sábado, 29 de enero de 2011

IRISH MUSIC

El jueves fuimos a un concierto de música irlandesa. Nos gustó mucho. El lunes en la academia lo propusieron, y quien quisiera apuntarse tenía que hacerlo rápido, ya que había plazas limitadas. Carlos y yo lo comentamos en la hora del break, y no lo dudamos ni un instante, y después de clase nos inscribimos. En principio, teníamos que pagar 2€, pero luego nos lo devolvían. Simplemente, lo hacían porque al haber plazas limitadas….Muchas veces, lo que ocurre es que la gente se apunta, y después no aparece, y como en este caso eran plazas limitadas, pues así pagando se aseguraban que los estudiantes íbamos a ir, y así se aseguraban que todo el mundo que se hubiera apuntado aparecería. Porque además, la cantidad simbólica que teníamos que dar para apuntarnos, después nos lo devolvían, simplemente era un depósito.

El lunes fue cuando nos apuntamos. El concierto fue el jueves por la tarde. Teníamos que estar a las 17:30 en la academia, y desde allí fuimos todos juntos. Pensábamos que iríamos a algún pub. Algunos ya estábamos pensando en pedirnos un café irlandés, porque hacía bastante frío. Sabíamos que el concierto era por la zona de Temple Bar, pero no dónde exactamente. Al final resultó ser, en una book shop donde había un teatro en la zona de abajo. Así que nada de pub, pero mucho mejor. Una sala solamente para nosotros, los estudiantes de Delfin. Un ambiente más íntimo. Para escuchar música en un pub podemos ir siempre que queramos, pero un concierto solamente para nosotros no se puede cada día. Y encima, gratis.

Kenzie no vino, pensé que era mejor que se quedase en casa. Porque la música irlandesa es un tanto aguda, y no creo que le gustase, o quizás sí, pero ella la escucha mucho más alta y no quería que después sus oídos acabasen perjudicados.

Nos gustó mucho la música, porque es como si te transportase a una de las tantas zonas verdes que hay por esta isla. Además me encantaron los cambios de ritmo, como si te contasen una historia llena de altibajos. 
Al día siguiente, mi profe en clase me preguntó si me había gustado el concierto y le dije que sí, y me comentó que quizás la música irlandesa era parecida a la música española. Yo me quedé con una cara de póquer…y caí a lo que se refería, a la música celta que tenemos por Asturias y Galicia, y entonces le expliqué que por el norte, por Galicia sí que tienen una música tradicional parecidas pero que suelen utilizar un instrumento que es la gaita. Y que sí que son muy similares, porque los dos tipos de música provienen de los celtas.

Los tipos de instrumentos que utilizaban eran muy chulos. Sobre todo por la variedad y la cantidad. El primer grupo que escuchamos (tocaron dos) nos gustó más porque eran cinco, entonces más instrumentos a la vez. Sin embargo, el segundo grupo, que también estuvo muy bien, no me terminó tanto porque eran dos, pero quizás tiene más mérito.

Los instrumentos que estaban en juego eran: banjo, órgano, guitarra, violín y el bordan.
El bordan, para quien no lo sepa, es una especia de tambor típico de Irlanda. Es un instrumento de percusión redondo, el diámetro no tiene mucha longitud, y de profundidad tampoco. Es como una especie de pandereta, pero sin cascabeles ni sonajas. Simplemente, hace ruido como de tambor, gracias a una membrana que tiene que hace que la percusión se escuche con más eco.
También hubo cambios. Momentos en el que el del órgano cambio por el acordeón, y quizás más que no recuerdo. También, la chica que tocaba el violín, lo dejó y una canción se puso a cantar.
El segundo grupo, tocaban con: la guitarra y el violín. Excelentemente. De momento, os dejo un fragmento del concierto, que grabamos. Espero que lo disfrutéis.




Espero tener la oportunidad de escuchar en más ocasiones este tipo de música.     

jueves, 20 de enero de 2011

RECUPERANDO TEMAS ATRASADOS...

