domingo, 17 de septiembre de 2023

9 meses volando junto a ti

9 meses in & out 
Hoy domingo 17 de septiembre estamos de cumple mes:  Aday cumple 9 meses. Ya lleva el mismo tiempo dentro de mí que fuera. Durante estos meses le hemos visto crecer a pasos agigantados. Estamos descubriendo  un mundo nuevo, o mejor dicho: estamos conociendo a una personita. No dejamos de sorprendernos; tanto de cualquier cosa que hace como de nosotros mismos. Es un viaje imparable de emociones que brotan a cada paso. Se mezclan miles de sentimientos que llegan a abrumar, empezando; sin duda: por una felicidad que creíamos ya  olvidada, siguiendo por miles de interrogantes que se agolpan al ser primerizos y no saber si lo estamos haciendo bien o no; aunque no cabe duda que todo lo hacemos por su bienestar. 
Hasta que no nos hemos introducido en el viaje sin retorno de la paternidad no sabíamos de la importancia de dormir. Y no hablo ya por nosotros; sino que al pequeño guerrero le va mucho la fiesta y le cuesta caer roque, a pesar de que se restriegue los  ojos, se toque la oreja y se le caiga la cabeza, te lo pone difícil para dormirle; pero son retos que tras unas cuantas canciones, meneos, ruido blanco y sobre todo teta; se consigue. 
Haciendo un repaso de los nueve meses dentro y fuera: 
Durante casi todo el embarazo me lo pasé con miedo; miedo a que algo no saliese bien; quizás por eso fue muy cautelosa a la hora de gritar a los cuatro vientos la buena noticia. Al principio tuvimos algún que otro susto, en el que el garbancito demostró ser un guerrero y poder ser más grande que cualquier adversidad. Durante el segundo trimestre ya empezamos a dar la noticia y nos enteramos que sería un nene. Él empezó a hacerse notar con pataditas y a crecer considerablemente. Y fue cuando empezamos a llamarle Aday, y veíamos que le pegaba ese nombre; principalmente porque nos gustaba como quedaba, Aday el guay. Y cuando ya empiezas a llamarle con ese nombre difícilmente se lo cambiarás.  Y cuando llegó el tercer trimestre ya pesaba bastante más, pero no solo él; si no: yo. Me daba por comer y eso de que tienes que comer por dos no es así; pero costaba mucho mantenerse al margen con los ataques de hambre. El ginecólogo me dijo que dejase de lado los dulces, los frutos secos y el pan; pero yo me hinché al puro estilo muñeco Michelin. Lo del peso me preocupaba vagamente, aunque es cierto que funciones diarias como atarme las deportivas, o ponerme calcetines se volvían toda una odisea. Mi mayor preocupación era cómo actuar cuando llegase el momento que Aday quisiese salir. Sí, hice cursos de preparación al parto; pero en vez de ayudarme me ponían más nerviosa. Durante el último mes me tuvieron que ingresar por hipertensión gestacional; que afortunadamente ha desaparecido; pero me mantuvieron controlada a la espera de pruebas para descartar una preclamxia. Todo bajo control y no tuvieron que sacar al guerrero antes de tiempo. Aunque al tener ese diagnostico el Dr. dijo que era mejor no demorarlo más allá de la semana 40. Así que finalmente Aday llegó al mundo el día previsto de parto a través de una inducción. 
Así contado parece que los meses pasaron volando, y en cambio a mí entre eco y eco se me hacían mundos eternos. Y es que las eco esperas ya me habían advertido que eran una tortura y es que hasta que no vas y no ves que todo sigue bien no respiras con tranquilidad. Cada semana leíamos cómo sería, cuánto pesaría, qué fruta sería y qué órganos se estarían creando. Todo magia albergar otro ser dentro de ti. 
9 meses fuera 
Y llegó Aday a este mundo. Y empezamos a descubrir  que los pulmones los tenía a tope, porque se ponía a berrear como si le estuviesen torturando. Y llega el momento de las mil preguntas a la vez, será el pañal, será que tiene hambre, frío, calor, sueño. Y cuando has probado de todo y has ido descartando,. y no sabes cómo calmarle se te parte el alma. Y es que durante el primer trimestre el pequeño sufrió de cólicos; o al menos eso nos dijeron que eran esos llantos inconsolables por las noches..  
Durante el segundo trimestre parece que los llantos remitieron, al menos por las noches; ya que a él eso de que le muevan de sitio y que le cambien nunca le ha gustado. Sin embargo; empezó a regalarnos más sonrisas, incluso risas y a estar más despierto. Y ya no os cuento el cambio que ha dado en este último trimestre; empezando por la alimentación complementaria que se come todo lo que le ponemos y si te descuidas te coge de tu plato. Sin duda, de lo que no cabe duda es que con la alimentación nos lo ha puesto fácil, sobre todo a mí que no veo y a veces no acierto con la boca, pero él busca la cuchara y se lanza con la boca abierta a por ella. Y mientras haya pan él es feliz y te deja comer tu comida; si no cómo es normal también reclama lo suyo aunque acabe de comer.  Ahora ya le ha empezado a salir un diente abajo y está de camino otro al lado. Y se ríe mucho. Además de decir las dos palabras que más anhelábamos oir: papá y mamá. Es cierto que las dice sin intención, no las dice para llamarnos; pero a nosotros nos vale y nos suenan a música celestial después de su risa a carcajadas, esa que va seguida de un hipo incesante. 
Además desde hace un par de meses ya se mantiene sentado; y empieza a moverse como un gusanito y se vuelve a sentar él solo. No gatea, pero hace por ponerse de pie; sobre todo si se puede encaramar no dudará  en hacer de casteller y trepar o simplemente mantenerse erguido; y entonces se gira con cara de pillo y te dedica una sonrisa que remarca sus hoyuelos y te dice sin palabras: "lo he logrado". 
Y hoy aunque no sea un año lo celebramos como cada día; porque cada día es todo un regalo. Sin embargo; hoy en este cumple mes quería hacer un paralelismo del mismo tiempo de gestación y del que lleva descubriendo mundo aquí fuera. 
 
