LOS COLORES DE UN SUEÑO DE ALBA DE TORO
Hacía tiempo que quería realizar esta entrada, y antes de
que acabe el año voy a hacerla. No pude hacerla antes, porque no me había
podido leer el libro, y después fueron surgiendo otras cosas…y lo fui dejando.
Pero, por supuesto, la voy a hacer y la estoy escribiendo antes de que este año
se despida. ¿Por qué tenía tantas ganas de hacer esta entrada? Porque no todos
los años alguien que conoces escribe un libro. No solamente me
apetecía escribir una entrada sobre este libro: “Los colores de un sueño”
porque lo haya escrito Alba, que también, sino que; es un libro que te hace
abrir los ojos y descubrir que las barreras solamente las pone uno. Todo se
puede superar, sobre todo si tienes un sueño. Con un sueño, con ganas de
superar las adversidades y luchando por lo que quieres, todo es posible.
Recuerdo que, Alba me comentó que había escrito un libro:
cortito, ameno y que te lo lees en un plis. Y así es, es cortito, pero con
tanto dentro y contado con tanta naturalidad que te lo lees en un momento.
Cuando me lo leí, me dio la sensación de estar sentada con Alba y estar
escuchándole. Bueno, pues en Mayo me invitó a la presentación del libro. Fue
genial, primero porque fue un reencuentro, hacía mucho que no nos veíamos, era
la presentación del libro y era en una librería del centro de Barcelona, que
estaba a tope de gente- buen síntoma-. Conseguimos asientos, gracias a la madre
de Alba, encima en primera fila. En la presentación hubo un turno de palabra
para los de la editorial: Plataforma, después habló alguien de la Fundación
Vicente Ferrer, y también una compañera de Alba – que había estado con ella en
la India- Y por fin, llegó el turno de palabra de Alba. Su voz no era la misma
de siempre, los nervios hacían que su voz le delatará esos nervios. Aparte de
una risa nerviosa que es difícil ocultar ante tanta emoción. Pero, lo
importante no era su voz, si no lo que contó, tanto ella como su compañera.
Ester, la otra profesora que había estado con ella en Anantapur, nos contaba
con mucha gracia anécdotas que habían vivido juntas y todo lo que había
aprendido de Alba. Alba, con mucha naturalidad, nos relataba la experiencia de
estar en la Fundación Vicente Ferrer. Todas esas palabras de superación y
anécdotas, estaban aderezadas con un olor a incienso que te transportaba a la
India . Se respiraba muy buen rollo. Me emocioné con algunas palabras, porque
gracias a personas como Alba, se demuestra que da igual la discapacidad que
tengas, que todo es posible.
Cuando terminaron los coloquios, llegó el paso a que todo el
mundo que quisiera y hubiera comprado el libro, pasase a que Alba les firmase
el libro. ¿Cómo iba a firmar un libro una persona invidente? Muy sencillo, Alba
se las ingenia todas, y había venido más que preparada con su Perkins. La
Perkins es una máquina de escribir en Braille. Así que, ella escribía con su
método, y les daba un alfabeto braille a todos aquellos que tuvieran la
dedicatoria, para que luego se entretuviesen descifrando la nota que había
dejado plasmada en el libro. Me encantó esa iniciativa, por una vez, el mundo
al revés, todos adaptándose a nosotros, y haciendo un esfuerzo, en vez de que
sea como siempre. Mientras ella estaba en esa labor, yo estaba por conseguir un
libro, ya que se habían agotado. Decir que todos los beneficios conseguidos,
como muestra de generosidad de Alba, van destinados a la Fundación
Vicente Ferrer.
Cuando llegó mi turno, ví que no paraba de teclear, ya le
dije que no se pasase…pero basta que dices algo, para que la provoques
más. Confieso que, gracias a que iba con Loles, y me descifró de una
manera fluida el contenido de la dedicatoria. Sé que es trampa, pero siempre
yendo a lo fácil. Si no, creo que, aún estaría intentando adivinar lo que
me escribió. Bueno, no hace falta exagerar, pero en el momento, no
hubiera sido capaz, y gracias a Loles, supe que me había puesto casi al
momento. Unas palabras que te animan a seguir luchando día a día.