RESCATANDO TEMAS PENDIENTES

Por fin me decido a escribir, por fin voy a ponerme al día con asuntos que tenía guardados, pero que quiero que salgan a la luz. Soy consciente que, este año 2011 aún está por estrenar en el blog. En mente tenía escribir, pero de ahí a que lo hiciese. La semana pasada hemos empezado las clases de nuevo, y creía que al estar más activa lo haría, sin embargo no ha sido así, siempre hay alguna excusa para no hacerlo. Sin embargo, antes de comenzar con anécdotas del 2011, me gustaría rescatar temas pendientes del 2010.
Así que empecemos:

CARLOS CUMPLE UN AÑO MÁS  

 Sí, Carlos hace un mes que cumplió un añito más, y lo hizo en un país diferente. Una manera especial de pasar un cumpleaños. Nunca había pasado su aniversario fuera de España, pues alguna vez tendría que ser la primera vez, y así ha sido. 
Yo estaba preocupada por el regalo de cumpleaños, aunque fuera un detalle algo quería regalarle, quería que fuese un día especial, en el que no echase de menos su tierra, sus amigos, su familia, donde la nostalgia no se apoderase de él. Así que un día, después de clase le comenté a Yumi si ella me acompañaría a comprar un regalo para Carlos porque el día 10 de diciembre era su cumpleaños. Y a pesar de tener varios imprevistos, ya que el viernes que habíamos quedado anularon la clase por nieve, pudimos quedar.  Al final, quedamos el lunes, después de clase le dije a Carlos que me quedaba a comer con mis compis coreanas para practicar inglés, y no era mentira, no me quedaba más remedio que comunicarme en inglés. Comimos un sándwich, y después nos fuimos en busca del regalo. No tenía muy claro el qué, pero no cómo al final se me ocurrió un cubo de rubbik. No cómo me vino el cubo de rubbik a la mente, pero pensé que le gustaría y sería entretenido intentar poner la cara del color correcto. Sin embargo, dónde comprarlo? Yumi y yo estuvimos en un centro comercial cercano a la academia, ILAC, pero ahí no había ninguna tienda donde encontrarlo. Después, fuimos a otro, y en Mark&Spencer y nada. Al final, por suerte, nos encontramos a unos amigos de Yumi (también coreanos) y le indicó un sitio donde encontrarlo. Una juguetería que estaba en Henry, y ahí lo encontramos, incluso había para elegir porque había diferentes tipos de cubo. Pero elegí el clásico, el de toda la vida.
No sabía si organizarle una fiesta sorpresa, no hubiera estado mal, pero nuestra casa es muy pequeña y era un jaleo. Nuestras dudas a qué hacer el día del cumple se disiparon el lunes, ya que Delfin organizaba una fiesta de Pre-Navideña en la academia para el día del cumpleaños de Carlos. Así que ya teníamos plan para el cumple.

Día 10 de Diciembre: Cumple Carlos + Fiesta en la escuela.

El día había llegado, el niño se hacía mayor. Para comer, tuvimos comida especial. No fuímos a comer fuera de casa, pero casi, comimos fish&chips. ¡Yuuupiiii! Y de postre: pastel de chocolate con velas para soplar. Y después del pastel vino el regalo. Y parece que le gusto, en el primer momento, quizás no mucho, pero ahora no se desengancha de su cubo, se pasa el día rubikeando. Porque incluso ahora ya lo sabe hacer, y se pasa el día deshaciendo y volviendo a hacer. J   