Y termino estas líneas subrayando lo que todos nos decían: el tiempo pasa volando, aprovechad cada segundo con él. Así que os dejo para estrujarle un poquito más y comérmelo a besos antes de que crezca más.  Además, no he contado que ya ha empezado la guardería; y aunque es el más pequeño de clase y va un par de horas, creemos que le vendrá muy bien para adquirir rutinas; así que en breve a dormir. 

sábado, 31 de diciembre de 2022

Vuelo 2022

Vuelo 2022 destino 2023 

Avión de papel



Embarcamos en 2022 aún con restricciones por una pandemia que no termina nunca, y que cuando parecía que sí; nos sorprendía con otra variante y otra oleada de casos paralizaba nuestras vidas. Sin duda, a nivel personal; cuando hacía 13 días del 2022  tuve que decir un hasta pronto muy doloroso a Kenzie. Aún al recordarlo miles de agujas se me clavan en el alma. Quiero pensar que hicimos lo mejor en sus casi 14 años de vida y tomando una de las decisiones más duras de mi vida....sin embargo, es inevitable que nos acordemos de ella. No tan solo fue mi primera perra guía, sino que sabía dejar huella con su carácter y su empatía. Me quedo con haber tenido el placer de haberla conocido, y sobre todo quiero pensar que algún día nos volveremos a juntar todos. 

Los meses fueron pasando, sobrellevando la falta de la peluda y sorteando la tristeza. Siguiendo adelante por el resto de peludos, por nosotros y porque quienes nos han dejado así lo querrían. Además quedaban muchas más sorpresas para este año que hoy despedimos.  Y es que llegaba el momento de dejar de lado el vértigo, cogernos de la mano y aventurarnos en otro viaje juntos, Carlos y yo. En esta ocasión era un vuelo, en el que juntos dejamos de fumar, y nos apretamos el cinturón para volar bien alto durante 9 meses: un vuelo con destino a la maternidad. 
Y sí, hace justamente 14 días llegamos a nuestro destino: Aday. Un mundo nuevo, lleno de ilusión, en el que poco a poco vamos a ir conociendo a una personita que hace que todo tenga una mirada diferente. 
Así pues, si acabamos el año volando bien alto y aterrizando en esta nueva realidad que es ser padres; el nuevo año 2023  no puede tener aires desfavorables; porque solo deseamos salud para seguir agarrados de la mano, conociéndonos y descubriendo mundo pasito a pasito. 
Feliz año a todos! Deseando que se cumplan los mejores deseos. Apretaros bien el cinturón y atreveros a volar y soñar...aunque de vértigo a veces merece la pena volar bien alto...aunque a veces haya retrasos y parece que nunca vayamos a despegar...pero todo llega. 

Mano de bebé agarrando dedo de su madre




domingo, 18 de septiembre de 2022

Felicidades mi querida Kenzie 💖🎂🦮

Besos al cielo! Felicidades, Kenzie! 
Allá donde estés, espero que te llegue mi felicitación. Hoy hubieras cumplido 15 años y se me hace muy raro pasar uno de tus cumpleaños sin ti. El 13 de Enero te tuvimos que dejar marchar y ha sido una de las decisiones más dolorosas de mi vida, pero tú bien sabes que TODO lo que hicimos siempre fue por tu bien. Nunca quisimos que lo pasases mal, ni sufrieras. En algunas ocasiones seguro que no acertamos, pero, de lo que no te puede caber duda, es que todo lo hicimos descde el cariño y lo mejor que creímos. 
Durante estos días, no sé si síntoma de que llega tu cumpleaños o que yo estoy más sensible, me acuerdo mucho de ti y te añoro más de lo habitual. Aún se me hace muy raro no encontrarte por casa, y, sabes? Aún hay gente que pregunta por ti, y es que tú dejaste un@ huella imborrable en todos los que te conocimos. A veces, me sabe mal por tu hermana Leia, y es que las comparaciones son odiosas, y como es tan pasotilla en todos los sentidos; pensamos en que tú hubieras actuado de una manera diferente ante situaciones que nos encontramos; y es que tú eras mucho más empática y parecía que supieras que nos pasaba en cada momento; siempre haciendo de mamá protectora. Leia no es así, y es que no tenéis porqué ser iguales; ella es muy modosa y callada, cuanto menos moleste mejor: ese debe ser su lema. Y es más hija, que busca que le protejamos que no al revés. Pero eso ya lo sabía, por eso os llamaba "mi yingyang", porque no podíais ser más diferentes, pero os complementabais.  Yo creo que ella también te echa de menos, aunque sea mucho más reservada. 
Llevo muchísimo tiempo sin dejar rastro por el blog: la apatía y el desanimo de continuar escribiendo se había apoderado de mí. Sin embargo, tú, como siempre, me has animado a que dejase unas líneas por aquí. No podías dejar de aparecer y menos en un día como en el de hoy. Felicidades, mi peluda preciosa. Te quiero, espérame que nos volveremos a reencontrar.  



jueves, 31 de diciembre de 2020

2020: 10 años del blog, y vete por favor

Una década se dice pronto, pero la maleta cada vez pesa más. Justo este maldito año, se han cumplido diez años de nuestra aventura Dublinesa. Íbamos perdidos, sin dominar el idioma, sin alojamiento, sin trabajo, pero con muchas ganas, muchas ilusión y con ganas de vivir la experiencia.

El blog lo creé con el propósito de ir escribiendo con frecuencia sobre nuestra aventura irlandesa. Creo que no logré mantener unas rutinas a la hora de escribir; aunque se hizo lo que se pudo. Sin embargo, ha servido de mucho más que para plasmar aquella experiencia de un año por Irlanda, ya que después de esa he ido acumulando más viajes, vivencias y temas varios que he ido compartiendo por aquí.

Algunas entradas estaban relacionadas con viajes, que siempre pueden venir bien para futuros viajeros al destino. Aunque, en realidad, quien lo haya leído sabe que más que un blog de viajes es personal. Soy de la opinión, que un viaje, un evento o una escapada no se rige por el destino, por el acontecimiento o por su gente, sino que es un cúmulo de sensaciones y cada uno lo vivirá a su manera. A mí me gusta relatarlo a mi manera, porque las letras pueden servir de álbum de recuerdos. Por supuesto las fotografías, que, siempre que puedo, añado. Sin embargo, las palabras escritas en primera persona sobre algo da el toque subjetivo.

Más adelante incorporé algunos libros leídos, porque en una maleta hay cabida para todo. En ocasiones, en el equipaje también metemos algún libro. Y si no es de forma literal, los libros y sus historias pueden ser un pasaporte para viajar sin moverte.

De ahí me atreví a publicar algunos relatos; porque si es un blog para escribir, ¿por qué no generar más letras con creatividad? relatos que te pueden llevar a descubrir nuevos rincones, aunque sean inventados. Viajamos gracias a la imaginación.

Hubo post sobre historia y curiosidades; porque de igual modo que al viajar es interesante saber sobre la historia y sobre las curiosidades; en nuestra vida real también hay mucho por lo que saciar nuestras curiosas mentes.

