20 Expresiones con la palabra GATO
Este año 2017 aún no me había estrenado con ninguna entrada
sobre Dichos populares, expresiones o refranes, como las que realicé el año
pasado:
Y, hoy, sin venir a cuento, he recordado un par o cuatro de expresiones populares que utilizan la palabra gato, y utilizamos en nuestro uso diario. ¿Por qué me ha
venido a la cabeza el animal gato y no el de otro animal? Pues, lo cierto, es
que no lo sé, pero de refranes, dichos populares y expresiones tenemos hasta la
saciedad, así que he preferido centrarme en el animal felino y dejar a los
otros animales que tenemos en el repertorio para próximas entradas. Así que
vamos a ello, a ver cuál de estas expresiones has escuchado con más frecuencia,
cuáles has utilizado y cuáles no te suenan de nada. Por supuesto, si sabéis más
expresiones, refranes, frases o dichos populares que contengan la palabra gato,
espero vuestras aportaciones.
REFRANES Y DICHOS POPULARES CON LA PALABRA GATO
1-
Aquí hay gato encerrado: Utilizamos esta expresión con frecuencia,
cuando sabemos que nos están escondiendo algo, que hay más de lo que nos
quieren hacer entender. Sin embargo, para entender esta expresión veremos
una de las acepciones que aparece en el significado de gato en el Diccionario
de la Real Academia Española. Gato:
7. m. Bolso o talego en que se guardaba el dinero.
Gracias a este significado,
sabemos que gato es un bolso o monedero, donde guardar dinero u objetos
preciados.
Origen: Actualmente
ese significado de bolso como gato no se suele utilizar, pero en épocas
pasadas, sobre todo si nos remontamos al Siglo de Oro sí que se utilizaba como
tal. Así que era frecuente que ladrones utilizasen la expresión cuando entraban
en una casa a robar para indicar que había dinero, diciendo:
“¡Aquí hay gato encerrado”
tanto para referirse al bolso, monedero o dinero en sí.
2-
Dar gato por liebre: En muchas ocasiones habremos
escuchado,
o incluso utilizado la expresión “Dar gato por liebre” cuando nos
hemos sentido estafados y nos han engañado de forma deliberada. El origen
de esta frase se remonta a épocas pasadas, cuando las posadas tenían fama de no
ofrecer a la clientela una carne como: conejo, cordero o ternera, por la que se
supone que estaban pagando y en cambio les daban gato. Recuerdo que mi
abuelo me contaba que durante la Guerra Civil Española se pasaba mucho hambre,
y que una vez sus amigos le engañaron: ofreciéndole un trozo de carne que
acababan de cocinar, él enseguida se lo metió en la boca, y entonces todos
empezaron a maullar, y se dio cuenta de la artimaña, pero al menos le sació un
poco el apetito.
3-
De noche todos los gatos son pardos: Esta frase se
utiliza cuando no sabemos distinguir con claridad a alguien o alguna cosa.
Cuando utilizamos la palabra: “pardo” que significa marrón, que no es ni negro,
ni blanco, no se puede diferenciar. En esta ocasión se decía que sobre todo en
la ciudad de Madrid, cuando todavía no era gran urbe y sí una aldea sin una
iluminación como la de hoy día, cuando llegaba la noche y todo se volvía
oscuro, se decía que por la noche todos los gatos son pardos, ya que a los
ciudadanos de Madrid se les denominaba gatos y al no haber luz, no había manera
de distinguir entre un vecino u otro, todos eran iguales, sombras a la luz de
la noche.
4-
Llevarse el gato al agua: Se dice que quien consigue llevarse
el gato al agua es porque consigue una hazaña difícil que persiguen muchos. El
origen de este dicho es incierto, pero según Covarrubias proviene de un juego
antiguo. Ese juego consistía en que en la orilla de un río los muchachos
intentaban meter a un gato al agua, y se dice que ganaba quien se llevaba el
gato al agua, misión complicada, ya que el felino se defendía con uñas y
dientes, para no acabar dentro del río.
5-
Haber cuatro gatos: Cuando hay poca gente en un
establecimiento se dice: “Aquí hay cuatro gatos” Esta frase viene de un local
de Barcelona llamado “Els Quatre gats” que era muy popular en la época
modernista, porque reunía a grandes intelectuales que hacían tertulias
culturales e intercambiaban opiniones. Ese círculo de intelectuales era muy
reducido, y entre que el lugar se llamaba “Los cuatro gatos” y no estaba muy
masificado de ahí viene la frase que utilizamos con frecuencia cuando vamos a
un evento y vemos que no está muy lleno.
