GANANDO VISIBILIDAD
Hoy 15 de octubre es el día internacional del bastón blanco.
Día en el que se reivindica el uso del bastón blanco como herramienta de
movilidad, para
personas ciegas o con discapacidad visual. Una jornada que sirve para que las personas con
discapacidad visual o ciegas ganemos algo de visibilidad ante la sociedad. Como
siempre digo, gracias a los avances tecnológicos podemos llegar a la información
y realizar una vida normal, pero tiempo atrás cuando en el ámbito tecnológico
no se había avanzado tanto, hay que recordar que; las personas ciegas siempre tenían que moverse
con un lazarillo, acompañadas
de una persona que le ayudase en el día
a día, en sus desplazamientos. No fue hasta la década de los años 30
cuando el uso del bastón blanco empezó a arraigarse y tomar fuerza, llegando a ser un símbolo
identificativo para las personas ciegas, un instrumento que servía, que sirve, para desplazarse de forma
más segura y autónoma sin depender de nadie. En 1931
El Club de Leones de
Illinois propuso que hubiera un bastón blanco para identificar a las personas
ciegas, pero sobre todo para que tuvieran prioridad a la hora de pasar. La idea
fue acogida muy bien por la sociedad en general y poco a poco se fue
extendiendo la idea, hasta convertirse en un símbolo universal.
A partir de que el bastón blanco fuera más que una idea, más
que un símbolo y se convirtiera en herramienta de movilidad, empezó a ser de
gran utilidad para personas con dificultades visuales o ciegas. A través de un
conocimiento previo del
uso del bastón se puede conseguir una gran independencia, autonomía e
integración en la
sociedad. Gracias al bastón blanco y al perro guía las personas ciegas o con
discapacidad visual pueden realizar sus desplazamientos solos, esquivando
obstáculos y siendo parte de la sociedad.
Hoy es un gran día para recordar que, hay personas que no lo tienen tan fácil para
moverse, pero gracias a herramientas como el bastón blanco o el perro guía lo
pueden hacer, lo podemos hacer. A pesar de las barreras arquitectónicas que nos
encontramos cada día,
nos enfrentamos a un nuevo día, siendo uno más en esta sociedad que, a veces es
más ciega que quien lleva bastón blanco o perro guía. Aún hay mucho que hacer,
pero poco a poco,
gracias a los avances tecnológicos, a herramientas de movilidad y sobre todo al
conocimiento estamos avanzando, y no dejaremos de hacerlo, aunque a veces
tengamos que demostrar mucho más que los demás. Aunque a veces parezca difícil, lo conseguiremos. Falta
que la gente se de cuenta de que estamos ahí, de que podemos movernos, de que
lo hacemos, de que luchamos y de que no nos cansamos de hacerlo.
MI EXPERIENCIA
Para mí el bastón blanco no fue un gran aliado, más bien lo
veía como a un enemigo. Sí, un identificativo blanco con el que todo el mundo
sabría que tenía dificultades visuales, cuando, quizás, yo por aquel entonces, casi que ni quería asumirlo. Así que si
no asumes que no ves bien, tampoco quieres que los demás, a gran distancia, te vean, se aparten e
incluso sientan pena. No lo veía
como un instrumento para moverme, prefería chocarme. Sí, es duro decirlo, pero
así era. Hoy día con el paso del tiempo, puedo decir que aprendí a llevarlo, y
no es fácil, tienes que saber arrastrarlo bien, haciendo bien un arco en el suelo: haciendo un juego de
muñeca, e incluso coges agujetas, porque vas en tensión, cosa que no hay
que hacer, porque hasta te puedes hacer daño. Pero, no es fácil no ir en
tensión cuando no sabes con qué te vas a encontrar, con qué se va a chocar el
bastón, en qué agujero se va a
meter, o si le vas a dar a alguien o no. Porque por mucho que el bastón haga ruido, por
mucho que se vea a distancia, como he dicho, a veces no hay más ciego que quien
no quiere ver, y unos porque no ven y otros porque están pensando en las
musarañas: hay
accidentes.
Aprendí a llevar el bastón, aunque me costase, pero, al final puedo decir que me
resultó útil, tanto
como para no chocarme, como para localizar según que sitios, como para bajar
escaleras. Al final hasta le cogí el tranquillo y aprendí que me era más útil
que dañino, que la gente si te dabas con algo no te decía que mirase por dónde
iba, sabían que no veía
y me ayudaban. Servía
no solamente para moverme, sino para que la gente me identificase como persona
con dificultades visuales. Aunque me ocurre como ahora, se piensan que por
llevar perro guía no veo nada, igual que si llevo el bastón blanco, pero no
todo en la vida es blanco o negro, existe el gris, y yo estoy en ese punto intermedio
entre ver y no ver.
ANTES DE TENER A KENZIE
Para poder solicitar un perro guía tienes que haber
utilizado el bastón blanco bastante tiempo. ¿Por qué? Porque un perro no te va
a llevar dónde tú quieras, tienes que tener claro dónde quieres ir, para saber
dirigirle, para darle las órdenes. Es decir, tienes que tener una buena
orientación y eso te lo proporciona el bastón. Si siempre haces el mismo
recorrido, sabes hasta dónde tienes que girar, sabes dónde hay un bache, aunque
como me decía mi técnica de movilidad: la calle cambia cada día, es un escenario
diferente cada día, porque cuando no hay un andamio, hay alguien con una correa
extensible paseando al perro y si no otra cosa que el día anterior no estaba.