También ha habido cabida, y siempre que tenga la oportunidad lo haré, para hablar sobre la discapacidad visual que padezco. Desgranando las zancadillas que nos encontramos, en otras cómo nos manejamos y cómo es de importante la accesibilidad.  Presentar a mis perras guía creo que era más que necesario, porque forman parte de mis vivencias. Además de que, espero que en cierta manera haya ayudado a divulgar el gran trabajo que realizan nuestros guías y lo importante que son para nosotros.

En diez años hay mucho que contar, 200 entradas, un poco de todo. Algunos post que son para leer en varios días por lo largos que son y otras mini entradas. Pero en todos los escritos hay algo de mí; principalmente tiempo, cariño y sentimiento.

En este blog personal me atreví a desnudar mi alma y compartir preocupaciones, felicidad, angustia y me sirvió para rendir homenaje a los que durante estos años nos han dejado. Últimamente en este año que odiamos con ganas todos he escrito demasiadas entradas de despedida.

Así que, a pesar de que me había planteado ponerle punto y final a esta aventura que empezó hace diez años, no voy a despedirme. Ahora mismo no creo que vaya a escribir con la frecuencia que debiera, y sé que no es un blog que se centre en un tema; que sería lo ideal. Pero seguiré, a pesar de que me falte uno de mis mayores fans, uno de los lectores que más me comentaba y el que siempre ha estado apoyando todas mis aventuras, por muy alocadas que fueran él estaba para escucharme, leerme y decirme que me enrollaba mucho. Seguiré escribiendo, porque sé, quiero creer, que desde dónde esté, él querría que siguiera escribiendo algún post y quizás hasta me lee....

Gracias a los que alguna vez os pasáis por aquí; el tiempo es un bien preciado y que unos minutos de tu existencia los dediques a leerme; ya es mucho. Pero, sobre todo gracias a los incondicionales, los que desde hace diez años, incluso antes, formáis parte de mi vida.

Se acaba un año que nos ha golpeado hasta en lo más profundo de nuestro ser. No sé porqué se ha comportado tan mal con nosotros. Le recibimos con la gracia que tenía tener un año con tantos ceros; decíamos con tanto cero tendrá que ser redondo. Y nos la ha devuelto con ganas dejándonos bajo cero. Nos ha robado todas las ilusiones, todos los planes y a los nuestros. Este año sin lugar a dudas, nos ha cambiado la vida.

No puedo hacer un balance, porque ha estado marcado por la incertidumbre, por la esperanza que se nos escapaba de las manos, por la impotencia, por la frustración, por el miedo, y por enfrentarnos a vivir de nuevo sin los nuestros. Podríamos decir que el culpable no es el año en sí; si no la situación generada por el maldito bicho. Un bicho invisible que puede con todo y con todos. Sin embargo; no voy a buscar culpables; a pesar de que tengo una lista bastante larga; me voy a basar en los hechos.

Los hechos son que nos hemos quedado sin el motor de nuestras vidas; él que tantas cosas tenía por hacer; tantos sueños y tantas expectativas puestas en este maldito año. Nos hemos quedado desamparados, sin risas, sin consejos, sin sueños, ni planes de futuro. Nos hemos quedado surcando los mares de este 2020 maldito. Este año será recordado históricamente por la pandemia y sus consecuencias. A nivel personal será recordado como el año trágico; y que está lleno de desdichas. Yendo en una montaña rusa de emociones; hasta que todo terminó sin más; con un frenazo en nuestras vidas del que aún nos resentimos.

Solamente pido al nuevo año que sea más benévolo con nosotros; ni me atrevo a decir un feliz año; solamente una tregua, nos la merecemos. El 2020 fue recibido con alegría, ilusión y era muy esperado; porque era el que iba a ser el año redondo y nos lo devolvió robándonos todo; así que solo pido que este nuevo año se comporte mejor para todos.