6-
Buscarle los tres pies al gato: En realidad esta frase ha
llegado a nuestros tiempos muy cambiada, ya que originalmente y además con
mucho más sentido, se decía: “Buscarle los cinco pies al gato”, sin embargo,
como sucede en muchas ocasiones, con el paso del tiempo y el boca oreja ha
llegado a nosotros de esta manera. Lo utilizamos cuando queremos reprobar la
actitud de alguien que ve problemas o inconvenientes donde no los hay. Siempre
hay alguien que intenta ver problemas donde no los hay, es como quien busca los
cinco pies o los tres pies al gato (aunque, por supuesto, tiene más sentido
buscarle los cinco pies al gato, ya que no tiene y como tiene cuatro patas,
tres pies sí que le puedes encontrar, aunque realmente sean patas).
7-
Te ha comido la lengua el gato Esta expresión se suele
utilizar más con niños, cuando no quieren hablar se les suele decir si se les
ha comido la lengua el gato, y en muchas ocasiones, en las que me incluyo, ante
la pregunta del curioso sacaban la lengua en acto de protesta, para reivindicar
que su lengua está ahí, pero que no quieren hablar. El origen de esta expresión
es un poco incierto, ya que mirando por Internet, he visto que hay varios:
Uno
de ellos se remonta a la Edad Media, cuando a los ladrones se les cortaba la
lengua. En otras culturas se les cortaba las manos, para que no volvieran a
robar. Sin embargo, en otras la lengua, y después esa lengua eran manjar de
gatos.
El
siguiente origen es mucho más antiguo y proviene de Siria, cuando alguien
cometía algún error y se convertía en un malhechor para los ojos del Rey, éste
mandaba que lo matasen y la lengua se la servían al gato del Rey.
Y,
sin ir tan lejos, cuando la peste bubónica afectó a mucha población. Ésta
fallecía casi siempre por problemas respiratorios, por tanto morían con la boca
abierta. Y ahora viene lo más truculento del asunto: eran devorados por ratas y
gatos, que al ver la boca abierta y en busca de alimento, se encontraban con la
lengua del fallecido.
He
leído por los lares de Internet que también se utilizaba en alta mar, cuando
algún marinero hablaba mal o contaba algo que le había confiado su capitán, era
mandado a la máquina de los nueve colas de gato, un instrumento de tortura. Este instrumento de tortura era una especie de látigo con nueve cuerdas que servía para azotar también a los esclavos en otras épocas.
8-
Tener 7 vidas como un gato: Seguro que en más de una
ocasión habremos escuchado decir que los gatos tienen siete vidas, y no es por
otra cosa que porque se cree que siempre, caigan desde donde caigan, caen de
pie, con las cuatro patas. En cierta medida es cierto, porque son equilibristas
por naturaleza, gracias a sus bigotes y a su cuidado, pero no siempre, y sobre
todo depende de la altura y la caída, no siempre sobreviven. Pero, este dicho ha
llegado hasta nuestros días, cuando una persona es patosa o tiene muchos
accidentes, se le suele decir que parece de goma, o que no pasa nada porque
tiene siete vidas como los gatos. Pero, ¿Por qué se dice siete vidas y no seis
o tres? Pues, es bien sabido que en nuestra cultura el número 7 está
relacionado con la buena suerte, es por ello que tener buena suerte equivale a
tener 7 vidas como un gato.
9-
Llevarse como el perro y el gato: Cuando dos
personas no se pueden ni ver, porque siempre que lo hacen acaban en trifulca
más que asegurada, se suele utilizar esta expresión, ya que es sabido que
los perros y gatos son animales totalmente opuestos. Además no porque sean
diferentes, pero no suelen tener mucha afinidad entre ellos.
10-
Cierra la puerta que se escapa el gato: Esta frase se utiliza en situaciones prácticas, para decir que alguien
cierre la puerta. Seguro que en más ocasiones si te has ido de algún sitio sin
cerrar la puertas, tras de ti has escuchado lo de cierra la puerta que se
escapa el gato. No sé realmente de dónde viene esta frase, quizás de lo
pueblos, ya que es común que los animales domésticos anden a sus anchas, y
claro si no cierras una estancia, puede salir a su libre albedrio. Si alguien
sabe realmente de dónde proviene esta expresión, estaré encantada de escuchar
el origen.