Por la tarde-noche nos pusimos en marcha para ir a la fiesta de Delfin. Fuimos sobre las nueve. Empezaba a las nueve, pero salimos a esa hora de casa, porque como dejábamos a Kenzie la teníamos que dejar bien acostada, es decir, que hubiera cenado, bebido agua y salido a la calle. La dejamos, porque por la mañana me habían aconsejado que no la llevase, ya que habría mucha gente y con la música y todo, no sería muy buena idea. Como Carlos estaba un poco en baja forma, porque no teníamos tabaco, y era su cumpleaños…Compramos tabaco. Solamente, porque era su cumpleaños, ya que es carísimo. Un paquete de Lucky nos costó 8,70, me dolió mucho, pero bueno un día es un día. Sirvió para complementar el regalo, aunque eso yo lo tenía y se lo iba suministrando. Era para los dos. Antes de ir a la academia, a parte de comprar el tabaco, pasamos por el Lidl y compramos unas cervezas, unas cuantas súper mega latas. No es que quisiéramos hacer botellón antes de ir, sino que teníamos que llevar las bebidas nosotros. Me hizo gracia, porque lo ponía en letra pequeña “bring your drinks!”. No estuvo mal la fiesta, porque estaban los compis de nuestras respectivas clases, y también estaban los profesores por ahí. Estuvo muy bien. A cierta hora de la noche, madrugada, la cosa ya empezó a decaer, quedaba menos gente, y la mayoría de los que estaba por ahí estaban un poco desfasados. Así que nos fuimos.  Sin embargo, al salir de Delfin se nos ocurrió ir a gastar un dólar que había ganado Carlos. Así que fuimos al Living room para canjear el dólar por una cerveza para los dos. Me parece que no fuimos los únicos que habíamos pensado en ir, porque allí vimos a otros “delfiners” que habían decidido concluir la fiesta allí. Al final cuando cerraron, a las 3 de la madrugada, que nos fuimos para casa. Así termino el cumpleaños de Carlos.

NUESTRA PRIMERA VISITA: CRIS Y DANI   

      Dos días después del cumpleaños de Carlos la esperada llegada de Cris y Dani se hizo realidad. El día 13 de diciembre, lunes.  Desde que supe que venían no veía el día para verlos, parecía que ese día no llegaba nunca. ¡Quién nos iba a decir que alguna vez nos veríamos en Dublín! Sorprendente, pero cierto. El día llegó, cuando llegaron nosotros estábamos en clase, pero en cuanto salimos llamé a Cris y quedamos en el Spire: en el famoso “palote”. El súper palo nos sirvió como punto de encuentro, ese palo tan alto sirve de referencia para cualquiera, porque se ve desde muy lejos. Fuimos raudos para allí para no perder nada de tiempo y verlos. ¡Qué ilusión verlos! J Ellos tenían que pasar por el hostal, porque les daban las llaves de la habitación, y podrían subir el equipaje a su habitación. ¡Qué bueno! No se habían percatado que en Irlanda es una hora menos, y no habían cambiado la hora, todavía estaban con la hora española en mente. Después de pasar por el hostal, que estaba en Gardiner la calle de los hostales, fuimos a nuestra casa a comer. Comimos en casa algo rápido de preparar. Empezamos a ponernos al día. Nos tomamos el café con tabaco que nos habían traído. Y antes de que nos entrase la pereza nos pusimos en marcha. Nos dirigimos hacia Stephen Park, pero aquí cierran todo súper pronto, y a las seis de la tarde ya estaba cerrado y no se podía visitar. Por el camino visitamos la histórica universidad de Dublín, Trinity College. Lamentablemente, ya estaba muy oscuro para verla con claridad, pero una pequeña idea se pudieron hacer. Cerca de Stephen Park sabíamos de un típico pub irlandés, y allí les llevamos para que probasen la Guinness. Después fuimos a otro pub en el que había música irlandesa en directo, yo estaba un poco preocupada por los oídos de Kenzie, sin embargo resulto ser que ni le molestaba ni nada, porque al poco de asentarnos ella se acomodó y se tumbó para echar una cabezada.
Hicimos planes para la semana, como: visitar fábrica de Guinness, llevarles a Daicies (discoteca donde las cervezas cuestan 2 euros los martes), ir al norte de Irlanda, Phoenix Park, entre otros planes.

