El gran invento del verano para nuestros peludos: el pañuelo refrescante
El verano para los perros es peor que para nosotros, pasan
mucho calor. No estoy contando nada nuevo, porque es obvio que entre la manta
de pelo que llevan no encuentren un respiro en las épocas de más calor.
Empiezan a jadear con más frecuencia, se queman las patitas, sueltan más pelo
para liberarse y lo pasan francamente mal.
Este año gracias a un grupo de Facebook que se llama: Usuarios y
amigos del perrro guía, donde usuarios, familias educadoras y simpatizantes
compartimos experiencias, ví que habían publicado un post sobre un pañuelo
refrescante. Alguien le había comprado a su perro un pañuelito refrescante. A
pesar de las explicaciones, las fotos y la buena acogida que tenía, me llamaba
mucho la atención, porque seguía sin saber cómo era eso de un pañuelo
refrescante. Me surgían muchas dudas, y empecé a preguntar sobre el pañuelo en
cuestión, sobre todo si era eficaz. Toda la gente que lo tenía respondía de
forma muy positiva a este nuevo accesorio para nuestros peludos. Así que me
puse a investigar por internet en los diferentes links donde lo habían
comprado, para saber el precio y cómo funcionaba, a pesar de que ya me habían
contestado, y muchos me decían que hasta que no lo pruebas no sabes cómo es,
porque es más complicado explicarlo que llevarlo a cabo.
A finales de julio me lancé y compré el pañuelo a través de
internet. La verdad es que me gustó mucho esta página web, ya que fueron muy
rápidos en hacer la entrega. Aquí os dejo el enlace:
En este enlace encontrarás el precio, el modelo y una descripción
del pañuelo. Lo malo es que no puedes elegir talla, es talla única, pero al ser
de tela no pasa nada, porque siempre tiene solución.
Cuando me llegó el pañuelo, que como digo no tardó ni dos días,
me hizo mucha ilusión, más que nada por mi peluda. Cuando lo ví, pensé que qué
era ese trozo de tela sin más. Pero, seguí las instrucciones que ya me habían
recomendado por el grupo, lo dejé sumergido en agua en la nevera, para que
estuviera fresquita, y al cabo de una noche, eso había crecido una barbaridad.
El pañuelo de tela, dentro tiene unas bolitas, tipo las bolitas de silicona que
te vienen en algunos aparatos, y eso hace que crezca, como si el agua se
quedase acumulada dentro. Y todo lo del alrededor del cuello se convierte en
unos chorizos refrescantes. No chorrea agua, tal y como yo pensaba, un tema que
me preocupaba. Ya que una vez lo sacas de la nevera, lo secas un poco y ya se
lo puedes poner, no le deja el cuello mojado, como mucho algo húmedo y
fresquito.
Se lo compré de color rojo con huellas, ya que la otra
opción era color negro, y preferí que fuera un color vivo y que resaltase.
Aunque el color es lo de menos, siempre pienso que el negro atrae más el calor,
además mi peluda y el color negro no se llevan muy bien, más que nada, porque
lo deja su rastro, al ser de color blanquita.
¿Cómo funciona?
Como digo no hay más que dejarlo en agua un par de horas y
ya se hincha de tal manera, que el agua debe quedar acumulada dentro de las
bolitas del pañuelo, y ya está. Te dura más de un par de días, supongo que en función
del calor que haga y del tiempo que lo lleve encima, pero en mi caso, como se
lo he ido quitando, pues lo ha ido durando bastante la humedad.
¿De qué material es?
Es de tela, como un pañuelo normal, acabado en pico. Sin
embargo, todo lo del alrededor del cuello tiene unas bolitas por dentro, que no
sé de qué material es, pero es lo que hace que se hinche. Además tiene un
belcro para poder sujetárselo en su
cuello. Como he comentado, le iba muy grande, pero, de todas maneras, se lo iba
poniendo. Hasta que su abuela, mi madre, le añadió más belcro, para que le
fuera más ajustadito y le refrescase más.
¿Funcionalidad?
Funciona, sí. Yo se lo pongo cuando salimos a la calle, pero
cuando llegamos, por ejemplo: al trabajo, al haber aire acondicionado se lo
quito, porque sé que no le va a hacer falta. Lo guardo en una bolsita, y cuando
volvemos a salir se lo vuelvo a poner, para que vaya preparada ante las altas
temperaturas del verano, o el bochorno que tenemos por aquí.
¿Le gusta?
Creo que sí, y es lo que más ilusión me hace. A parte de que
veo que jadea menos. Sigue jadeando cuando hace calor, porque no es algo
milagroso y aunque le reduzca el calor,
sigue haciendo mucho para ellos.
El otro día lo llevaba en la bolsa, no pensaba ponérselo
porque estaba medio nublado y yo creía que no hacía tanto calor (aunque yo y el
pronóstico del tiempo es un caso aparte), pero sí que hacía mucho bochorno. Así
que pensé que para llevarlo en el bolso, mejor ponérselo, total, daño no le iba
a hacer. Me paré y busqué en el bolso en el pañuelo, ella se quedó atenta,
seguro que pensando a ver si sacaba algún premio. Pero cuando le rodeé el cuello
con el pañuelo, se puso muy contenta, porque debió notar el fresquito y empezó
a mover la cola y a caminar más animada.
Os dejo una foto de Kenzie con el pañuelo rojo. Está muy
guapa, pero qué voy a decir yo, si siempre lo está, pero creo que le favorece
mucho. Eso sí, ya actualizaré, porque aquí se ve que le queda un poco grande
aún. Tendré que poner otra con el pañuelo más ajustadito.
Kenzie posando con su pañuelo rojo, ponendo cara de interesante, hacia un lado. Guapa! |
Creo que es una buena opción para sofocar el calor que
padecen nuestros peludos en esta época del año. Ya me contaréis qué más trucos
y más accesorios conocéis para ellos. Gracias y ahí queda mi experiencia con el
gran descubrimiento veraniego.
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