A parte de una presentación maravillosa, una charla increíble
y del reencuentro. Os voy a contar de qué va el libro: LOS COLORES DE UN SUEÑO
Tardé en poder leerlo, porque lo compré en tinta, cosa que
no me servía de mucho para mis ojos. A pesar, de que algún que otro capítulo,
tuve la suerte, de que me leyesen. Pero, al fin, a pesar de tardar, la ONCE lo
publicó en audiolibro, y al fin pude escucharlo. Me lo leí en nada y menos, por
las ganas que tenía de hacerlo, por lo cortito y ameno que se hace.
Y ahora, vamos al tema….
Porque todos tenemos cosas que contar, porque de todo y de
todos se aprende. Solamente tenemos que escuchar. Y escuchando el libro de
Alba, he aprendido muchas cosas: los límites solamente los pones tú, para
llevar algo con naturalidad tienes que hacer que sea natural, y sobre todo que
los sueños se cumplen.
El gran sueño de Alba era ir a la India, no sé de dónde le
nació esa pasión por la India. Pero, desde pequeña le llamaba ese país. Durante
su vida ha estado en diversas ocasiones en ese país que tanto le apasiona. Sin
embargo, la vez que más tiempo ha estado fue en 2011, donde estuvo más de un
año. Allí vivió y sintió como es en realidad el país y su gente. A través de un
diario, “Diario de Anantapur”, nos va relatando en fragmentos como era su día a
día en la Fundación Vicente Ferrer, donde ejercía de profesora de vida diaria,
para niños invidentes. Les enseñaba a manejar el ordenador con programas
adaptados, a vestirse y hasta a cocinar. Algunas cosas inéditas, para algunos
de los niños que se sentían apartados por la familia. Pero, ella y gente de la
fundación, les hacían sentir útiles, porque aunque tengan una discapacidad lo
son. Solamente hace falta enseñarles. Esos capítulos del Diario , en los
que relataba cómo había ido el día, anécdotas, sensaciones, olores y demás, van
intercalados de su propia experiencia.
Empezando con una presentación de cómo es ella, y cómo
escribe, con un programa informático que tiene un sintetizador de voz…de esa
presentación pasando a contar aspectos de su vida tales como: el tratamiento de
naturalidad que le dieron sus padres, explicándole todo. El paso por el cole y
sus compañeros, donde explicaban a los compañeros de clase que los ojos de Alba
estaban en sus manos y todo se lo tenían que enseñar, haciendo que ella tocase
todo. El paso por el instituto y su adolescencia. Pasando por su etapa de esquí
en la ONCE y el cambio de vida que le proporcionó Tory, su perra guía,
consiguiendo mayor libertad de movimiento. Entre otros temas, que se van
intercalando con el diario de Anantapur.
Es un libro ameno, divertido, que te lo lees en un momento.
Además de observar cómo ha ido saltando las barreras que se ha podido
encontrar, ante todo demuestra, como ella misma, un optimismo claro. Por
supuesto, no todo es de color de rosa, pero ante todo, es una cuestión de
actitud, si tienes una actitud optimista todo se verá desde otra perspectiva. A
parte de la actitud, si tienes la ayuda de amigos, familia y de
adaptaciones todo es más fácil. De ahí a las reflexiones que se hace Alba en
cuanto a los niños de la India, porque sabe que no lo tendrán tan fácil como
los que estamos en un país más desarrollado.
Si queréis revivir las experiencias de Alba, viajar a la
India, ver cómo es su vida y sobre todo aprender, os recomiendo: “Los colores
de un sueño” . Un libro totalmente recomendable, aparte de para aprender de
las experiencias de Alba, para contribuir con la ayuda de los niños de la
Fundación Vicente Ferrer, porque, como ya he comentado, los beneficios van
destinados a la Fundación. Un buen regalo para Reyes.
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