martes, 29 de octubre de 2013

Presentación del nuevo miembro de la familia

UN NUEVO MIEMBRO EN LA FAMILIA

Desde hace una semana contamos en  casa con un nuevo miembro. Su nombre es Rufi y es una carolina. Sí, es un pájaro pequeñito, amarillo, con unos mofletes colorados y una cresta  amarilla. Es muy gracioso, es pequeñito y  solamente  tiene dos mesecitos, o  alguno más, pero es lo que nos dijeron en la tienda. En principio, también por lo que nos contaron en la pajarería, es macho. Aunque según  he leído, si es tan pequeño,  todavía no se puede saber, porque a los seis meses hacen una muda de plumas. Pero, sea macho o hembra ya ha  empezado a formar parte de nuestra familia.

El sábado día 19 fue su primera noche en casa. Estaba muy  asustado. Un sitio nuevo, gente que no conoce y un nuevo hábitat para él.   Sin embargo, le acogimos lo mejor posible, no queríamos asustarle. La verdad, es que mejor que en la tienda, supongo que debe estar. Nos  enamoró con esos colores vivos, y a mí me dio penita al verle tan solito en la jaula de la tienda. Realmente, no lo compramos ni porque fuera  bonito, ni por pena, ni por nada de eso. Simplemente hacía tiempo que yo estaba encaprichada con un pájaro, más concretamente con una carolina o ninfa. De pequeña había  tenido una, y guardo buenos recuerdos de su estancia en casa.  Pero, no me había atrevido a dar el paso. Comprar un animal siempre es una gran responsabilidad, y hay que pensárselo más de dos veces: pensar en si podrás atenderlo,  en qué harás si te vas de vacaciones, y sobre todo , mi mayor preocupación era saber cómo se llevaría  Kenzie, nuestra  pequeña mimada de la casa, con un nuevo miembro en la familia.  Pues, Kenzie vino con  nosotros a la tienda, y cuando veía que me acercaba a la jaula, ya no le hacía mucha gracia, pero como siempre que dejo de prestarle atención.  Ahora, solamente hace una semana que está en casa el pajarito, y Kenzie está bastante celosilla, más que nada, porque ha dejado de ser el centro de atención. La intento compensar esos achaques de celos, dándole mimitos, pero también tiene que entender que hay un nuevo animalito, y forma parte de la familia.  Le va a costar asimilarlo, estoy convencida, pero poco a poco se llevarán bien, eso espero. Aunque, por supuesto, tendremos que vigilar a la celosa, no vaya a ser que  en un arrebato y en un despiste nuestro,  se  lleve a la boca al pequeño volador.

Pensareis que si está en la jaula, Kenzie no tiene porqué  tener la tentación al alcance del hocico. Pues…es que  Rufi es muy manso, es muy pequeño y  lo dejamos suelto. Se deja coger, no pica, porque aún tiene el pico  sin formar del todo. Y además, ya que está en casa, mejor  que pueda desahogarse volando un poco, estirando sus alas y siendo “libre”. Eso sí, no solamente tenemos que  vigilar  con la celosa, también tenemos que vigilar que  todas las ventanas estén cerradas, más que nada, porque  por muy tranquilo y domesticado que pueda estar, en un arrebato  se le puede  ir  las ansias de volar y escapar y no saber regresar. 

Teniendo en cuenta todas estas precauciones, solamente cabe decir que hemos tenido mucha suerte con este animalito. De momento, y espero que siga siendo así, ha demostrado tener un carácter afable, se deja coger, y  baja la cabecita para que le acariciemos, le encanta. Este tipo de ave, las carolinas, son  de la familia de las cacatúas y pueden llegar a reproducir  sonidos, no tales como un loro lo haría, pero sí que silbidos. De momento, no nos hemos puesto en la labor de enseñarle, quizás más adelante, pero el pobre con siete días ya ha tenido suficiente con conocernos e intentar asimilar tantos cambios seguidos.


Para que sirva de presentación oficial, os dejo una foto de nuestro pequeño ruiseñor:  
Rufi suelto


  Como podéis comprobar, parece un payasín con esos coloretes naranjas que tiene al lado de los oídos. Es muy guapo. ¡Qué voy a decir yo! Ya os iré contando sus progresos, fase de adaptación, relación con nosotros y con Kenzie y cómo  le va por estos lares. En próximas entradas contaré: las hazañas, aventuras y desventuras de Rufi. 