Nos seguimos leyendo. Gracias por estar y cuidaros


2021 pegandole una patada en el culo a 2020


jueves, 24 de septiembre de 2020

Cumpleaños de Kenzie y Leia

Felicidades a mis incondicionales peludas





Recientemente mis peludas han cumplido años. Mi yin yang se va haciendo grande, van ganando experiencia y van conociéndonos más

Este año salido como de una novela de Stephen King está siendo raro y terrorífico para todos. Las peludas también han sufrido sus consecuencias. Ellas a su manera también lo han pasado mal con el confinamiento. Sacándoles de su rutina. Viéndonos con angustia y sin poder hacer nada. Ellas que son parte de la familia, se han contagiado de nuestros nervios, nuestra incertidumbre y nuestro miedo. Ellas, a pesar de todo, han estado apoyándonos: moviendo la cola, dándonos más mimos de lo habitual, trayéndonos peluches y pelotas para distraernos, y siendo nuestras mantas donde abrigarnos y calmar nuestra ansiedad. Ellas han estado a nuestro lado en aquellas noches de vigía. Vigilando que estuviésemos, intentando que durmiéramos, lamiéndonos esas lágrimas que caían. Ellas han estado a la altura sin que nadie se lo pidiese, sin recibir recompensas ni aplausos de más. Ellas, sobre todo Kenzie, han notado que faltaba alguien en casa. Se olían que la cosa no iba bien, lo buscan. No entienden qué ha pasado. Nosotros tampoco. Mi padre, quien se atrevía a sacar a las dos a la vez y después me enviaba el informe de lo que habían hecho, ya no podrá sacarlas más. A él cada vez que las veía se le dibujaba una sonrisa, le hacía ilusión verlas porque enseguida iban a saludarle. Ellas no pudieron verlo en el hospital. Nosotras tampoco, excepto cuando íbamos a despedirlo. En aquellas ocasiones ellas nos abrazaban y nos daban ánimos: se quedaban solas en casa, esperando a que apareciésemos. Seguro que esperando a que viniéramos de nuevo con él. No pudo ser.


Si siempre les he agradecido que estuvieran a mi lado, que me guiasen y me dieran la autonomía que necesitaba; ahora si cabe estoy mucho más orgullosa y más agradecida de tenerlas junto a mí. Son parte de mí. Son quien de verdad me conocen, más que guías, más que peludas; son mis ángeles protectores, mis guardianas.

El pasado 6 de agosto Leia cumplió 3 años. Ya se nota que está más alta, más ancha, en definitiva: ha dado un estirón. Aunque sigue teniendo alma de cachorra.
Se hace grande, está más alta, más robusta y más adulta. Y, el viernes día 18 de septiembre su hermana, Kenzie, cumplió 13 años. Ya se ha convertido en una yaya, pero parece que haya rejuvenecido gracias con la llegada de Leia.

Gracias a su apoyo incondicional, estos meses tan difíciles los hemos podido ir sobrellevando.

Ahora están más, por mí y por mi madre, sin alejarse de nosotras. Saben que las necesitamos más que nunca y ellas no dudan en ser nuestra sombra, agasajándonos con movimientos incesantes de cola, mostrándonos su cariño y haciendo monerías para evitar que caigamos en pensamientos que ahogan.

Ellas son nuestra salvación. Siempre lo han sido, pero no puedo estar más orgullosa de tenerlas y de que estén a mi lado. No son simples perras, no son perra guía, son mucho más que familia. Se podría decir que son una prolongación de mí, ella saben, con un sexto sentido lo que ocurre, a veces hasta me atrevería a decir que saben lo que pensamos y saben transformar nuestras emociones.

En el mes de agosto cuando Leia cumplió 3 años quisimos que fuera un día especial para ellas. No lo estábamos pasando bien, pero se merecían que fuera un día especial, fuera de casa. Tuvo sus regalos. Juguetes con los que se distrae, como un peluche que le ha cogido cariño. También fuimos a un parque, donde se desfogó a lo lindo corriendo con otros peludos.

En cambio, el cumpleaños de Kenzie no ha sido tan especial, aunque se lo merezca, incluso más. Pero, la vuelta a la “nueva normalidad”  y la climatología no ayudó. Muchas personas la felicitaron, aunque ella se quedase igual. Tendrá su momento para disfrutar corriendo, porque a pesar de sus años y de la artrosis aún tiene arrebatos de correr.

Los años pasan para todos, para ellas también. Es un regalo tenerlas a mi lado. Gracias a las casualidades de la vida me tocó conocerlas y con Kenzie ya son casi doce años a su lado, conociéndonos  día a día. Y Leia, aunque tenga otro carácter y lleve menos tiempo con nosotros también es cariñosa y va siendo una más de la familia.


Orgullosa de tenerlas. No tan solo por facilitarme la vida en mi autonomía, porque, como he dicho, son mucho más. Son amores incondicionales.


