LA MALETA DE PILI
Blog de Pili: una maleta en la que cabe de TODO. Desde: Viajes, experiencias, recuerdos, aventuras, anécdotas, historias y mucho más. Siempre habrá espacio para ir rellenando huecos, contándolo desde un punto de vista diferente, el de Pili. No tiene exceso de contenido.
domingo, 17 de septiembre de 2023
9 meses volando junto a ti
sábado, 31 de diciembre de 2022
Vuelo 2022
domingo, 18 de septiembre de 2022
Felicidades mi querida Kenzie 💖🎂🦮
jueves, 31 de diciembre de 2020
2020: 10 años del blog, y vete por favor
Una década se dice pronto, pero la maleta cada vez pesa más. Justo este maldito año, se han cumplido diez años de nuestra aventura Dublinesa. Íbamos perdidos, sin dominar el idioma, sin alojamiento, sin trabajo, pero con muchas ganas, muchas ilusión y con ganas de vivir la experiencia.
El blog lo creé con el propósito de ir escribiendo con frecuencia sobre nuestra aventura irlandesa. Creo que no logré mantener unas rutinas a la hora de escribir; aunque se hizo lo que se pudo. Sin embargo, ha servido de mucho más que para plasmar aquella experiencia de un año por Irlanda, ya que después de esa he ido acumulando más viajes, vivencias y temas varios que he ido compartiendo por aquí.
Algunas entradas estaban relacionadas con viajes, que siempre pueden venir bien para futuros viajeros al destino. Aunque, en realidad, quien lo haya leído sabe que más que un blog de viajes es personal. Soy de la opinión, que un viaje, un evento o una escapada no se rige por el destino, por el acontecimiento o por su gente, sino que es un cúmulo de sensaciones y cada uno lo vivirá a su manera. A mí me gusta relatarlo a mi manera, porque las letras pueden servir de álbum de recuerdos. Por supuesto las fotografías, que, siempre que puedo, añado. Sin embargo, las palabras escritas en primera persona sobre algo da el toque subjetivo.
Más adelante incorporé algunos libros leídos, porque en una maleta hay cabida para todo. En ocasiones, en el equipaje también metemos algún libro. Y si no es de forma literal, los libros y sus historias pueden ser un pasaporte para viajar sin moverte.
De ahí me atreví a publicar algunos relatos; porque si es un blog para escribir, ¿por qué no generar más letras con creatividad? relatos que te pueden llevar a descubrir nuevos rincones, aunque sean inventados. Viajamos gracias a la imaginación.
Hubo post sobre historia y curiosidades; porque de igual modo que al viajar es interesante saber sobre la historia y sobre las curiosidades; en nuestra vida real también hay mucho por lo que saciar nuestras curiosas mentes.
También ha habido cabida, y siempre que tenga la oportunidad lo haré, para hablar sobre la discapacidad visual que padezco. Desgranando las zancadillas que nos encontramos, en otras cómo nos manejamos y cómo es de importante la accesibilidad. Presentar a mis perras guía creo que era más que necesario, porque forman parte de mis vivencias. Además de que, espero que en cierta manera haya ayudado a divulgar el gran trabajo que realizan nuestros guías y lo importante que son para nosotros.
En diez años hay mucho que contar, 200 entradas, un poco de todo. Algunos post que son para leer en varios días por lo largos que son y otras mini entradas. Pero en todos los escritos hay algo de mí; principalmente tiempo, cariño y sentimiento.
En este blog personal me atreví a desnudar mi alma y compartir preocupaciones, felicidad, angustia y me sirvió para rendir homenaje a los que durante estos años nos han dejado. Últimamente en este año que odiamos con ganas todos he escrito demasiadas entradas de despedida.
Así que, a pesar de que me había planteado ponerle punto y final a esta aventura que empezó hace diez años, no voy a despedirme. Ahora mismo no creo que vaya a escribir con la frecuencia que debiera, y sé que no es un blog que se centre en un tema; que sería lo ideal. Pero seguiré, a pesar de que me falte uno de mis mayores fans, uno de los lectores que más me comentaba y el que siempre ha estado apoyando todas mis aventuras, por muy alocadas que fueran él estaba para escucharme, leerme y decirme que me enrollaba mucho. Seguiré escribiendo, porque sé, quiero creer, que desde dónde esté, él querría que siguiera escribiendo algún post y quizás hasta me lee....
Gracias a los que alguna vez os pasáis por aquí; el tiempo es un bien preciado y que unos minutos de tu existencia los dediques a leerme; ya es mucho. Pero, sobre todo gracias a los incondicionales, los que desde hace diez años, incluso antes, formáis parte de mi vida.
Se acaba un año que nos ha golpeado hasta en lo más profundo de nuestro ser. No sé porqué se ha comportado tan mal con nosotros. Le recibimos con la gracia que tenía tener un año con tantos ceros; decíamos con tanto cero tendrá que ser redondo. Y nos la ha devuelto con ganas dejándonos bajo cero. Nos ha robado todas las ilusiones, todos los planes y a los nuestros. Este año sin lugar a dudas, nos ha cambiado la vida.
No puedo hacer un balance, porque ha estado marcado por la incertidumbre, por la esperanza que se nos escapaba de las manos, por la impotencia, por la frustración, por el miedo, y por enfrentarnos a vivir de nuevo sin los nuestros. Podríamos decir que el culpable no es el año en sí; si no la situación generada por el maldito bicho. Un bicho invisible que puede con todo y con todos. Sin embargo; no voy a buscar culpables; a pesar de que tengo una lista bastante larga; me voy a basar en los hechos.
Los hechos son que nos hemos quedado sin el motor de nuestras vidas; él que tantas cosas tenía por hacer; tantos sueños y tantas expectativas puestas en este maldito año. Nos hemos quedado desamparados, sin risas, sin consejos, sin sueños, ni planes de futuro. Nos hemos quedado surcando los mares de este 2020 maldito. Este año será recordado históricamente por la pandemia y sus consecuencias. A nivel personal será recordado como el año trágico; y que está lleno de desdichas. Yendo en una montaña rusa de emociones; hasta que todo terminó sin más; con un frenazo en nuestras vidas del que aún nos resentimos.
Solamente pido al nuevo año que sea más benévolo con nosotros; ni me atrevo a decir un feliz año; solamente una tregua, nos la merecemos. El 2020 fue recibido con alegría, ilusión y era muy esperado; porque era el que iba a ser el año redondo y nos lo devolvió robándonos todo; así que solo pido que este nuevo año se comporte mejor para todos.
Nos seguimos leyendo. Gracias por estar y cuidaros
jueves, 24 de septiembre de 2020
Cumpleaños de Kenzie y Leia
Felicidades a mis incondicionales peludas
Recientemente mis peludas han cumplido años. Mi yin yang se va haciendo grande, van ganando experiencia y van conociéndonos más
Este año salido como de una novela de Stephen King está
siendo raro y terrorífico para todos. Las peludas también han sufrido sus
consecuencias. Ellas a su manera también lo han pasado mal con el
confinamiento. Sacándoles de su rutina. Viéndonos con angustia y sin poder
hacer nada. Ellas que son parte de la familia, se han contagiado de nuestros
nervios, nuestra incertidumbre y nuestro miedo. Ellas, a pesar de todo, han
estado apoyándonos: moviendo la cola, dándonos más mimos de lo habitual,
trayéndonos peluches y pelotas para distraernos, y siendo nuestras mantas donde
abrigarnos y calmar nuestra ansiedad. Ellas han estado a nuestro lado en
aquellas noches de vigía. Vigilando que estuviésemos, intentando que
durmiéramos, lamiéndonos esas lágrimas que caían. Ellas han estado a la altura
sin que nadie se lo pidiese, sin recibir recompensas ni aplausos de más. Ellas,
sobre todo Kenzie, han notado que faltaba alguien en casa. Se olían que la cosa
no iba bien, lo buscan. No entienden qué ha pasado. Nosotros tampoco. Mi padre,
quien se atrevía a sacar a las dos a la vez y después me enviaba el informe de
lo que habían hecho, ya no podrá sacarlas más. A él cada vez que las veía se le
dibujaba una sonrisa, le hacía ilusión verlas porque enseguida iban a
saludarle. Ellas no pudieron verlo en el hospital. Nosotras tampoco, excepto
cuando íbamos a despedirlo. En aquellas ocasiones ellas nos abrazaban y nos
daban ánimos: se quedaban solas en casa, esperando a que apareciésemos. Seguro
que esperando a que viniéramos de nuevo con él. No pudo ser.
Si siempre les he agradecido que estuvieran a mi lado, que me
guiasen y me dieran la autonomía que necesitaba; ahora si cabe estoy mucho más
orgullosa y más agradecida de tenerlas junto a mí. Son parte de mí. Son quien de
verdad me conocen, más que guías, más que peludas; son mis ángeles protectores,
mis guardianas.
El pasado 6 de agosto Leia cumplió 3 años. Ya se nota que
está más alta, más ancha, en definitiva: ha dado un estirón. Aunque sigue
teniendo alma de cachorra.
Se hace grande, está más alta, más robusta y más adulta. Y,
el viernes día 18 de septiembre su hermana, Kenzie, cumplió 13 años. Ya se ha
convertido en una yaya, pero parece que haya rejuvenecido gracias con la
llegada de Leia.
Gracias a su apoyo incondicional, estos meses tan difíciles
los hemos podido ir sobrellevando.
Ahora están más, por mí y por mi madre, sin
alejarse de nosotras. Saben que las necesitamos más que nunca y ellas no dudan
en ser nuestra sombra, agasajándonos con movimientos incesantes de cola,
mostrándonos su cariño y haciendo monerías para evitar que caigamos en
pensamientos que ahogan.
Ellas son nuestra salvación. Siempre lo han sido, pero no
puedo estar más orgullosa de tenerlas y de que estén a mi lado. No son simples
perras, no son perra guía, son mucho más que familia. Se podría decir que son una
prolongación de mí, ella saben, con un sexto sentido lo que ocurre, a veces
hasta me atrevería a decir que saben lo que pensamos y saben transformar
nuestras emociones.
En el mes de agosto cuando Leia cumplió 3 años quisimos que
fuera un día especial para ellas. No lo estábamos pasando bien, pero se
merecían que fuera un día especial, fuera de casa. Tuvo sus regalos. Juguetes
con los que se distrae, como un peluche que le ha cogido cariño. También fuimos
a un parque, donde se desfogó a lo lindo corriendo con otros peludos.
En cambio, el cumpleaños de Kenzie no ha sido tan especial,
aunque se lo merezca, incluso más. Pero, la vuelta a la “nueva normalidad”
y la climatología no ayudó. Muchas personas la felicitaron, aunque ella se
quedase igual. Tendrá su momento para disfrutar corriendo, porque a pesar de
sus años y de la artrosis aún tiene arrebatos de correr.
Los años pasan para todos, para ellas también. Es un regalo
tenerlas a mi lado. Gracias a las casualidades de la vida me tocó conocerlas y
con Kenzie ya son casi doce años a su lado, conociéndonos día a
día. Y Leia, aunque tenga otro carácter y lleve menos tiempo con nosotros
también es cariñosa y va siendo una más de la familia.
Orgullosa de tenerlas. No tan solo por facilitarme la vida en
mi autonomía, porque, como he dicho, son mucho más. Son amores incondicionales.
jueves, 25 de junio de 2020
Nunca imaginé estar sin tí
Nunca imaginé que algo así podría pasar…
miércoles, 25 de marzo de 2020
Volarás en nuestros corazones
D.E.P - RUFI -2013/2020 |