Finalmente, nosotros no fuimos con ellos a ver el Norte de Irlanda. No hubiera estado nada mal, además venían muy bien informados. Yo ni siquiera sabía que en el norte de Irlanda estaba la Calzada del Gigante, The Giant's Causeway. Pero ellos venían con la guía bien estudiada, y conocían más sitios que nosotros. La idea era alquilar un coche e ir con gps para el norte, hasta llegar a ver esa maravilla. Sin embargo, nosotros el martes les dijimos que no, a parte de por tema monetario, porque era nuestra última semana en Delfin, en la academia, antes de las vacaciones de Navidad, y no nos convenía faltar. Más que nada, porque si hubiera faltado, esos dos o tres días, últimos días, no me hubiera enterado que me cambiaban de nivel, ni dónde, en qué clase me pondrían. Y era mi última semana con mis compis de clase. La verdad, es que hubiera estado genial ir por ahí y más con coche, con la libertad que te da. Ellos que fueron. Fueron el miércoles, después de que el martes hubiéramos ido a la fábrica de Guinness y Daicies. Empezó a hacer mucho frío y nosotros estábamos preocupados, por si la nieve que había hecho acto de presencia por el norte, a Dublín todavía no había llegado. Ellos llegaron el viernes por la noche, quedamos, fuimos a tomar algo y nos contaron todo lo que habían visto, lo bien que se lo habían pasado y lo difícil que es conducir por Irlanda, y más con nieve. Es decir, nos pusieron al día de todas sus anécdotas.
Quedamos para el sábado ir a Phoenix Park y pasar ahí el día, ya que el domingo por la mañana bien temprano y ase iban.
Así que estuvieron una semanita, espero que les haya gustado y se hayan ido con buen sabor de boca de Irlanda. Aunque, creo, por lo que me han contado que que les ha gustado, diferente y muy verde.
Gracias por venir, habéis sido los primeros y nos habéis hecho salir de nuestra rutina, y alegra mucho, ya sabéis, recibir visitas! J


GUINNES IS GOOD FOR YOU  
 
     La visita a la fábrica de GUINNESS fue un poco decepcionante. No nos esperábamos ir a un museo, o más bien, a una especie de edificio lleno de marketing por todas partes. Lo mejor fue: el bar, situado en la parte más alta del edificio, con unas buenas vistas. Puedes degustar de tu guinness, mientras disfrutas de las vistas de Dublín.   
Lo peor tener que pagar por estar ahí dentro. Aunque por suerte, nos hicieron descuento por ser estudiantes.
La verdad, es que a pesar de ir un poco justos de tiempo- cerraban a las seis de la tarde-. Lo hicimos muy bien, porque como lo mejor era disfrutar de esas vistas, que os he comentado. Nada más llegar fuimos al piso de arriba, pedimos la Guinness, hicimos fotos de las vistas de Dublín y empezamos a bajar piso por piso. Si lo hubiéramos hecho al revés, no hubiésemos podido ver nada, ya que aquí oscurece tan temprano, que simplemente se hubiesen visto luces de una ciudad iluminada de noche, que algo es algo y también tendría su encanto, pero con luz se pueden distinguir de forma más fácil los elementos más significativos de la ciudad.

Después fuimos bajando y viendo lo que había en cada planta: tipos de botella que había, sala de audiovisuales mostrando los anuncios de la época -como el vídeo que poco a continuación-.
 
 Vimos también Y otras plantas explicando cómo se hace la cerve, entre otras cosas, todo esto concluyendo por una parada antes de salir en la tienda de souvenirs.
No estuvo mal, es casi obligado ir ahí si estás en Dublín, después ya puedes decir si vale la pena o no, pero si no vas no lo sabes.
De ahí, cansados, porque tuvimos que coger el LUAStranvía de aquí-
fuimos a casa. Le dimos de comer a Kenzie y nos fuimos para el Daicies, visita casi obligada de los martes. Como era fiesta pre-navideña, muchas despedidas, y final de clases, estaba súper lleno de gentes y casi no se podía disfrutar mucho del ambiente, el ambiente era demasiado agobiante, pero bueno.  


PHOENIX PARK  

Por fin fuimos a Phoenix Park, quizás nos faltaba el empuje de que viniera alguien para ir. Y así fue con la llegada de Cris y Dani, a pesar de estar a -7ºC ahí que fuimos. Nos llevamos unos bocadillos y comimos en el parque. No sabía si llevarme a la peque o no, porque la idea era alquilar unas bicis, unos tándems, pero de todas maneras me la lleve, porque ella podría correr a sus anchas y seguirnos mientras nosotros íbamos en la bici. La idea era muy buena y seguro que no hubiéramos tenido tanto frío, pero el problema fue que no encontramos dónde se alquilaban las bicis, no encontramos por ninguna parte la oficina. Preguntamos varias veces y nos decían que estaba en la entrada, puede ser, pero no la vimos o puede que estuviera cerrada y por eso no la viésemos. Da igual, el frío se pasó corriendo un poco con Kenzie. Fue una gozada verla disfrutar tanto, y sobre todo ver tanto verde, tanta naturaleza en medio de la ciudad.

Vimos todo tipo de animales: ardillas, pájaros y gamos. 
 
                    
Disfrutamos mucho, a pesar del frío. Aunque si vas caminando casi no se nota, creo que cuando más frío pasamos fue cuando nos paramos a comernos los bocadillos. Los dedos del pie se quedaban congelados, al estar quietos.
La que más disfrutó, sin duda, fue Kenzie que se revolcó por el césped y se puso toda marrana. Aunque luego se revolcó en nieve para quedar decente, y cuando tenía sed, rompía placas de hielo y a beber. Se lo pasó en grande.
Para entrar en calor, concluimos la visita en la zona de Temple Bar para tomar café irlandés. Bueno, cada uno lo que quiso, yo por ejemplo: me pedí café con crema irlandesa (Bailey’s), y entre que estaba calentito, el alcohol y las estufitas algo en calor nos hizo entrar.
Ellos se fueron a despedirse de la ciudad, nosotros a casa para dar de comer a Kenzie. Y después, llegó la despedida, como no podía ser de otra manera fuimos a un restaurante italiano para recordar viejos tiempos. No, no lo hicimos a propósito, fue casualidad, a nuestra hora de cenar no había gran cosa abierta, y dio la casualidad que terminamos en un italiano. Casualidades de la vida.Cris y yo habíamos pasado un ERASMUS en Italia, por eso lo digo- 

La verdad, es que me dio penita que ya se marchasen. Después de la cena, les dejamos en su hostal y llegó la despedida. Les dije que no se fiasen de los autobuses, porque pasan un poco cuando quieren, que si veían que no pasaba que cogieran taxi para ir al aeropuerto…

Bueno, a pesar de la tristeza que me daba que se fueran, me ha hecho mucha ilusión que hayan estado por aquí. Y estoy convencida, que muy pronto nos volveremos a ver. Por lo menos en contacto continuaremos, eso seguro.  
                         
SEMANA DESASTRE

     Parece que fue irse Dani y Cris y llegar la nieve. Tuvieron mucha suerte en que no empezase a nevar el domingo, porque si no, no si hubiera podido volver. Empezó a nevar el lunes y no paro de nevar hasta Navidad. Incluso anularon bastantes vuelos. Yumi y otras coreanas tenían previsto viajar a Londres para pasar ahí las fiestas, pero no pudieron ir, ya que la nieve hizo que les anulasen el vuelo.  Hacía tanto frío, había tanta nieve, que fuimos a poner la lavadora y no funcionaba. Llamamos a Gary, nuestro propietario para comentárselo, y vino en cuanto pudo, y nos dijo que estaban las tuberías congeladas. Claro, entre el frío y la nieve, pues la lavadora no está dentro de casa, está en un cuarto en el jardín y claro las tuberías estaban bajo ese manto de nieve. Así que como nos dijo esperamos a que hiciera menos frío, o al menos que se deshiciese la nieve. Otra de las ideas que nos dio fue ir a una lavandería, pero entre que te cuesta 5e la lavadora y otro cinco la secadora…Y que con toda la nieve que había tampoco nos hubiera resultado fácil llegar con la maleta o sí, no sé, porque no lo intentamos. La verdad, es que ropa no nos falta, así que por esperar, se supone que algún día iba a mejorar el tempo.
Del frío que hacía parecía que también nos íbamos a quedar sin agua en el grifo de casa, porque hubo algunos momentos que no salía agua…y cuando salía estaba helada, súper helada, granizado. Sin embargo, todo llegó a la calma. Esta vez la nieve se derritió muy rápido y sin formar esas pistas de patinaje que otras veces nos habían hecho hacer patinaje por las calles, intentando evitar caídas. Pues, esta vez, empezó a llover y se llevó enseguida toda la nieve. Aunque eso ocasionó, según escuchamos en las noticias, que muchas tuberías se rompieran, por el cambio tan repentino de temperaturas. Afortunadamente a nosotros no nos pasó nada de eso, al contrario, todo volvió a la normalidad, la lavadora funciona, y el grifo también.  J   