11-
Gato escaldado, huye del agua fría: Se sabe que cuando alguien se quema va con más cuidado al acercarse al
fuego. Esta expresión la habremos escuchado cuando, por ejemplo: Un niño
después de decirle mil veces que no toque la estufa que se puede quemar, un día
se atreve a tocarla y se quema, entonces es cuando es fácil utilizar esta
expresión, porque tras los llantos y el dolor, nunca más volverá a meter los
dedos. Quizás esta expresión viene de lo poco que a los gatos les gusta el
agua, y si encima es caliente y ha tenido la experiencia de escaldarse, huye en
cuanto ve un barreño con agua.
12- Si el gato no está en casa, los ratones bailan sobre la mesa:
Si
un adolescente se ve liberado de sus padres y ve que la casa puede ser suya y
puede montar un buen sarao, se podría decir que se libera de sus cautivos y que
es libre para montar una fiesta. Ocurre lo mismo con los ratones que cuando ven
que el gato, su cazador nato por excelencia, no está, pueden salir, bailar y
sentirse libres en casa. 
En ocasiones cuando alguien quiere parar los pies a alguien, porque está preguntando
demasiado, hasta llegar a temas que puede que no sean de su incumbencia, es
frecuente escuchar este refrán.
14-
Gato con guantes no caza ratones: Esta expresión no sé de dónde proviene, simplemente que es un refrán popular
que sirve para criticar a aquellas personas que se arreglan demasiado para
trabajar. Significa que por muchos adornos que te luzcan, a veces pueden
innecesarios para realizar y ejecutar de forma correcta tu cometido.
15-
Cara de beato y uñas de gato: Hay veces que nos
encontramos con santos, benditos y, en definitiva con beatos, que parecen que
no han roto un plato en su vida, hasta que sacan el carácter y atacan como
nadie. Esta expresión se podría equiparar a: “Los modositos son los peores”. Y
es que a veces, la apariencia de ser un santurrón no quita que tras la bondad
haya un carácter afilado como las uñas del gato.
16-
Defenderse como gato panza arriba: Los gatos cuando se ven acorralados y en peligro se colocan de tal manera
que protegen a su espalda y sacan sus uñas, para atacar a su agresor. No por
ello significa que una persona se vaya a poner con la misma postura, pero sí
que para defenderse de algún agravio, sacará sus garras y todo su ímpetu, de
igual manera que haría un gato.
17-
Ponerle el cascabel al gato: A veces nos encontramos ante
situaciones complicadas, con problemas que
resolver. Hay veces que muchos proponen para encontrar una solución, pero a la
hora de actuar es cuando aparece la típica frase de: “¿Quién le pone el
cascabel al gato?” Así que “Ponerle el cascabel al gato” sería arriesgarse y
actuar ante una dificultad, para lidiar con el problema.
18-
Aterrizar con los pies como un gato: Se sabe que los gatos siempre caen con las cuatro patas. Así que si
alguien va a caer y tiene una buena caída, se podría utilizar esta expresión,
para definir una estupenda caída, más bien un aterrizaje como haría un gato,
apoyando las cuatro patas.
19- Tener
más vidas que un gato: Este dicho es parecido al de tener 7 vidas
como un gato. Se sabe que los gatos suelen caer de pie, son cuidadosos,
silenciosos y se libran de muchos accidentes, es por ello que se suele decir
que tienes más vidas que un gato cuando te libras de muchos accidentes en los
que podrías haber acabado malherido. Esta expresión proviene de una fábula escrita en el Siglo XIII y que aparece
en “El libro de los gatos” de Odo de Sherington. En esta fábula se
cuenta la historia de unos ratones que discuten cómo poner fin a las matanzas
que sufren su colectivo por los gatos. Aparece la solución: ponerle un cascabel
al gato. Todos los ratones están de acuerdo es una manera de atajar más
muertes, ya que sabrían en todo momento dónde estaría el felino. Sin embargo, a
la hora de ir a ponerle el cascabel al gato, nadie se muestra voluntario para
actuar.
20- No
tirar el gato en el jardín de nadie: Sinceramente, no he escuchado este refrán con anterioridad, tampoco sé su
origen, pero sí el significado. Cuando alguien te diga que no tires el gato en
el jardín de nadie, querrá decir que no hables mal de nadie. Si alguien ha
escuchado este refrán y puede aportar
más información, será más que bienvenida.
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