Leia y kenzie mirando a camara


jueves, 25 de junio de 2020

Nunca imaginé estar sin tí


                    NUNCA IMAGINÉ…


Para ti, papa… 
Nunca imaginé…estar sin ti.

Nunca imaginé que algo así podría pasar… 

Nunca imaginé que esta pandemia nos tocaría tan de cerca, hasta llegar a destrozarnos la vida. Un virus que era mucho más de lo que nos quisieron vender: políticos que solamente hacen política y solamente somos cifras para ellos. Dijeron que a España no llegaría, que solamente era peligroso si habías tenido contacto con China o Italia. Decían que la gripe también mata a miles de personas al año y nadie arma tanto revuelo...la gran diferencia es que para la gripe hay tratamiento y hasta vacuna. Si se te ocurría llevar mascarilla te acusaban de alarmista o de egoísta por comprarlas sin necesitarlas (porque había otras personas con defensas bajas que las utilizan habitualmente). Y ahora resulta que los políticos siguen como siempre, sin ponerse de acuerdo y utilizando a muertos para echarse mierda encima; sin darse cuenta que tras esos muertos hay nombres y sobre todo familias. No solamente las cifras bailan y parece que oculten información, no se dan cuenta que detrás de esas cifras diarias que ofrecen cada día hay familiares sufriendo, familiares con dolor e incluso muertos en vida. Después el bicho ya no era tan inofensivo y empezó a propagarse por todas partes, ya no era cosa de solo dos países...el contagio fue creciendo hasta llegar a todas partes del mundo, siendo declarado por la OMS como pandemia. Teníamos que estar encerrados en casa, mientras en la tv no paraban de emborracharnos con cifras, bulos y todo lo que se les ocurriera sobre el coronavirus... y si salías a la calle, ahora sí, tienes que ir con mascarilla, guantes y manteniendo las distancias de seguridad...

Nunca imaginé que a ti te pasaría algo, a ti, que siempre has estado para protegernos, para encontrar soluciones, para dejar todo bajo control... y aquello que decías que era una simple gripe...se fue complicando...y tú, te diste cuenta, porque nunca imaginé que me negarías un abrazo, y no solo eso, no querías que nos acercásemos a ti.  Tu mayor preocupación era  que no nos acercásemos, para no contagiarnos, como siempre preocupándote más por los demás que por ti…...porque tú siempre te has preocupado por nosotras, por todos. Te importaba más que nosotras estuviéramos bien que tu propia salud.
Nunca imaginé que esta maldita situación me desbordaría tanto...nervios, ansiedad, impotencia, frustración, inquietud...el querer y no poder, querer saber de ti y que nadie llamase, querer ayudar y no poder, querer ir a verte y no poder, querer que mejorases y nos encontramos con doctores desanimados a quienes teníamos que animar.... querer que volvieras y no volvías...querer que volvieras, querer que vuelvas....

Nunca imaginé…que haríamos un máster intensivo en medicina, para entender todos los términos que a diario íbamos escuchando sobre tu evolución. Ironías de la vida, ahora fui yo quien se  puso a estudiar, investigar y contactar con médicos que pudieran ayudarte, aunque fue en vano… te prometo que hice todo lo posible, aunque siento no haber hecho más…  hace años tú lo diste todo por mí, para averiguar más sobre mi patología y te convertiste en científico como padre preocupado, e intentado seguir tus pasos, sin llegarte a la suela de los zapatos, como hija desesperada. 

Nunca imaginé que podría aferrarme hasta el último hilito de esperanza que hubiera. La esperanza nadie, ni nada nos la iba a quitar; porque era lo único que teníamos, lo único que podíamos hacer era mantenerla. Si tú estabas luchando, sacaríamos fuerzas de donde fuera para seguir con esperanza, con ilusión y con confianza principalmente en ti, en la ciencia, en los antibióticos y en los médicos. Y, nunca imaginé que, a pesar de todo seguiría con ESPERANZA, con la esperanza de que todo sea una pesadilla, con la esperanza de poder despertar, con la esperanza de volver a verte, oírte, abrazarte....

Nunca imaginé que tu ansiada jubilación sería así: dos meses en UCI, con ventilación mecánica, sedado, con complicaciones...sin visitas... Nunca imaginé que el día de tu 65 cumpleaños, ese 26 de marzo, sería la última vez que hablaría contigo, que te vería subirte en una ambulancia....