Rufi relajado
Rufi dejándose axariciar, agachando la cabecita

lunes, 21 de octubre de 2013

Holocausto en Manhattan de Bruno Nievas

HOLOCAUSTO EN MANHATTAN de Bruno  Nievas

Tengo varias reseñas pendientes de publicar. Pero, vamos paso por paso. Hoy le toca el turno a “Holocausto en Manhattan” de Bruno Nievas. Es uno de los últimos libros que me he leído, aunque salió en Mayo de este año (2013), pero ha caído ahora en mis manos. Es uno de esos libros que, una vez empiezas a leer la historia, te atrapa de tal manera que no puedes parar de leerlo.  La verdad es que no conocía al autor: Bruno Nievas, pero me he llevado una grata sorpresa, tanto con el  libro, como con el autor.   



Holocausto en Manhattan relata dos historias:  
Una empieza en Septiembre de 2010. En un escenario que es conocido por todos, Manhattan, y está a punto de cumplirse el noveno aniversario desde la caída de las torres gemelas. Preparativos, nervios y alboroto está por todas partes. Entre todo ese ambiente, nos presenta a un profesor de universidad, Mike, que estudia una nueva droga. Una droga auditiva, las llamadas ondas binaurales. También, aparecen en escena: un agente de policía, Max, y su hermana, también policía, ambos amigos de Mike, que le involucrarán en un caso.  

Pero, ante todo ese  alboroto,  hay gente que ajena a todo lo que ocurre, cumple con su misión: llevar una bomba al epicentro de la celebración. Dany tiene que llegar allí, dejar lo que le han dicho, donde le han ordenado y volver, todo en un tiempo récord, para poder salvar a su familia.  Mientras él hace la misión, su  familia está retenida con quienes le han ordenado la misión.  Él tiene que hacerlo sea como sea,  para poder salvar a su familia. Pero, algo sucederá….un accidente, justo con un policía.  Uno de esos agentes  corruptos, nada que ver con Amy y Max.

Otros protagonistas son: Agentes de policía corruptos, que impiden a toda costa realizar una buena labor policial. Frank: un millonario que resulta ser el padre de Max y Amy:  Y un anciano  muy rico, inválido y muy poderoso, que tiene muchas cosas secretas.

A la vez, en el libro, se  relata otra historia. Una historia que empieza en 1944. En Febrero de 1944 Leon Yessef es separado de su madre y su hermana pequeña. Viajaban en uno de los “trenes de la muerte”,  el joven adolescente intenta inútilmente, ayudar a su familia. Pero, un oficial le golpea, y antes de que pueda apretar el gatillo y acabar con él,  le mira fijamente a los ojos y el oficial no le dispara. A partir de ahí su vida en el campo de exterminio cambiará radicalmente. Vemos todo lo que le ocurre a Leon, un chaval de 16 años que intenta sobrevivir en ese "infierno".

Se van intercalando las dos historias: la de Manhattan y la de Auswitch. Cada capítulo se para en el momento justo, para dejarte con el qué pasará. Una intriga que hace que no pares de leer para saber qué sucederá. Parecen historias que no tienen ninguna conexión, pero están más unidas de lo que pensamos. Además, con la trama de 1944 es cuando empezó el final del mundo, y ahora si no lo impiden quieren desatar la tercera guerra mundial. La novela tiene un ritmo rápido, dinámico, trepidante que no te dejará parar de leer.

Un thriller trepidante que no podrás dejar de leer.  Querrás saber desde el detalle más insignificante a cosas cómo que son las ondas binaurales, cómo acaban los personajes, y qué sucede en la ciudad,  cómo es  la vida  de Leon en el campo de exterminio…etcétera. Un libro que no te puedes perder.

Por último decir que  el autor hace referencia a cosas de nuestro tiempo, desde la tecnología que todos estamos familiarizados con iphones, mp3  y todo ese tipo de tecnología, mundo no desconocido. Hasta hacer menición a  la descripción de Mike como uno de los personajes de la serie  “Big Band Theory”. Cosas que hacen que llegue más al lector, sobre todo si está  familiarizado  con estos temas.  Son guiños que acercan más a la lectura. Pero, esto  solamente es una curiosidad graciosa, porque  acercar, si te asomas, estoy convencida que vas a continuar con la lectura.  Espero que disfrutéis de este libro.