Pero esa semana parece que se nos acumuló todo, porque a parte del frío, la nieve, las averías. Recibimos el paquete que la hermana de Carlos le había enviado para su cumpleaños, sí había llegado, con  retraso, pero había llegado. Carlos sabía que su hermana le había enviado algo, porque el día de su cumpleaños se lo había comentado, pero no le había dicho el qué. Así que lo empezó a abrir con curiosidad, diciéndome que para él que era una bufanda por la forma. Yo que sabía que era un cartón de tabaco, la verdad es que me sorprendió que pensase que fuera eso, pero bueno…Así que lo abrió y me dice: “Solamente hay papeles!” Y era una carta de su hermana, con otro documento en inglés donde decía que habían requisado 200 cigarros, vamos un cartón. Un montón de palabrería jurídica diciendo que por el artículo tal de yo que sé no se podía y lo tenían ellos, y que en tal caso, podríamos reclamar pasado un mes y enviando carta…!Menudo jaleo!
Nos dio mucha rabia, no entendíamos nada, era muy injusto. Es decir, que en avión puedes traer todos los cartones que quieras, pero no los puedes enviar. Y que si hubiera sido más cantidad, pues se entiende por si luego se hace negocio lucrativo de ello, pero un cartón no es tanto. Quieren sacar tajada de todo. Fuimos un día a ver si alguien de la academia nos ayudaba con la carta, entre que estaba en inglés y estaba llenos de términos desconocidos para nosotros…Y también se quedaron sorprendidos, lo desconocían, incluso nos preguntaron si es que nos habían enviado drogas o algo, y nosotros que no, que solamente tabaco. Con el tiempo, y hablando con más gente, otros compis, profe y tal, nos dice lo siguiente: En definitiva que tenemos que pagar los impuestos de Irlanda por el tabaco, que para conseguirlo tenemos que escribir carta y puede que nos contesten diciendo lo que tenemos que pagar, o puede que lo lleven por la vía jurídica. Eso es lo que me comentó mi profe. Y otros compis de la academia, nos dicen que siempre que se envíe en sobre y no en paquete lo suelen abrir. Todo es muy raro, aún no hemos hecho nada. Puede que enviemos la carta reclamando, a ver qué nos dicen.
En cambio, la madre de Carlos le envío tabaco de liar, que llegó el mismo día que el sobre de la hermana, y estaba ahí sano y salvo, quizás porque era en paquete. Ya que luego mis padres también me enviaron y no pasó nada.

Otra de las cosas que nos sucedió es que, como ya os había comentado, la cámara web nos había declarado la guerra y nos ganó. No hubo manera de arreglarla. Las fiestas navideñas se acercaban, nos pisaban los talones, queríamos hablar y ver a la familia, pero parecía que no iba a poder ser. Y así fue llegó Nochebuena y no nos pudieron ver, pero nosotros a ellos sí, y también pudimos hablar, que ya es algo. Y a parte ese asunto, ya esta solucionado, porque nos compramos una cámara y ya está.

Poco a poco, los “problemas” que nos parecían montañas altísimas se van quedando en simples anécdotas. Sin embargo, esas semanas  que nos parecían montañas altísimas, que iban a poder con nosotros, y un poco lo hicieron, cuando se junta todo te sientes un poco chafado. Pero ahora todo va bien.  

Por fin, he puesto los temas que quería rescatar de la memoria. Son temas importantes, como dije, pero por pereza se habían quedado atrás. Sin embargo, necesitaba que tuvieran presencia en el blog, porque han formado parte de nuestra estancia en Dublín. Sin estos temas, muchas de las anécdotas no hubieran ocurrido, no hubiéramos descubierto sitios, no nos lo hubiéramos pasado tan bien. Así que gracias a todos estos acontecimientos, que han formado parte de nuestra vida dublinesa, hemos revivido un poquito más. Desde que no he escrito habrán pasado muchas más cosas, aunque no mucho más, porque no hemos estado muy activos, incluso aburridos. Pero todo esto que ocurrió hace un mes fue increíble.