NUNCA imaginé que la última palabra que me dirías sería: "GRACIAS  cuando soy yo  la que tengo que darte infinitas gracias por tanto."… 
Gracias por estar siempre, por tu cariño, por haberme mimado tanto…sintiéndome segura en cada paso, porque ante cualquier duda ahí estabas tú…
Gracias por tanto, papa… Gracias a ti por todo lo que me has enseñado, hasta estando donde estabas nos enseñabas que hay que luchar, que en la maratón hay que resistir y siempre hay que seguir hasta el final. Gracias por haberme protegido siempre, y siento si yo no he hecho lo mismo. Gracias por buscar siempre soluciones, por no ahogarte en un vaso de agua, por ayudarme, por tus consejos, por ser mi padre. Gracias por enfrentarte siempre a lo que viniera con calma, paciencia, sabiduría y lógica, sin perder los papeles y con una sonrisa. Gracias por arreglarme tantas veces el ordenador, el móvil, todos mis cacharros, por arreglarme la vida cuando creía que no tenía solución, siempre encontrabas la pieza que encajase: y todo funcionaba.    

Nunca imaginé que llegaría a odiar tanto los viernes, y más concretamente ese 22 de mayo, en el que no pude hacer nada para salvarte...solamente cogerte la mano, tocarte mis orejas favoritas y no cansarme de decirte: "Te quiero"
Nunca imaginé que tú final sería así...sabemos que es ley de vida, pero así no...no era tu momento...tanto contar los días para tu jubilación, para no poder disfrutarla ni un día...desde los catorce trabajando para ni un día de jubilación...tantos planes en la lista de tareas...
Nunca imaginé perderte...te lo dije me tenías mal acostumbrada, mimada...y ahora no sé, me cuesta mucho caminar por la vida sin ti...nunca me acostumbraré a que no estés...el despertador tarda demasiado en sonar y despertarme de este mal sueño, del que no puedo salir...es como un laberinto...y no estás para decirme cuál es la salida.
aunque sabes, siento atosigarte, pero tú formas parte de mí, todos los que hemos tenido la suerte de conocerte nos llevamos un regalo. Tengo parte de ti, y no solamente en la sangre, sino que en el carácter y la experiencia me quedo con todo lo vivido, y sé, tengo la esperanza, la necesidad, que allá donde estés siempre, siempre, estarás muy cerca: empezando por mis pensamientos (porque te voy a seguir consultando) y continuando por mi corazón (porque no te irás nunca).

Nunca imaginé.... Nunca debería haber pasado...Nunca imaginé que tendríamos que aprender a vivir sin ti...pero, aunque cueste mucho, se intentará: solamente porque tú tenías muchas ganas de vivir, así que nos has puesto un gran reto: vivir por nosotros y por ti. De verdad que lo intento...pero ahora mismo todo es cuesta arriba, y, ya sabemos, que la vida no es fácil, no es justa, pero sé que estarás, aunque no te pueda ver ni oir, ni tocar, pero brillarás como una estrella.... así que las espinas que me vaya encontrando en la vida, ya te aseguro que dolerán menos, y, como decías: todo es cuestión de actitud.

