GASTRONOMÍA JAPONESA EN JAPÓN
1- No en todos los restaurantes tendrás que
descalzarte y comer en el suelo. Solamente en los que haya tatami, pero en la
mayoría hay sillas y mesas.
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2-
No te sorprendas si ves que no hay cubiertos,
habrá palillos enfrente del plato. Pero, no te preocupes, siempre puedes
pedirlos sin problema. Eso sí, a veces puede ser un show que te entiendan,
pero nada que una imagen no pueda remediar.
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3-
En la mayoría de restaurantes la carta
solamente estará en Kanji, pero aunque no sepas leerlo no es ningún problema,
ya que suelen venir con fotografías. Incluso hay algunos que tienen
escaparato con platos de cerámica, y así puedes saber qué ofrecen.
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4-
Lleva siempre dinero en efectivo, porque en
algunos locales no aceptan tarjeta de crédito. Puede sorprender que en un
país tan tecnológicamente avanzado no acepten tarjetas, pero ocurre.
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5-
A la hora de pagar no esperes a que vengan a
cobrarte, como mucho te dejarán una bandejita con el ticket. Tendrás que
levantarte a la caja para pagar.
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6-
En algunos restaurantes, sobre todo en
Izakayas (tabernas) está permitido fumar.
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7-
Es muy importante que respetes el sonido bajo
a la hora de hablar, ya que verás que, aunque el restaurante esté a tope,
nadie levanta la voz. Eso sí, sí que escucharás que sorben el ramen.
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8-
Te apetezca o no, casi siempre te ofrecerán agua fría o té macha calentito. Te lo servirán de forma gratuita nada más sentarte en la mesa. De hecho en
algunos ya está preparada la mesa con las bebidas. Eso no significa que
después no puedas pedir otro tipo de bebida.
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9-
No esperes encontrar una cestita con pan, eso
es más bien en España, fuera de aquí en pocos sitios lo he visto. Allí
acompañan la comida con un bol de arroz blanco, sería como su pan.
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10- Algunos
restaurantes están tan escondidos dentro de la gran ciudad que tendrás que
coger un ascensor y acabar en el piso 21 para poder entrar. Nada más abrirse
las puertas del ascensor está la entrada al comedor. Curioso, sorprendente y
gracioso.
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GASTRONOMÍA JAPONESA
NO TODO ES SUSHI
Si a alguien le preguntas que te
diga un plato japonés, el primero que seguramente le vendrá a la cabeza será el
sushi, y es que la mayoría de personas que no sepan un poquito del mundo
japonés se piensan, de forma equivocada, que todo lo que comen los japoneses es
pescado crudo. Reconozco que, a pesar de haber estado en más de un restaurante
japonés, antes de ir a Japón, no sabía mucho de la cultura gastronómica del
país nipón. Sabía que no se resumía todo en Sushi, pero sí que es lo que más
había probado cuando iba a algún restaurante japonés en mi ciudad.
El sushi no estuvo
presente todos los días que estuvimos por Japón, si no se nos hubiera quedado
cada de pez o de alga. Aunque cabe decir que después de probar el Sushi de allí
ninguno nos ha sabido igual de bien. Y no es que esté malo el de aquí, pero
después de probarlo de la Lonja de Tokio: Tsukiji, viendo cómo lo
preparaban y notando el sabor fresco del pescado, no es lo mismo ahora.
A pesar de que se pueda pensar
que el sushi es aquel montículo de arroz recubierto por nori (alga verde
tirando a negra) no es así. El sushi es la palabra denominada en general, pero
hay diferentes tipos. Este que he descrito el del alga se llama Maki,
pero por el contrario el que más suelen consumir los japoneses son los Nigiri:
montículo de arroz con el pescado fresco y crudo encima, algunos cocineros
le ponen wasabi entre el arroz y el pescado. Se tiene que comer de un
bocado.
Nosotros, como hemos dicho, lo
comimos en varias ocasiones, pero sobre todo, donde más lo disfrutamos fue en
un Kaiten Zushi (tren de sushi) uno de esos restaurantes en los que hay
una cinta transportadora y ahí están todos los platitos y tú tienes que ir cogiendo.