Además, para cruzar la carretera, Kenzie no sabe cuándo
hacerlo. Los perros guía no van a cruzar hasta que tú no se lo ordenes. Igual
que con el bastón, tú tienes que estar seguro de cuándo cruzar o cuando no.
Cuando no hay semáforos acústicos, o alguien que te pueda decir si es seguro hacerlo, no queda
otra que afinar el oído y saber por dónde va el tráfico.
ANÉCDOTAS
Recuerdo que una vez con el bastón blanco, yo utilizaba uno
de esos que se doblan con una goma elástica y así lo puedes guardar cuando
llegas a tu destino. Pues, con las prisas, mi ritmo rápido de siempre, en una
acera había alguna baldosa que no estaba como las demás, y eso fue casi hacer
salto pértiga. No me pasó nada, aunque algo de daño me hice en la muñeca, pero al bastón sí que le
pasó algo: se rompió.
Como pude, llegue al sitio donde había quedado con mis amigos y les conté lo
ocurrido, todos echamos una risas, pero me quedé sin bastón. Me dí cuenta que
no podía ir con ese ritmo tan
acelerado, porque no era plan de prepararme para las olimpiadas, el
salto de pértiga se lo
dejo para otros.
DIFERENCIA ENTRE BASTÓN BLANCO Y PERRO GUÍA
Hay muchas personas que son muy fans del bastón blanco y no
quieren ni oír hablar de un perro guía, quizás se han acostumbrado desde
siempre a moverse de esa manera, quizás les resulta más cómodo, quizás no
quieren tener la responsabilidad de tener un ser vivo peludo junta a ellos. Quizás…quizás hay más del porqué
prefieren un bastón blanco antes que a un perro guía, pero para gustos los
colores. Mientras uno se sienta seguro y cómodo, pues adelante. De lo que se
trata es que cada uno encuentre su mejor manera para poder realizar su día a
día de forma autónoma y segura.
En mi caso el hecho de solicitar un perro guía y tenerlo me
cambió mucho la vida. A pesar de que un perro guía no se esconde, ni se guarda
como un bastón, no me siento para nada cuestionada, ni observada y si lo hacen,
como no me doy cuenta, pues yo sigo a lo mío. A la hora de moverme voy a mi
ritmo, ahora al nuestro, porque ya somos un equipo, un tándem que nos
entendemos y vamos a nuestro ritmo, cosa que con el bastón se hubiera
convertido en ir con cuidado con las baldosas, bordillos o la propia gente. Con
Kenzie a veces no sé ni qué es lo que me esquiva, pero me siento mucho más
segura, sin esa tensión que tenía cuando llevaba el bastón, porque confío en
Kenzie, aunque pueda tener sus días menos buenos.
Cuando iba en el metro y desplegaba el bastón enseguida
escuchaba miradas. ¿Cómo se escuchan las miradas? Muy fácil, se
escuchaban susurros, asombros, y pequeños sonidos que incomodan, y todo por la
sorpresa de ver que una persona que no creían ciega, porque no llevaba ningún
distintivo, lo
era. Era como sacar la varita mágica. Entiendo que la gente no es adivina
y que pueda sorprender, pero la verdad , si ya me costaba de por sí llevarlo, eso, digamos que, no contribuía mucho a que el bastón fuera un ayudante
simpático.
Además, según
mi punto de vista, el perro guía despierta más simpatía, más ternura y no es
tan distante como la figura del bastón. Puede que me equivoque, eso lo tendréis
que decir los demás, qué impresión os da alguien con bastón y alguien con perro
guía, porque aunque yo he visto ya no lo recuerdo. Y ahora hablo de un modo muy
subjetivo.
Antes era
la chica ciega o con problemas visuales, para pasar a ser la chica del perro, eso
puede parecer una tontería, pero es así, para la gente que no sabe tu nombre,
eres la chica del perro y no la chica ciega.
FUTURO
Dicen que en un futuro las personas ciegas podrán
conducir un coche, así que ya no os digo más. Si hoy día nos podemos mover sin
la dificultad que suponía hace años hacerlo sin bastón blanco ó sin perro guía. Si hemos ganado mucha
autonomía, a pesar de que a veces, como todos, tengamos nuestros despistes y
nos desorientemos un poquito -
sobre todo si es la primera vez que vamos a un sitio, sin el recurso de
recurrir al cartel de en qué calle nos encontramos y no quedar otra que
preguntar-. Si hemos ganado todas esas batallas y hemos ganado independencia y
seguridad, no queda otra que la gente, la sociedad, nos ayude y contribuya a
una plena normalidad. Utilizamos un bastón blanco o un perro guía, como otra
persona puede utilizar coche o moto, pero sea como sea damos pasos adelante.
Por favor, ayudadnos a
no tropezar, a que el futuro sea un poco más llano, ya tenemos suficiente con
las barreras arquitectónicas. Y en este caso no me refiero solamente a la hora
de hacer desplazamientos, me refiero a la vida en general: incorporándonos en
el mundo laboral sin tantas trabas, sin tanto prejuicio, sin miedos. Contribuyendo a que esa normalidad,
ayude a la plena integración en la sociedad, ganando una independencia
económica, educativa,
formativa, accediendo
al ocio inclusivo y siendo parte de la sociedad en general y ayudando a nuestro
crecimiento personal. Gracias
a todos aquellos que nos veis. A quienes se acercan y por curiosidad nos
preguntan cómo hacemos esto o aquello, porque sabéis que lo hacemos, de otra
manera, pero lo hacemos. Algunos queréis saber y eso es bueno, porque el
conocimiento hace posible esa gran normalidad en el mundo.
¡Feliz día del bastón blanco!
 |
Bastón blanco: Día de la seguridad |