Gracias, papa, te quiero


Pili y su padre

miércoles, 25 de marzo de 2020

Volarás en nuestros corazones


Rufi: Volando en el cielo


Parece que las desgracias vienen juntas y las malas noticias siguen llegando…ayer nuestra Rufi, mi ninfa, después de 6 años con nosotros nos dejó.
Llevaba una semana bastante malita, supimos qué es lo que le pasaba y es que tenía un huevo y parecía bastante grande. Antes de suponerlo, la vimos tan débil que enseguida la separamos de Pingu, para que no estuviera en la jaula grande, por si se caía que no fuera de un palo tan alto y para que estuviera más tranquila y se pudiera recuperar. La pusimos en una jaula más pequeñita, para tenerla controlada. Llamé a un veterinario de exóticos del barrio y le conté, me dijo que realmente  él no llevaba psitácidas, la cual cosa no entendí porque si  en la clínica ponía que llevaban a exóticos. Me recomendó otro veterinario que ya conocíamos, pero que está fuera de Barcelona y con la situación que hay ahora mismo era complicado. Dejamos pasar el día, aislada en otra jaula, tranquila y dándole de comer con la mano. Por suerte, vimos que empezaba a recuperarse, a comer por sí sola y a aguantarse ella solita en un palo. Entonces descartamos la idea de llevarle  a un veterinario de urgencias porque parecía que mejoraba y para evitarle el estrés del traslado.
Cuando la cogí y la inspeccioné me dí cuenta de que parecía estar embarazada. No era la primera vez que había puesto huevos, todos sin fertilizar. Así que empecé a bañarle y a untarle de aceite por la barriguita y por la cloaca, después la secaba y la dejaba tranquila en su jaula hospital.
Nuestra sorpresa fue que, a pesar de no ser la misma, estaba mejor. De todas maneras la dejamos en su jaula y yo  cada día repetía el baño con el masaje con aceite, y cada vez era más evidente que tenía un huevo, uno de esos grandes que le debía costar sacarlo y por eso estaba así, porque estaría atravesado. Sin embargo, creo que los baños le iban bien, porque se notaba que el huevo estaba bajando.
Un día nos encontramos que ya había puesto el huevo. Era muy grande, creo que el más grande que había puesto nunca. En seguida se lo retiramos, para que no gastase  fuerzas incubándolo en vano. Aunque tampoco hacía la intención de querer hacerlo.
Se supone que al haberse liberado del huevo estaría mucho mejor, pero no era así, seguía débil, a pesar de darle frutas, calcio y semillas.  No era la de siempre, seguía en su jaula, pero a veces ni estaba en el palo. Sin embargo, se le veía mucho mejor que el día que llamamos al veterinario, así que pensamos que sería cuestión de días que mejorase.

Ayer por la tarde le limpiamos la jaula, le pusimos comida (aunque no comía) y agua fresquita y limpia, la dejamos dentro  de la jaula tranquila. Cuando quise ver cómo estaba, no la ví por ningún lado…. Llamé a Carlos y me dijo que estaba tumbada en el suelo de la jaula.
Me puse muy nerviosa, la sacó y la pusimos en la mesa del comedormedio aguantada…pero tenía los ojos cerrados… unos minutos después abrió los ojos y se cayó del todo…

No  me lo puedo creer, pensábamos que se estaba recuperando… y ahora estamos tristes, pero no somos los únicos… Pingu se siente solo en una jaula tan grande, intento estar por él para que no se sienta tan triste, pero está cabreado e intenta picarnos, en otras ocasiones chilla para llamarle…
Carlos me decía que desde que tuvo el accidente del ala, cuando tuvo que estar ingresada en el hospital veterinario durante dos días, ya no había vuelto a ser ella. Ya nos dijeron que seguramente no podría volar, ya que no se pudo operar y era una fisura complicada…pero a veces cuando los soltábamos, sí que lo intentaba con resultado de caídas, así que siempre teníamos que estar atentos y antes de que se cayese siempre estábamos ahí para echarle una mano.  
Espero que durante el tiempo que estuvo con nosotros fuera feliz… nosotros intentamos darle lo mejor: comidas equilibradas, sueltas, juegos e incluso Pingu está aquí por ella, pensamos en traerle un hermanito para que no se sintiera tan sola.  Fue ahí cuando nos dimos cuenta que no era un macho  tal y como nos la habían vendido, era una hembra y Pingu un macho. Al cabo de un tiempo de estar Pingu con ella empezó a poner huevos en según que épocas, quizás eso fue debilitándole…
Ahora le toca volar todo lo que no podía, le toca descubrir otro mundo, pero sin nosotros. Mucha suerte allá donde estés y si necesitas algo danos un silbidito que desde la distancia seguiremos echándote  una mano siempre. 
Sé que muchos no entenderán nuestro dolor, porque lo verán como un simple pájaro, incluso pensarán que los pájaros donde tienen que estar es en libertad. Pero no es así cuando son criados en cautiverio, cuando le pones la mano y va contigo, cuando baja la cabeza para que le acaricies, cuando entras por la puerta y empiezan a chillar para avisarte que están ahí. Ella no cantaba como sí lo hace Pingu, quizás porque era hembra, quizás porque no quería, pero era tranquila, dócil y siempre quería que le dieras algo de comida, aunque fuera una miga de pan, ella estaba dispuesta a comer siempre menos en sus últimos días….

Vuela, vuela alto que allá donde estés seguro que tu ala está sana y te permite alcanzar vuelos insospechados. No tengas miedo a nada y se libre. Aquí, permítenos que te echemos en falta y perdónanos por no haber echo lo suficiente. Te queremos y ya te extrañamos. 


rufi: ninfa amarilla comiendo con su pata
D.E.P - RUFI -2013/2020