Era muy gracioso, porque veías cómo lo preparaban, como los ponían en la cinta
transportadora, como pasaba por tu lado y lo cogías. Después ibas formando una
montaña de platitos, cada uno con un color diferente, ya que dependiendo el color
tenía un precio diferente. A la hora de cobrarte venían, pasaban una máquina
por los platos y enseguida sabían cuánto debías pagar en la caja. Fue una
experiencia en todos los sentidos. Este sitio lo encontramos en la Lonja de
Tokio, a pesar de que había multitud de puestecitos para elegir, pero hacia un
día de lluvia y preferimos comer Sushi sentados, sin prisas y con la calma, así
descubrimos ese lugar tan divertido y tan exquisito.
Antes de explicaros todo lo que
comimos y dejamos de comer. Necesito reunirme con Carlos y poner en común los
sabores que degustamos, ya que la memoria es selectiva y después del tiempo
transcurrido mucho más.
Hemos estado haciendo un repaso
y, sin duda, él se queda con los takoyaki, que son unas bolitas, como si
fueran buñuelos, rellenos de pulpo. La verdad es que estaban deliciosos, porque
era una explosión de sabores en la boca, básicamente de pulpo, aunque también
lleva cebollita y una salsa por fuera que sirve para aderezar las bolitas y
darle más sabor. Básicamente este tipo de comida la probamos en Izakaya:
bares tradicionales japoneses. Más que nada es para picar, como para ir de
tapeo, pero eso, sin duda, os lo recomendamos al 100%
En cambio, a mí, aunque también
me gusten los takoyaki me quedo con los yakitori. A pesar de que son
brochetas de pollo, algo sencillo y sin más, tiene mucho más, porque entre cada
trocito de pollo hay cebollino y todo está aderezado con una salsa que lo hace
especial. Esa salsa que le echan por encima es el Teriyaki: dulzona pero con
algo salado, debe ser la soja, que viste al plato y le da ese punto diferente.
Además es algo sano, ya que se hace a la plancha.
Otros platos estrella:
El Ramen es un plato
típico japonés, más adecuado para la época invernal, pero con los días de
lluvia que tuvimos más de un día lo degustamos. A mí no me termina mucho,
porque se suele comer muy caliente, y yo más bien soy de comer sopa templada
tirando a fría. Sin embargo, a Carlos le encantó ese plato.
Curry: El curry que puedas saborear en Japón no es igual que
el de la India u otros países de Asia. No es tan picante, tiene el punto justo,
para darle un gran sabor, pero sin que te adormezca la boca sin después
distinguir ningún otro sabor. Encontramos un cadena de restaurantes CoCo
Inchibanya (Ojalá algún día llegue a España) en
el que el precio era más que razonable, menos de 10 euros, y te ponían un plato
generoso de arroz con curry y con lo que quisieras. La carta era bastante
amplia, podías añadirle desde pescado o marisco hasta pollo en todas sus
variantes u otra especie de carne. Incluyendo el Tonkatsu, cerdo
empanado con una harina que no absorbe tanto el aceite al freirlo. Podías pedir
la cantidad de arroz que quisieras con el grado de picante del curry, siempre
servido con un vaso de agua fría o té (esa bebida siempre te la servían de
forma gratuita).
El plato estrella y más completo
fue el Okonomiyaki, que es una especie de tortilla con multitud de
ingredientes. Puedes elegir de marisco, de pollo, de verduras, de fideos. A
veces de tanta cosa que lleva, no sabes ni qué ingredientes exactos lleva
dentro. Pero, la cuestión es que elijas el relleno a tu gusto, de ahí el
nombre: o kono miyaki cocinado a tu gusto.
En Japón lo comimos por primera
vez para cenar en Osaka, en un sitio en el que estábamos sentados en una barra
y había una placa, para que te lo preparases tú. Todo un espectáculo, ahí con
la espátula, sin idea, pero nos lo comimos y lo disfrutamos.
La segunda vez fue en Hiroshima, en un sitio muy pequeño, en el que solamente estábamos
nosotros como clientes. La mujer que estaba al mando, y la única en el local,
nos hizo sentir como si estuviéramos en su casa. No tenía ni idea de inglés,
pero con gestos se hacía entender. Le dijo a Carlos que no se comía con
palillos, que se comía con la espátula, partiendo trocitos y comiéndolo. Ella
me preparó un trozo partido con la espátula y me lo ofreció. Un encanto de
mujer y preparado con mucho cariño y esmero. Nos quedamos muy llenos.
Recomiendo pedir este plato si tienes hambre, te aseguro que no te quedarás con
nada de apetito. Además, dejando de lado los ingredientes que quieras que lleve,
está sabroso, porque lo aderezan con una salsa, que puede que sea soja, pero
hace que sea mucho más que una tortilla.
Lo podrás encontrar en muchos
lugares de Japón y fuera del país nipón si vas a un sitio japonés seguro que
también. Sin embargo, el origen de este producto fue en la región de Kansai, en
Hiroshima, y es típico tanto allí como en Osaka. Justamente los dos sitios en
los que lo degustamos.
Postres
Uno de mis postres favoritos es
el Mochi: un pequeño pastel hecho de pasta de arroz, con un grano
glutinoso llamado mochigon. Es como una bolita de esa masa
relleno de té, de judías o mi favorito de chocolate. Sin embargo, en Japón no
lo ví con la frecuencia que me hubiera gustado. Solamente lo comí un día.
También lo compramos un día en un supermercado, pero a pesar de pensar que
estaría relleno de chocolate, me llevé un gran chasco al degustar las queridas
judías rojas que les encantan a los japoneses. Ese tipo de judías son muy
dulces, demasiado para mí gusto, y suelen utilizarlas en casi todos sus postres.
El mochi te lo tienes que comer con cautela, ya que es una masa muy chiclosa y
te puedes atragantar si no lo masticas bien, de hecho leí una noticia de varias
muertes de personas mayores por ingerir mochis.
Dorayaki: Más conocido por ser el dulce favorito de Doraemon el
gato cósmico de los dibujos. Aunque también es uno de los dulces favoritos de
Carlos. Son dos bizcochos redondos y planos rellenos de anko (judías rojas
dulces) y chocolate.
Taiyaki: Literalmente significa besugo, pero nada que ver
con su traducción. No es un pescado, ni es salado, todo lo contrario: es un
dulce calentito con forma de pez. La masa es de gofre o parecido y tiene forma
de pez, está relleno. Nosotros lo comimos relleno de chocolate y al estar
caliente, parecía chocolate a la taza. Una bomba.
Ciudad con más experiencias culinarias
En Fukuoka nuestra última ciudad que visitamos en Japón, fue en la
ciudad en la que más experiencias gastronómicas, hasta entonces no testadas por
nosotros. Puede que al ir con alguien de allí, quisiera descubrirnos platos
japoneses que no habíamos probado. En primer lugar, Shabu-Shabu:
Un plato peculiar, pero muy sabroso. Te sirven trozos de carne fileteada bien
fina y puedes tener diferentes verduras, todo crudo. Después vas cogiendo los
trozos finos y los introduces en la olla que te han dejado en medio de la mesa,
tienes que tener mucho cuidado, porque esa olla está hirviendo. Una vez sacas
los ingredientes, los mueves hacia adelante y atrás (de ahí el nombre de shabu
shabu, que era el sonido que se puede escuchar) y lo mojas en salsa. Te ponen dos
tipos de salsa Ponzu (de vinagre de arroz) o goma (salsa de sésamo). La verdad,
es que aparte de que todo te sabe delicioso y sabroso, también es muy divertido
cocinarte la comida, mientras vas comiendo.
Y, después en los típicos yataí,
Yusuke nos pidió unos cuantos pinchos, en los que estaban los yakitori y un
plato más especial:
Gyutan o lengua de ternera: Un pincho que me encantó, a pesar de saber lo que era.
Aunque es cierto que nuestro amigo, Yusuke, nos dijo lo que era una vez ya lo
habíamos probado. Me dio igual que fuera lengua, el sabor de esos trocitos
pequeñitos me encantó. Era muy sabroso y la textura chiclosa, como cuando te
comes una sepia, me gustó mucho. Además al estar partido en trozos muy
pequeños, no se te hacía nada pesado.
En resumen:
De lo que no cabe duda, es que
los japoneses saben comer bien, ya que es una cocina cuidada, esmerada y
equilibrada. No pueden faltar las verduras, ya sean en tempura, crudas o de
cualquier manera, pero siempre encontrarás algún vegetal en tu plato.
Pero, a pesar de haber probado
mucha comida tradicional y no tan típica de Japón, nos quedamos con las ganas
de probar dos platos estrellas. Esos platos, algún día, no sé cuándo, pero sé
dónde (en Japón), son los siguientes:
Nos queda pendiente para la próxima visita
Fugu, pez globo: Un pescado que casi que solamente se puede
comer en algunos restaurantes especializados de Japón. Prohibido en España y en
muchos otros países del mundo por su gran toxicidad. Es considerado un manjar
altamente delicioso, pero letal. En algunos restaurantes de Japón que lo
sirven, tiene que estar cocinado por un cocinero altamente cualificado, ya que
necesitan una licencia, de hecho hacen cursos de años, para poder obtenerla: la
vida de los comensales están en sus diestras manos, ya que tienen que saber eliminar
exactamente los órganos contaminantes, incluso el cuchillo que utilicen no
puede rozar mínimamente otras partes para no contaminar el producto. La toxina
que tiene es tan mortífera y tan inmediata que no hay nada que hacer una vez
está en tu cuerpo, es similar al cianuro. Además la persona es consciente en
todo momento de cómo su cuerpo se va paralizando hasta que llega la muerte.
Puede parecer algo siniestro, pero quiénes lo han probado dicen que es
delicioso. Nosotros no nos atrevimos a comerlo, y no por no jugar a la ruleta
rusa, si no por su precio tan elevado: puede costar 90 euros, y nos daba miedo
pagar algo tan caro, para que después no nos gustase. No teníamos miedo a que
ocurriera algo, ya que se supone que si lo ofrecen, y si estás en el país en el
que son expertos, no tiene por qué ocurrir nada. Lo vimos en Osaka, pero no nos
atrevimos a entrar, primero porque no teníamos hambre y segundo, por lo
comentado, del precio. Pero, sin duda, si alguna vez volvemos al país nipón, no
dudaremos en probarlo: reservaremos algo del presupuesto, para hacerlo. Ya que
si lo comemos alguna vez de lo que no tenemos duda es que será en Japón, el
sitio especializado en prepararlo. En otro sitio, creemos que aunque tengan
licencia, es jugársela.
Ternera de Kobe: Las famosas terneras originarias de Kobe y mimadas
hasta la saciedad, para que tengan la calidad y la denominación de origen que
tienen. Sin duda, dicen que si pruebas la ternera de Kobe ninguna carne te
sabrá tan bien como esa después. No pasamos por Kobe, porque, aunque en un
principio queríamos ir para degustar la famosa carne, finalmente no estaba en
nuestra ruta. Aunque, es cierto que en otros lugares de Japón también la puedes
encontrar. Sin embargo, había tantos platos para elegir, que no nos decantamos
por ese. Ya sabíamos de su precio elevado, a pesar de que sea un pequeño trozo,
sabroso, pero pequeño. Una vez más, es uno de nuestros platos pendientes, para
una próxima visita a Japón.
También nos quedamos con ganas
de ir a un restaurante que hay en Tokio llamado: Zauo. Me lo habían recomendado, pero finalmente por falta de
tiempo no pudimos visitarlo. Este sitio tiene algo especial, ya que aparte de
comer, puedes vivir una experiencia: tendrás que pescar tu propia comida. Tiene
su aquel, ya que hay un estanque dentro del local y te dan una caña, para que
pesques tu pescado. Es cuestión de suerte, no sabes qué vas a comer hasta que
lo pescas. Puede salir algo caro, ya que puede que pesques el pescado más
valorado, puede que pesques uno que no te guste, pero no está permitido volver
a dejarlo. Juega un papel importante el destino, ya que puede que no pesques
nada, pero, para eso hay un menú especial, sin esperas. Debe ser gracioso tener
que pescar tu comida, aunque también arriesgado, por si no te gusta, por si es
muy caro o por si te pasas más de 40 minutos para que muerdan el anzuelo. Te lo
pueden preparar como tú quieras.
Y, ahora contadme: ¿Qué comida os gusta
más? ¿Qué habéis probado? ¿Con qué os habéis quedado con ganas de degustar? ¿Qué
pensáis de la comida japonesa? Espero vuestras recomendaciones.
Os dejo con un vídeo en el que recopilamos muchos de los platos comentados en este post. Vídeo temático sobre gastronomía japonesa:
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