jueves, 25 de junio de 2020

Nunca imaginé estar sin tí


                    NUNCA IMAGINÉ…


Para ti, papa… 
Nunca imaginé…estar sin ti.

Nunca imaginé que algo así podría pasar… 

Nunca imaginé que esta pandemia nos tocaría tan de cerca, hasta llegar a destrozarnos la vida. Un virus que era mucho más de lo que nos quisieron vender: políticos que solamente hacen política y solamente somos cifras para ellos. Dijeron que a España no llegaría, que solamente era peligroso si habías tenido contacto con China o Italia. Decían que la gripe también mata a miles de personas al año y nadie arma tanto revuelo...la gran diferencia es que para la gripe hay tratamiento y hasta vacuna. Si se te ocurría llevar mascarilla te acusaban de alarmista o de egoísta por comprarlas sin necesitarlas (porque había otras personas con defensas bajas que las utilizan habitualmente). Y ahora resulta que los políticos siguen como siempre, sin ponerse de acuerdo y utilizando a muertos para echarse mierda encima; sin darse cuenta que tras esos muertos hay nombres y sobre todo familias. No solamente las cifras bailan y parece que oculten información, no se dan cuenta que detrás de esas cifras diarias que ofrecen cada día hay familiares sufriendo, familiares con dolor e incluso muertos en vida. Después el bicho ya no era tan inofensivo y empezó a propagarse por todas partes, ya no era cosa de solo dos países...el contagio fue creciendo hasta llegar a todas partes del mundo, siendo declarado por la OMS como pandemia. Teníamos que estar encerrados en casa, mientras en la tv no paraban de emborracharnos con cifras, bulos y todo lo que se les ocurriera sobre el coronavirus... y si salías a la calle, ahora sí, tienes que ir con mascarilla, guantes y manteniendo las distancias de seguridad...

Nunca imaginé que a ti te pasaría algo, a ti, que siempre has estado para protegernos, para encontrar soluciones, para dejar todo bajo control... y aquello que decías que era una simple gripe...se fue complicando...y tú, te diste cuenta, porque nunca imaginé que me negarías un abrazo, y no solo eso, no querías que nos acercásemos a ti.  Tu mayor preocupación era  que no nos acercásemos, para no contagiarnos, como siempre preocupándote más por los demás que por ti…...porque tú siempre te has preocupado por nosotras, por todos. Te importaba más que nosotras estuviéramos bien que tu propia salud.
Nunca imaginé que esta maldita situación me desbordaría tanto...nervios, ansiedad, impotencia, frustración, inquietud...el querer y no poder, querer saber de ti y que nadie llamase, querer ayudar y no poder, querer ir a verte y no poder, querer que mejorases y nos encontramos con doctores desanimados a quienes teníamos que animar.... querer que volvieras y no volvías...querer que volvieras, querer que vuelvas....

Nunca imaginé…que haríamos un máster intensivo en medicina, para entender todos los términos que a diario íbamos escuchando sobre tu evolución. Ironías de la vida, ahora fui yo quien se  puso a estudiar, investigar y contactar con médicos que pudieran ayudarte, aunque fue en vano… te prometo que hice todo lo posible, aunque siento no haber hecho más…  hace años tú lo diste todo por mí, para averiguar más sobre mi patología y te convertiste en científico como padre preocupado, e intentado seguir tus pasos, sin llegarte a la suela de los zapatos, como hija desesperada. 

Nunca imaginé que podría aferrarme hasta el último hilito de esperanza que hubiera. La esperanza nadie, ni nada nos la iba a quitar; porque era lo único que teníamos, lo único que podíamos hacer era mantenerla. Si tú estabas luchando, sacaríamos fuerzas de donde fuera para seguir con esperanza, con ilusión y con confianza principalmente en ti, en la ciencia, en los antibióticos y en los médicos. Y, nunca imaginé que, a pesar de todo seguiría con ESPERANZA, con la esperanza de que todo sea una pesadilla, con la esperanza de poder despertar, con la esperanza de volver a verte, oírte, abrazarte....

Nunca imaginé que tu ansiada jubilación sería así: dos meses en UCI, con ventilación mecánica, sedado, con complicaciones...sin visitas... Nunca imaginé que el día de tu 65 cumpleaños, ese 26 de marzo, sería la última vez que hablaría contigo, que te vería subirte en una ambulancia....


NUNCA imaginé que la última palabra que me dirías sería: "GRACIAS  cuando soy yo  la que tengo que darte infinitas gracias por tanto."… 
Gracias por estar siempre, por tu cariño, por haberme mimado tanto…sintiéndome segura en cada paso, porque ante cualquier duda ahí estabas tú…
Gracias por tanto, papa… Gracias a ti por todo lo que me has enseñado, hasta estando donde estabas nos enseñabas que hay que luchar, que en la maratón hay que resistir y siempre hay que seguir hasta el final. Gracias por haberme protegido siempre, y siento si yo no he hecho lo mismo. Gracias por buscar siempre soluciones, por no ahogarte en un vaso de agua, por ayudarme, por tus consejos, por ser mi padre. Gracias por enfrentarte siempre a lo que viniera con calma, paciencia, sabiduría y lógica, sin perder los papeles y con una sonrisa. Gracias por arreglarme tantas veces el ordenador, el móvil, todos mis cacharros, por arreglarme la vida cuando creía que no tenía solución, siempre encontrabas la pieza que encajase: y todo funcionaba.    

Nunca imaginé que llegaría a odiar tanto los viernes, y más concretamente ese 22 de mayo, en el que no pude hacer nada para salvarte...solamente cogerte la mano, tocarte mis orejas favoritas y no cansarme de decirte: "Te quiero"
Nunca imaginé que tú final sería así...sabemos que es ley de vida, pero así no...no era tu momento...tanto contar los días para tu jubilación, para no poder disfrutarla ni un día...desde los catorce trabajando para ni un día de jubilación...tantos planes en la lista de tareas...
Nunca imaginé perderte...te lo dije me tenías mal acostumbrada, mimada...y ahora no sé, me cuesta mucho caminar por la vida sin ti...nunca me acostumbraré a que no estés...el despertador tarda demasiado en sonar y despertarme de este mal sueño, del que no puedo salir...es como un laberinto...y no estás para decirme cuál es la salida.
aunque sabes, siento atosigarte, pero tú formas parte de mí, todos los que hemos tenido la suerte de conocerte nos llevamos un regalo. Tengo parte de ti, y no solamente en la sangre, sino que en el carácter y la experiencia me quedo con todo lo vivido, y sé, tengo la esperanza, la necesidad, que allá donde estés siempre, siempre, estarás muy cerca: empezando por mis pensamientos (porque te voy a seguir consultando) y continuando por mi corazón (porque no te irás nunca).

Nunca imaginé.... Nunca debería haber pasado...Nunca imaginé que tendríamos que aprender a vivir sin ti...pero, aunque cueste mucho, se intentará: solamente porque tú tenías muchas ganas de vivir, así que nos has puesto un gran reto: vivir por nosotros y por ti. De verdad que lo intento...pero ahora mismo todo es cuesta arriba, y, ya sabemos, que la vida no es fácil, no es justa, pero sé que estarás, aunque no te pueda ver ni oir, ni tocar, pero brillarás como una estrella.... así que las espinas que me vaya encontrando en la vida, ya te aseguro que dolerán menos, y, como decías: todo es cuestión de actitud.

Gracias, papa, te quiero


Pili y su padre