en los que puedes también escuchar libros.

Ahora os contaré  qué son los podcast

Podcast proviene de la palabra ipod y broadcasting, este término lo utilizó por primera vez un periodista británico en el diario “The Guardian” donde contaba lo fácil y económico que era producir un programa de radio en línea y que todo el mundo pudiera acceder a los contenidos siempre que lo desease, además de que tanto emisor como receptor podían tener un feedback de lo que se había emitido.

¿Dónde escuchar podcast?
 Imagino que debe haber muchas plataformas donde poder escucharlos. Sin embargo, os contaré las que yo conozco:
               •Podcasts es una aplicación para IOS en el que puedes escuchar tanto  podcast como vídeos de diferentes temáticas. Puedes elegir por temas, puedes suscribirte y puedes descargarlo para escucharlos sin conexión a Internet. Éste fue uno de los primeros que descubrí, ya que me venía en el Iphone y la verdad es que gracias a esta aplicación empecé a aficionarme a los podcast, ya que podía escuchar programas de radio que no había podido escuchar en su hora de emisión, así que era como acceder a una biblioteca de audios, en el que fuera la hora que fuese podía escuchar lo que quisiera.

Ahora también sigo teniendo la aplicación, pero me he vuelto más fan de esta otra plataforma, que también llevo en el móvil y es…
• Ivoox es otra aplicación que descubrí gracias a una amiga. Al principio al tener la otra app era un poco reacia a tener otra tan similar, pero al poco comprendí que poco tenía que ver. Me encanta, puedo descargar muchos audios, puedo suscribirme a todos aquellos podcast que me resultan interesantes. SI quiero puedo hacer que se reproduzcan siguiendo un orden, que una vez escuchados se eliminen, y sobre todo el hecho de poder utilizarlo sin conexión a Internet te da mucha más libertad. Si quiero puedo estar en modo avión, ya que lo he utilizado estando en el avión, y poder estar escuchando podcast. Me gusta quizás más esta plataforma, porque he encontrado mucha más variedad y muchos más audios que en la otra aplicación, además de poder compartirlos con quien yo quiera.

Top 5 podcast

Ahora os voy a enumerar unos cuantos podcast que me gustan, a ver si los conocéis. No los pongo en ningún orden en concreto, simplemente según me van viniendo a la mente. De todas maneras, agradecería comentarios, para saber si vosotros también sois usuarios de estas plataformas y qué podcast escucháis o por el contrario si queréis dejar el vuestro, y así lo descubrimos. 

Ahí van los podcast que más escucho…
2-     Sobre Perros
5-     Documentos RNE    

Ahora espero los vuestros y así descubrir nuevos podcast. No os he explicado de qué van, pero sí que si clicas encima te lleva justamente a la página de ivoox y hay una pequeña descripción, además son muy intuitivos, porque creo que casi todos los que he puesto, ya que con título te puedes hacer una idea de qué van, pero si tenéis dudas o queréis saber más sobre alguno de ellos o preguntarme por qué los escucho, aquí estoy. Espero que os resulten tan interesantes como a mí.


domingo, 2 de abril de 2017

¿Qué día de la semana te gusta menos?

LOS DOMINGOS 


No me gustan los domingos. En realidad nunca me han gustado. El domingo es el último día de la semana, o según como se mire el primero, pero para mí es el último se acaba una jornada, en la que has podido disfrutar más o menos, pero en la que, al menos en mi caso, no has trabajado, pero al día siguiente… viene el lunes. Hay mucha gente que está con humor de perros el lunes, pero no es mi caso, me gustan los lunes, porque es el inicio de una nueva semana y gusta afrontarlo con una sonrisa.
Sin embargo, los domingos, para ser más concreta los domingos por la tarde noche, mi ánimo empieza a decaer, no sé si porque sé que al día siguiente es lunes y volvemos a rutina de madrugones y andanzas laborales, o más bien porque se acaba lo bueno y te das cuenta que no lo has aprovechado como querías, o que lo has disfrutado tanto que todo tiene un fin y ese fin está por venir en ese domingo a la tarde, en el que tienes que empezar a preparar las cosas para el día siguiente, no te puedes ir a dormir muy tarde, pero no puedes dormirte, porque estás muy descansada, o bien por el contrario estás tan cansada que tienes miedo de que al día siguiente ni oigas el despertador.

Nunca me han gustado los domingos, porque no he sido de seguir al pie de la letra el refrán de: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, y ya me veis el último día del fin de semana haciendo los deberes para el lunes, sí, como siempre a última hora y odiando que hubiera llegado el domingo, para acabar todo a tiempo, casi siempre por la noche y mirando en el horario qué me tocaba a primera hora.  Los domingos tenías que irte a dormir temprano después de que el fin de semana se hubiera hecho corto y que tuviera que estar estudiando o haciendo los deberes que tenía para el lunes. 

Los domingos hasta me parecen tristes, por la tarde-noche, casi todo el mundo ya está refugiado en sus casas, pensando que al día siguiente la rutina les acompañará. Podrá haber sido un día muy soleado, lo habrás podido disfrutar estando fuera de casa, pero cuando llega la tarde, sabes que tienes que tener todo listo para el día siguiente. Es como el final de algo bueno, de un paréntesis que se cierra y deja paso al lunes.

¿A vosotros os gustan los domingos? ¿os gustan menos los lunes? ¿cuál es vuestro día favorito de la semana?
Quizás no tenéis preferencia, porque no os basáis en que un día se denomine lunes, jueves o domingo, simplemente lo vivís y en función de cómo haya ido será buena o malo, sin que tenga que ver cómo se llame ese día, y la personas que penséis así está muy bien visto, porque no tiene nada que ver. Sin embargo, aunque hoy se llamase de otra manera, que no es el caso, seguiría sin gustarme, porque no me gustan los domingos: último día de la semana. No me gusta terminar, me gusta empezar, y no es que el lunes sea mi día predilecto, pero no me desagrada. Sin duda, un viernes dibuja sonrisas, así que sin decir nada más, ya os he dicho mi día  favorito, para ser más concreta la tarde noche del viernes. Las dos vertientes están aquí reflejadas el domingo al atardecer y el viernes por la noche, son dos contrastes para mí.

Por supuesto, habrá viernes que hayan sido una pena, que esté destrozada y que no haya sido un día fabuloso. Por el contrario, seguro que he vivido domingos que ni me he dado cuenta que era domingo, que lo he disfrutado, sin darme cuenta que la noche ya había llegado, sin que la tristeza se apoderase de mí, más que nada, porque hay veces que no hay tiempo para pensarlo. 


En líneas generales, no me gustan los domingos. ¿Y a vosotros?