miércoles, 28 de diciembre de 2011

The third Kenzie’s Christmas with us


NAVIDAD

Pues sí, como dice el título del post, son las terceras Navidades que pasamos con Kenzie. Desde el 11 de Marzo que conocí a Kenzie y mi vida cambió positivamente ya han pasado tres Navidades. El tiempo pasa volando.

Para Kenzie, mi perra guía, las Navidades son como una época del año normal para ella. Ella debe notar que las cosas son diferentes, porque nos reunimos en casas ajenas, casas que ya conoce, pero con mucha más gente, más alboroto y mucha olor a comida a su alrededor. Se debe quedar sorprendida que estemos hasta horas intempestivas despiertos y fuera de casa, fuera de su cama. Sin embargo, se comporta muy bien, aunque si ve alguna miga o algo a su alcance no desperdicia la oportunidad de ir a por ello, tonta no es.
Ella es el centro de atención, y no es para menos. Eso sí, ya tengo a todo el mundo controlado para que no loe den nada, y si no ya sé loo que tengo que hacer ponerle la correa, porque hay gente, familiares, que por mucho que les explique que ella tiene su propia comida no hay manera de que lo entiendan y si pueden darle algo lo harán. Siempre ponen la excusa de que por darle un poquito no pasa nada, que un día es un día o que le mira con cara triste y que debe tener hambre. Hambre debe tener porque es un perro y siempre tiene h es su cara y su afán por manipular a la gente y que así caigan algo, ella se sabe todos los Trucos.  Pero, en fin, como ya lo tengo controlado no me preocupa. Además, que tampoco es que esté  pidiendo, pero claro, si la provocan, le llaman y le ofrecen no hará un feo.  Este año, en las  comidas, encuentros familiares, que hemos tenido sé que no ha comido nada que no le tocase, ya que la he controlado tanto a ella como  los que ya tengo  enseñados.

La verdad, es que quién me iba a decir a mí que iba a estar tan bien acompañada en estas fechas, no es que  lo esté solamente  en esta época del año, ya que afortunadamente, gozo de su  compañía durante  todo  el año. Sin embargo, el   hecho de que  estemos toda la familia reunida y ella forme parte de la familia me hace mucha ilusión. .

 En cuanto a nosotros el contraste entre el año pasado y este se nos hace peculiar.  El año pasado, estuvimos pasando estas fiestas fuera de casa, lejos de los nuestros, en Dublín, y  la familia que nos rodeaba éramos nosotros mismos: los tres (Carlos, kenzie y yo). El hecho de estar los tres juntos nos unió unió, si cabe aún más.  Este año se nos hace raro, entre comillas, el ir de aquí para allá y estar con tanta gente y tanta comida, que acabas que ya no puedes comer más. Así q han sido todos los  años, así que  lo que ha sido  raro, diferente, fueron  las navidades del año pasado, no estas o las de otros años.  Pero el hecho de que el año pasado, no h hubiera tanto protocolo, no hubiera tanta gente, no hubiera gambas ni cosas  típicas de Navidad no hicieron que  fueran peores, simplemente  diferentes.  
Este año, me hace mucha ilusión  estar con  los nuestros,  mi s padres uy familia. Aunque este año es mi prima porque, Eva, la que esta viviendo sus navidades atípicas, diferentes, fuera de casa. Ella está cerca de donde estábamos el año pasado nosotros, está en Londres, y seguro  que piensa como yo, o ya lo  hará, ni mejores, ni peores, diferentes. Aunque reconozco que  se le echa en falta y me gustaría que estuviera con  nosotros.  Parece que cada año faltamos uno de  nosotros, pero espero  que si cada año tiene que faltar alguien sea por motivos de vivir una experiencia  fuera del país y no por otro motivo.