Os dejo un book tráiler del libro 

martes, 1 de octubre de 2013

Recuerdos: diez años después...

Recuerdos de hace una década…

Abro la maleta, y en uno de los apartados de recuerdos sobre sale una fecha: 2003. Sigo mirando, y aparece Otoño 2003. Hay fechas que, por alguna extraña razón, marcan más que otras. En esta ocasión, ahora que es la efeméride de esa fecha, recuerdo que hay motivos de sobra para que esa fecha sobresalga más que las demás. Esa época, ahora hace 10  años, sucedieron muchas cosas en muy poco tiempo. Situaciones que hicieron que mi vida cambiase, ni para mejor, ni para peor, pero fue una época de transiciones en todos los sentidos.

Empezando por un inicio de estudios, la universidad. Continuando por un problema diagnosticado en la vista. Y siguiendo por conocer a alguien especial que caminó y camina junto a mí.

¡Una década de aquello, se dice pronto!. Los años pasan, casi sin percatarnos de ello. Nos paramos a pensar, y a lo tonto, son 10 los años que han pasado. Pero, recuerdo con exactitud, con matices, aquella época. Era más joven y tenía ilusión de empezar mi período universitario. ¡Qué tiempos! No sabía si me gustaría la carrera que había elegido, filología hispánica, hasta que no te adentras en algo, no sabes si es lo que pensabas o no. Tenía que iniciar una nueva fase: conocer gente nueva, las aulas, la facultad, los profesores, las materias y otra forma de estudio. Todo, absolutamente todo, era nuevo.

Y cuando toda la ilusión y las ganas están en conocer algo nuevo, ¡zas! Despierta, que hay cosas más importantes que un inicio universitario: la salud. Empecé a ver mal, no era un problema de no haberme puesto las gafas, era algo más…pero ¿qué era? Venían pruebas, esperas, y más pruebas. Hasta que dieron con lo que era, pero no había solución, eso decían y siguen diciendo. Pero, como primero me afectó a un ojo, tenía la esperanza de que no le pasaría al otro. No sé si albergaba algo de esperanza, o no me lo quería creer. Yo seguía a la mía, con mi sueño de estar en la facultad y cuando no tenía parón por las consultas médicas, yo seguía haciendo mi vida como si tal cosa. No quería darle más importancia que la que ya tenía. 

No todo fueron sustos. Ese otoño también me trajo algo bueno, que estaba ahí para escucharme y apoyarme: Carlos apareció. Me enseñó cómo era la facultad y a perderme entre sus pasillos, jardines y aulas. Él conocía bien la universidad, porque el año anterior había estado haciendo un curso allí. Él fue quien me guió, y supo estar para que no me perdiese. Siempre que tenía un rato libre, en esos horarios de universidad incomprensibles, él venía a visitarme. Poco a poco me fue conquistando y, aunque parezca mentira, lo sigue haciendo.

Son hechos que marcan…. ¿Cómo acabó todo? 10 años después algunas cosas siguen igual:
Mi vista estancada, pero sin solución. Sin tantas pruebas, porque ya está diagnosticado el famoso, y raro para los demás, Leber (NOHL).  “Gracias” a esa enfermedad aparecida de la nada, conocí a Kenzie y aprendí a “ver” de otra manera.

Con Carlos todo sigue igual. Desde aquel otoño, han pasado unos cuantos más, y seguimos juntos. Quisiera darle las gracias, por haber estado y estar a mi lado en momento s difíciles,  alegres, pero, sobre todo por estar caminando junto a mí. 

Y la universidad, aunque me costó lo mío, al final me licencié en filología hispánica. Aunque no ejerza como filóloga, puedo decir que soy una licenciada. Aproveché bien esos años, conociendo a gente muy interesante, escuchando clases magistrales y haciendo un ERASMUS.

Así que, aunque hayan pasado diez años, recuerdo bien esa fecha por todos los inicios que conlleva. Porque todos los principios, con la inquietud que provocan, marcan mucho. Quiero que la maleta siga abierta, para seguir rebuscando cosas, recordando, pero, sobre todo, para ir introduciendo más inicios, más experiencias. Al fin y al cabo, la vida se rige por multitud de experiencias.  


Aparece una canción de esa época: TENGO de Queco. Vídeo: