sábado, 31 de diciembre de 2022

Vuelo 2022

Vuelo 2022 destino 2023 

Avión de papel



Embarcamos en 2022 aún con restricciones por una pandemia que no termina nunca, y que cuando parecía que sí; nos sorprendía con otra variante y otra oleada de casos paralizaba nuestras vidas. Sin duda, a nivel personal; cuando hacía 13 días del 2022  tuve que decir un hasta pronto muy doloroso a Kenzie. Aún al recordarlo miles de agujas se me clavan en el alma. Quiero pensar que hicimos lo mejor en sus casi 14 años de vida y tomando una de las decisiones más duras de mi vida....sin embargo, es inevitable que nos acordemos de ella. No tan solo fue mi primera perra guía, sino que sabía dejar huella con su carácter y su empatía. Me quedo con haber tenido el placer de haberla conocido, y sobre todo quiero pensar que algún día nos volveremos a juntar todos. 

Los meses fueron pasando, sobrellevando la falta de la peluda y sorteando la tristeza. Siguiendo adelante por el resto de peludos, por nosotros y porque quienes nos han dejado así lo querrían. Además quedaban muchas más sorpresas para este año que hoy despedimos.  Y es que llegaba el momento de dejar de lado el vértigo, cogernos de la mano y aventurarnos en otro viaje juntos, Carlos y yo. En esta ocasión era un vuelo, en el que juntos dejamos de fumar, y nos apretamos el cinturón para volar bien alto durante 9 meses: un vuelo con destino a la maternidad. 
Y sí, hace justamente 14 días llegamos a nuestro destino: Aday. Un mundo nuevo, lleno de ilusión, en el que poco a poco vamos a ir conociendo a una personita que hace que todo tenga una mirada diferente. 
Así pues, si acabamos el año volando bien alto y aterrizando en esta nueva realidad que es ser padres; el nuevo año 2023  no puede tener aires desfavorables; porque solo deseamos salud para seguir agarrados de la mano, conociéndonos y descubriendo mundo pasito a pasito. 
Feliz año a todos! Deseando que se cumplan los mejores deseos. Apretaros bien el cinturón y atreveros a volar y soñar...aunque de vértigo a veces merece la pena volar bien alto...aunque a veces haya retrasos y parece que nunca vayamos a despegar...pero todo llega. 

Mano de bebé agarrando dedo de su madre