Este año la N el día de Noche Buena estuvimos en casa de mis tíos Jaime yo Amparo- padres de Susana y Eva-la peque que está en Londres- . Así que si yo la noté  en falta, no quiero imaginar como llevarían la procesión por sus padres  por dentro, eso me hace pensar que  el año pasado mis padres también, y lo sé, nos debieron echar en falta.,   Pues resulta que ese mismo día  mi abuelo decidió  que no venía a casa de mis  tíos, mi abuelo es por parte de madre s y mis tíos son parte paterna. Pero de todas maneras se conocen y  por supuesto estaba invitado y  todo el n mundo, yo también, daba por  hecho que vendría. Pero el  hombre, que le da igual lo que piensen y que sea navidad, decidió quedarse en casa, se pusieran como se pusieran mis padres, dándole igual todo. Él quería cenar  en casa tranquilito, sin jaleo  y sin gente estando solo. A mí, me  ha molestado un poco, pero  soy tan peculiar que él con sabe ni  que me ha molestado, porque no he sido capaz de decírselo, me ha sentado mal, `porque ha sido un feo,  y o porque  da la sensación que no quiera estar con nosotros.  Cada uno es como es. Pero si tiene la oportunidad de estar bien rodeado no sé porqué la desaprovecha, no le pedimos que cada día  se relacione, pero un día  al año no hace daño.   Eso me hace pensar, que la película de  “ el extraño caso de  benjamín button” es una  buena paradoja de la vida real, parece que  al complicar años vayamos a  la infancia, y  vamos  , que si se les meten  en la cabeza  no ir a un sitio tiene que ser eso, y si no   vienen las pataletas y rabietas de niño pequeño. Él no le da importancia, se piensa que es normal, y no sabe que hace daño con su actitud, y por mucho que  intentes explicárselo no lo va a entender o se va a hacer el tonto, totalmente como  un niño pequeño.  Espero que intente valorar  que estamos en época de reuniones familiares y el sentido de la palabra familia.

De todas maneras, mi entrada  no era para hablar de estos días, sino que era para hacerle un homenaje a mi peluche de  cuatro patas que quiero tanto, sin embargo como un acosa lleva a otra y la  escritura es totalmente una terapia pues he vomitado aquí lo que pienso ante el empacho de decepciones que  llevé con mi abuelo. 
Aunque se compensa con las alegría que da la peque. Kenzie  ya tiene cuatro años, en septiembre los hizo, pero para nosotros es la peque. Es tan expresiva que parece otra niña  pequeña, con mejor comportamiento que algunas personas.  Da tanto sin recibir tan  poco que la verdad es que  me emociona. Tan fiel, tan leal, trabajadora, se me llena  la boca de buenos adjetivos para  ella.
                                        Primera navidad de Kenzie con nosotros. Navidad 2009

miércoles, 21 de diciembre de 2011

WE ARE ALIVE




WE ARE ALIVE…

La maleta sigue viva, pero en otro destino: SPAIN

Una de las preguntas más recurrentes, ante mi desaparición en el blog, la voy a resolver hoy. La maleta no se ha extraviado, no se ha roto, no la han robado…Sí, reconozco que he estado muy “pasota” con este blog que con tanta ilusión empecé. Sin embargo, me he dedicado mías a vivir la vida que a escribirla. 

El tiempo ha pasado. Cada vez pasa más rápido, casi sin darnos cuenta. Hace más de un mes que ya abandonamos nuestra isla esmeralda. Y como casi siempre elegimos los mejores momentos para cambiar de destino.  Así que el 2 de noviembre, justo cuando hacía un año que empezamos a vivir en nuestra casa dublinesa, volamos hacía España. 
Era hora de volver a los orígenes después de un año de experiencia inolvidable. Los últimos días en Dublín fueron duros, ya que, a parte de hacer maleta y hacer selección de qué llevábamos y dejábamos, tocaba la hora de las despedidas. Aunque sé que con alguna gente, afortunadamente, no será un adiós, sino que fue un hasta pronto. Con algunos tendré la suerte de volver a reencontrarnos, no sé ni cuando, ni donde, pero tengo la certeza de que volveremos a vernos.

Ahora en Barcelona, nuestro hogar de toda la vida, empieza otra aventura: la búsqueda de empleo. La verdad, es que es una labor ardua tal y como están las cosas actualmente. Aunque de lo que no cabe duda, dejando de lado la situación que hay, es que todos los inicios son duros, pero no por ello nos vamos a desanimar.

Hemos acabado una etapa de nuestra vida, un año en el extranjero. Pero no es el fin, es el inicio de una nueva etapa. Terminamos un capítulo, empezamos otro: con otro escenario, otra gente, otro ambiente y otra situación.

Ahora estamos en fechas navideñas y me vienen muchos recuerdos del año pasado. Pensar que el año anterior estábamos en Dublín, en una casa más pequeña y con nieve, se hace extraño. Pero queda el recuerdo, las fotos y las entradas que hice en el blog.

De todas maneras, aunque no haya escrito durante meses, sí que lo he ido haciendo en borradores, así que no descarto algún día recuperarlos y recordar aquellos días, anécdotas y cosas curiosas que acontecieron en Dublín.
También decir que aunque la aventura irlandesa haya llegado a su fin, no tiene porque significar que este blog lo haya hecho también, a parte de recuerdos, dentro de una maleta caben muchas cosas y siempre hay vicisitudes que explicar y dar a conocer. Además, quién sabe, puede que dentro de poco tengamos que volver a hacer la maleta para ir a otro destino en búsqueda de oportunidades que no encontramos en nuestro país.