lunes, 6 de agosto de 2018

Japón y el transporte público


El transporte en Japón

Como es obvio, para ir hasta Japón fuimos en avión. No sé si escogimos la mejor compañía aérea, ni la mejor ruta, pero llegamos al destino que es lo
importante. Hay varias compañías, normalmente con escalas que operan hasta Japón. En nuestro caso fuimos con una compañía rusa llamada aeroflot. Fuimos de Barcelona a Moscú y de Moscú a Tokio. Sé que hay gente ha viajado de forma muy cómoda con Emirates u otras, haciendo escalas en Dubai.  
A pesar de que viajar con Aeroflot no fuera un lujo, nos llevaba hasta el destino que era lo primordial. A pesar de  que, como ya relaté en el post: Nuestro vuelo a Japón, casi perdemos el vuelo y llegamos sin las maletas. Sin embargo, llegamos, por los pelos, fuimos los últimos en hacer el embarque en Rusia, pero lo logramos.  
Panel del aeropuerto: Barcelona - Moscu


        Sea como sea lo importante es llegar. Una vez en Japón, si viajas con el     famoso Japan Rail Pass, verás la comodidad de ir y coger un tren. Aunque no es tan sencillo. Primero tendrás que ir a una de las oficinas de Japan Rail Pass, que podrás encontrar en cualquier estación de tren. Después de enseñar tu preciado Pase y tu pasaporte, será cuando vayas a hacer tu primer trayecto, y cuando quieras que se active. A partir de ese día, comienza la aventura y la cuenta atrás. Desde ese día que entras en las oficinas, o bien también lo puedes activas por máquinas, es cuando ya puedes utilizar el Japan Rail Pass.

PRECIOS DEL JAPAN RAIL PASS
CLASE TURISTA

Días
Adulto
Niño
7
229 €
115 €
14
364 €
182 €
21
466 €
233 €

Aunque estos precios puedan resultar elevados, os aconsejamos que si vuestra intención es visitar más de una ciudad, hagáis el esfuerzo. Recordamos que este pase solamente se puede adquirir fuera del país nipón, así que si tenéis pensado realizar un itinerario, valorar la posibilidad de comprarlo e ir con este pase. Allí no podréis comprarlo, y si vais comprando billetes de tren sin tenerlo, os aseguramos que os saldrá mucho más caro. Una vez lo lleves contigo, en Japón, una vez lo vayas a utilizar, primero tendrás que ir a una oficina, para que te lo activen. A partir de ese día, empezará la cuenta a atrás y las jornadas siguientes ya contarás como días, lo utilices o no. Además, este pase no es apto solamente para el tren, si no que tiene más ventajas: algunas líneas de metro, de ferry y de bus. 
Es un desembolso que no me canso de repetir, pero merece la pena muchísimo. A parte de recordar la importancia de comprarlo en el país de origen, también recordar que siempre lo tenéis que llevar con vosotros, no podéis perderlo bajo ningún concepto, es igual que el pasaporte. Además es nominativo, lleva vuestro nombre y hasta os pueden pedir el pasaporte, así que no podéis revenderlo, ni dejárselo a nadie.
Nuestros pases del Japan Rail Pass


Una vez activado, puedes ir a por tu primer tren, ya que desde el aeropuerto, ya tienes la oportunidad de estrenar el JRP y subirte en uno. Pero, no son trenes cualquiera, son trenes súper cómodos, rápidos, limpios y sin ruido. Creo que recordamos con cariño nuestros viajes en el tren bala, shinkansen, ya que era un momento para descansar, entre una etapa y otra. Los trenes, aunque sean muy largos, nosotros al no reservar, casi siempre no s colocábamos en el andén en la zona para asientos no reservados (coches del 1 al 5) y aprendimos la importancia de hacer cola diligentemente. Veíamos a gente, esperando a que llegase su tren, haciendo fila india en el lugar indicado, y nos poníamos detrás, como si fuéramos de allí mismo de toda la vida, a pesar de no tener ni idea. Mientras hacíamos cola, y a pesar de las pantallas, preferíamos preguntar a los compañeros de fila, y es cuando unos te ignoraban por miedo a no saber explicarse, o simplemente no nos entendían, otros nos señalaban la pantalla y otros que ya dominaban más el inglés nos decían que sí que ese tren iba al destino que queríamos ir , y ellos nos contaban adónde iban. Era un show subir al tren, porque al ir cargados como mulas, Carlos tenía que hacerse cargo de ayudarme a subir y también subir las dos maletas, me tengo que poner en forma o no cargar tanto la maleta.   

Pili en el andén con vías y Shinkasen

En casi todos los sitios que hemos estado había metro, un transporte que suele estar en las grandes ciudades. Y, que, a pesar de estar en una metrópoli como es Tokio, ayudaba mucho a moverse por ahí, siguiendo las líneas. Sin embargo, caminar y encontrar tu línea dentro de según qué estaciones era todo un espectáculo, parecíamos perdidos en unos grandes almacenes, y nunca mejor dicho, ya que aquello no son simplemente estaciones. En las estaciones de metro hay una segunda vida: repleta de gente de aquí para allí, tiendas de todo tipo, restaurantes  y un poquito de todo. Hay estaciones que no solamente cuentan con el servicio de metro, sino que también se puede coger el tren, y eso lía más que otra cosa. Tanta cosa concentrada, puede resultar bastante complicado. Sin embargo, si no es por un sitio, es por el otro, se trata de concentrarse, mirar bien por todas partes, seguir las indicaciones, llegar hasta allí, ver que no es por ahí, dar media vuelta y buscar de nuevo las líneas, y si no preguntar a alguien, cruzar los dedos para que os entienda y seguir sus indicaciones. Aunque sean trabajadores de la estación, el problema es que no saben inglés y cuesta un poquito el tema de la comunicación, pero intentan ayudarte en todo lo posible. 

