Buscando trabajo
No pensé que la ardua labor de encontrar trabajo fuese tan complicada. Sí, por supuesto, nos habían advertido por activa y pasiva de lo difícil que nos resultaría encontrarlo. Pero, siempre piensas que no será para tanto, que todo es cuestión de ponerse que si uno quiere puede.
No hay duda que quien no quiere trabajar, lo tiene fácil diciendo que está muy mal la cosa y que para qué se va a poner a buscar, si no hay nada. Pero, en nuestro caso, no es así. Cada día enviamos currículum, porque alguna que otra oferta hay. Eso sí, no cabe duda –lamentablemente-, que para mí es más complicado encontrar ofertas. No es porque haya realizado una carrera muy específica, que también (ya que yo sabía que filología hispánica no tenía muchas salidas laborales), más que nada lo complicado es encontrar trabajo teniendo una discapacidad. En mi caso es una discapacidad visual, pero da igual del tipo que sea. Creo que queda muy bonito de cara al pueblo el hecho de decir que hay que integrar a las personas con alguna discapacidad. Sin embargo, a pesar de ello, todavía hay muchos prejuicios. Los empresarios no se atreven a contratar a personas con algún tipo de discapacidad, y sé que estoy generalizando, pero así es. Estamos en una época delicada para arriesgar, y aunque las empresas obtengan beneficios fiscales (casi como haciéndoles un favor por hacer “una obra caritativa”) no se arriesgan por apostar por personas con algún tipo de discapacidad, Podrán ser personas con carrera universitaria, con todos los másters que quieran, posgrados y todo lo bien preparados que hayan podidos, pero a pesar de todo siguen con una mentalidad un poco chapada a la antigua y no piensan que podemos realizar las mismas funciones que los demás.
Algunas de las “excusas” para no contratarnos es el hecho de no tener experiencia, pero qué experiencia pretenden que tengamos si no nos dan una oportunidad para demostrar lo que valemos. No estoy hablando por mí solamente, ya que conozco a muchos compañeros invidentes que están en la misma situación que yo, y todos muy bien preparados para realizar sus funciones.
Los trabajos que pueden surgir o son practicas no remuneradas, o lo son pero cobrando algo indignante, o bien algún trabajo en el que por mucho que te intenten integrar laboralmente no lo hacen a final de mes, porque se ve reflejado en el sueldo.
Muchas personas aún creen un cuento, no sé de donde lo han sacado, pero está muy alejado de la realidad. Cuando ven a una persona invidente, afiliada a ONCE, piensan que por estar afiliado a esta organización ya pasas directamente a un puesto de vendedor de cupones. Primero, para nada es así, porque no todo el mundo puede solicitar el puesto de vendedor, imaginaros si todos los que tenemos alguna dificultad visual nos pusiéramos a vender, estarían las calles repletas. Y si ya casi no hay quioscos, y muchos de los vendedores tienen que vender en la calle, no quiero ni imaginarme esa situación. Además, tengo un compi, que sí que es vendedor y está un poco harto: Primero, porque tiene que vender un mínimo para tener el sueldo base (que es indignante), es decir, tiene que hacer muchas más horas de las que están redactadas en el contrato para poder llegar a ese mínimo. También me comentaba que donde el trabaja hay saturación de vendedores con lo que se refleja en la venta. Y por último, tampoco hacen contratos indefinidos, ni mucho m menos. Aparte, no es por nada, pero mi amigo está muy bien preparado habiendo realizado su licenciatura en periodismo y llegando a haber hecho diversas prácticas en diferentes medios de comunicación, todo ello sin que hayan sido remuneradas. Dejando de lado la preparación de cada uno, para nada es vergonzoso trabajar de cuponero, si no fuera por el sueldo y las condiciones laborales que ello conlleva.
Sé que estamos en época de crisis y que no se pueden pedir milagros. Pero, que no intenten mostrar una realidad que para nada se asemeja a la que hay.
Una de las lanzas que quiero romper es que la integración laboral queda muy bonita en boca de las campañas publicitarias, pero si no hay trabajo, tampoco arriesgan por nadie. Segundo, la ONCE no da trabajo a todo el mundo de suponeros, porque valemos para algo más. Y tengamos o no alguna discapacidad estamos preparados para realizar todas o casi todas las funciones que realiza una persona sin ningún problema. Tercero, una persona sin desconocimiento se puede preguntar cómo una persona que tiene dificultades visuales o que no ve nada, puede llegar a cumplir sus objetivos laborales. Sin tener en cuenta, que actualmente, hay muchos medios para saber qué hay escrito en todas partes: empezando por ayudas ópticas y acabando con lectores con sintetizador de voz. Así que cualquier documento que este en formato digital, lo podemos leer sin dificultad, y si no lo está siempre se puede escanear, y si no se puede escanear, y no se puede convertir en formato digital, los que tanto critican, pueden arrimar el hombro, sobre todo los ojos y prestárnoslos por unos segundos. Así, entre todos, y aunque me haya centrado en mi problema como es la visión, haya la dificultad que haya, entre todos, colaborando, solidarizándonos y siendo más comprensivos podemos llegar lejos. Solamente necesitamos que alguien nos demuestre que confía en nosotros y nos dé una oportunidad. Solamente, pedimos una ocasión para hacerles ver que valemos.
Con esto no quiero decir que no haya integración laboral, la hay, poca pero la hay. No vamos a generalizar tanto y dejar de lado a las empresas, fundaciones y organizaciones que sí que confían en nosotros como profesionales. Quisiera dar las gracias por ello y espero que poco a poco, sin ánimo de que se aprovechen, nos dejen demostrar que valemos y nos den cada vez más oportunidades. También tendría que decir, que al menos en España sí que nos dan la opción de integrarnos, en otros países, como si fuéramos algo no visible, aparten lo que para ello es el problema, y simplemente les dan una pensión para que se queden en casa y no “molesten”. Espero que poco a poco, nos unamos más y más y todo esto vaya cambiando porque la época de la inquisición donde quemaban a las personas ya ha pasado. Y si el día a día no nos resulta tan fácil como a otras personas que pueden ver, oír, caminar sin dificultades, por lo menos que no nos pongan más limitaciones, que ya tenemos suficientes. Un poquito de por favor.
Buuf! No sé si he resumido que nos está costando encontrar trabajo o no. Sé, que para variar y no dejar de ser yo, me he ido por los cerros de Úbeda. Pero me he quedado más a gusto que un arbusto. Refleja como me siento y como se sienten algunos que están en una situación parecida a la mía, y he vomitado todo lo que no me atrevo a decir por ahí por no dar explicaciones a nadie. No tengo porque dar explicaciones, pero si dejar claro que nosotros podemos. Así que seguiré con mi frase: si quieres, puedes.
Ánimo a todo el mundo en está época en la que se congela todo. Abrigaros, sonreíd e intentad ver el lado positivo de todo, que aunque esté escondido siempre hay algo bueno que no sabemos valorar.
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