Aparte de la estación, que como he dicho es un submundo, el metro más bien puede parecer un área de descanso. En más de una ocasión, nos encontramos dentro de uno de esos metros, modernos, limpios y silenciosos, en los que la mayoría de la gente con uniformes (ya fueran colegiales o business man) iban dando cabezadas. Además, de las cabezadas que para ellos no era sorprendente, pero para nosotros sí,  todo el mundo iba con un móvil pegado a su mano. Hoy día ya vemos a todo el mundo con un Smartphone como parte de su cuerpo, todo el mundo o casi todo el mundo va con uno, pero allí era mucho más exagerado. El metro nos resultó muy cómodo y también podíamos hacer uso de él sin necesidad de pagar, gracias al JRP, aunque no en todas las líneas. Además era gracioso, porque se pagaba una cantidad mínima y después al salir y pasar de nuevo la tarjeta, si te habías excedido en el recorrido, tenías que abonar, en la misma máquina de salir el dinero que faltaba. 
Máquina compra tickets metro menú en español


En otras ciudades como en Kioto el metro era otro cantar, y nos resultó más complicado utilizarlo, a pesar de que las estaciones no eran tan inmensas como en Tokio. Sin embargo, estaban indicadas de manera diferente. En Kioto nos dimos cuenta que la gente utilizaba más el autobús, y entendimos el porqué. A la hora de llegar a según qué sitios estaba mejor comunicado todo vía carretera que por tren, o al menso según nuestra experiencia. Creo que es donde más autobuses cogimos.

En Osaka nos pasó como en Tokio, estaba todo mucho mejor comunicado por metro y estaba todo muy bien señalizado. Así que hicimos combinaciones de metro y tren. 
Carlos en la estación de metro


En cambio, en Hiroshima el transporte que más predomina es el tranvía. Ya dije en el post de Hiroshima que estar allí es como estar en un museo ferroviario al aire libre. Todos los tranvías son diferentes, los hay más antiguos, más modernos, más pequeños, encuentras de todo, pero lo importante es saber qué línea coges y que te lleven al destino. En el autobús y en el travía se paga al finalizar tu trayecto, cuando vas a bajar tienes que pagarle al conductor. Deberá ser el mismo precio para todas las rutas, o no lo hicimos bien, nunca lo sabremos. Aunque allí no se estila como en España lo de colarse, porque la gente es muy formal y cumple las normas, pero aquí no sé yo si ese método funcionaría. 

Carlos en Hiroshima con un tranvía detrás


El ferri lo cogimos cuando fuimos de Hiroshima a Miyajima y realmente merece mucho la pena, sobre todo si llevas el JRP, ya que ese trayecto es gratuito. No es un súper barco, es un ferri pequeño, pero que te permite estar dentro o fuera, con sus lavabos, con un bar, y tampoco te dará tiempo a descubrir qué más tiene, ya que el recorrido es muy corto. Nosotros para ir fuimos fuera, para contemplar las vistas, que nos diera la brisa marina y por la emoción. A  la vuelta, fuimos dentro, sentaditos, descansando y resguardados del fesquete que ya empezaba a hacer.

Ferry para ir a la isla de Miyajima


Como veis  en Japón, como en casi todos los países puedes encontrar todo tipo de transporte público, pero se me olvidaba mencionar uno, al que recurrimos con frecuencia por ser algo rápido, cómodo y directo. Para no complicarnos, al ir cargados con maletas, y bajo la lluvia, en muchos destinos, sobre todo recién llegados, recurrimos al taxi. En el taxi, tal y como os dijimos en las recomendaciones, es mejor que llevéis la dirección escrita en kanji, por si las moscas. Mejor que el conductor sepa con certeza adónde queréis ir.  Una vez en marcha, sentados en la parte trasera, te sorprenderá que hay fundas para los asientos de esos como los que haría tu abuela, hechas con ganchillo, una decoración algo anticuada, pero que a ellos les gusta. Además no encontrarás ningún taxista en bermudas, todos van trajeados, como si fueran chóferes de una limusina, algunos incluso llevan guantes y gorra oficial. En muchos taxis se puede pagar con tarjeta de crédito, en otros no, pero realmente no son caros, dependiendo el trayecto, claro- por ejemplo, en Tokio al ser una gran ciudad y al haber más tráfico nos pareció mucho más caro que en otras. Sin embargo, valía la pena la experiencia, por el ahorro de tiempo y la comodidad. Además, al bajar te encontrabas con la sorpresa de, como si fiera el mismísimo coche KIT, se abría la puerta sola, sin que tú tuvieras que accionar ninguna palanca, parecía magia. Y, amablemente, todos los conductores que tuvimos en Japón nos ayudaron a descargar las maletas e incluso a indicarnos hacia donde teníamos que ir. Un encanto los japoneses. 
Lástima que entre la lluvia, lo cargados que íbamos y las prisas no hicieramos ningún vídeo, ni foto, pero queda en nuestro recuerdo. 

Así que, aunque parezcan los mismos transportes que en todas partes, tienen sus peculiaridades. Además, una vez más, y a riego de parecer pesada, recomiendo encarecidamente el Japan Rail Pass, porque te servirá para: metro, bus, ferri y, por supuesto, para la mayoría de rutas en tren. 

¡Buen viaje! ¡Pasajeros al tren!  


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