martes, 16 de julio de 2019

6 meses con Leia



6 meses conociendo a la princesa

Como siempre digo el tiempo pasa volando, y ya hace seis meses que conozco  a mi princesa Leia. Recuerdo ese día, en el que me la presentaron, como si fuera ayer, y es que tampoco hace tanto tiempo… cuando mi instructor Kevin, Tamara la traductora llamaron a mi puerta de la habitación y entraron acompañados de una preciosa, pequeña y negrita peluda llamada Leia. 
Me encantó saber que el nombre era fácil, aunque a pesar de que sea corto y que se llame como una de las protagonistas de la mítica película de La Guerra de las Galaxias, he  encontrado que aún hay gente que  no se queda  con el nombre. He escuchado que  le llaman: “Laia”, “Alella”, entre otros nombres, a pesar de que es un nombre fácil. Pero yo no me salvo, no sé cuántas veces al día le llego a llamar Kenzie, pero es la costumbre han sido diez años yendo a todas partes con Kenzie y ahora cuesta cambiar el chip. Además en casa es un cachondeo, porque cuando llamo a una viene la otra, así  que ellas tampoco me lo ponen fácil, suerte que es fácil distinguirlas, primero por el tamaño, por el tacto, por el color y por el ritmo a la hora de acudir. 
Sin embargo, aunque Leia sea un nombre corto, bonito y fácil, parece que la joven peluda haya sido bautizada con otro alias, ya  que cuando digo: “Princess” acude con más rapidez y reacciona más al sobrenombre de Princesa que a Leia. Así que como nos  estamos conociendo y a veces, es más “Lazy” (perezosa) que otra cosa, pues no viene a la primera y me da tiempo de ir probando con Leia, princess, a ver a qué nombre acude, pero parece que hasta que no le digo “come here” (ven aquí() no viene, y a pesar de ello viene, pero como a regañadientes, como diciendo, para qué me haces levantarme con lo a gusto que estaba  dando yo la siesta. 
Y, es que  aparte de estar dándome cuenta que a veces reacciona más a “Princess” más que a “Leia”.  También sé que es una perezosa de mucho cuidado. Y es que uno de sus placeres es dormir, no se cansa, hasta algunas personas me llegan a preguntar si luego por la noche duerme sin problemas, y la verdad es que sí.  Incluso, no desaprovecha la oportunidad de tumbarse siempre que puede, por ejemplo: tenemos que esperar a que llegue el ascensor, y puede que llegue en un par de segundos o veinte, nunca se sabe, pero ella por si hay que esperar mucho, prefiere esperar tumbada, para no gastar energía. 
Otra de las curiosidades que me está regalando conocer a la peluda, es que cuando se tumba no se hace una bolita, y eso que ella es  una manchita negra, de lo pequeña que llega a ser, pero cuando se tumba y no está durmiendo se llega a estirar tanto, que llego a temer que le pisen, y a ella le da igual. Se convierte en un chicle estirándose lo máximo posible, como  diciendo: “mirad, mirad, lo flexible que llego a ser, y eso que no voy a clases de yoga”. Pero cuando duerme sí que es una bolita pequeñita, se enrosca y parece un gatito.  Y, hablando de un lindo gatito, creo que Leia tiene complejo de gato, y no solo porque se enrosque y lo parezca, sino que es muy silenciosa, parece que no esté, llegando  a ser una ninja, sino que  le encanta subirse en las piernas y que le acaricies. Esto ya me lo había hecho en la escuela en Rochester cuando estaba yo sentada en el suelo a su lado, enseguida que veía unas piernas, allá que iba para subirse y estar más cómoda, pero mi sorpresa fue ver  que estando en Barcelona y estando yo en una silla o en el sofá venía, se acercaba, te abraza como si fuera un niño y enseguida salta con las patas traseras, para colocarse encima de ti, y cómo le voy a decir que eso no se puede  hacer, cuando se me cae la baba cada vez que lo hace, es como un lindo gatito que quiere mimos y no puedo decirle que no. Me cuesta mucho que baje, porque aunque le diga que se baje, ya que me tengo que levantar o lo que sea, ella se hace la remolona, se hace la dormida y no hace caso, y si lo hace, lo hace muy poco a poco, como con mucha pereza y haciéndose la remolona.
En cuanto a su tono de voz, no puedo decir nada, porque haciendo referencia su estilo ninja, no se le escucha ladrar, ningún día en estos seis meses la he escuchado, y no es que sea muda, porque a veces durmiendo sí que soñando ha empezado a dar pequeños ladridos, pero casi imperceptibles, soniditos de esos que hacen cuando dan sus siestas, como si fueran balbuceos.
Me sorprende lo buena que llega a ser, por ejemplo, el otro día mientras tendía la ropa, se me cayó una pinza, y mientras la buscaba por el suelo, ella vino y me la dio con su boca, así que es una asistenta de primera.  Son detalles que tengo que agradecer al educador, ya que  ya escribió en el diario que me redactó que podía recoger lo que hubiera en el suelo mientras se lo pidiera. 
Y, ahora vamos al tema de guiar. He notado diferencia entre Kenzie y ella, ya que ésta no es tan basurillas, seguramente al ser labrador retriever también lo sea, pero disimula mejor, no se tira de cabeza a por algo, a Leia le gusta más olisquear sin cesar.  Además al pesar  mucho menos que Kenzie voy más ligera y las correcciones son más sutiles, primero porque no hacen tanta falta y segundo porque no pesa nada.  Siempre ha guiado muy bien no se suele despistar con facilidad, pero de un tiempo a esta parte, parece que se está volviendo un poco rebelde, así que tendré que trabajar la disciplina, para que no pierda la concentración. Suele ser muy obediente, pero es cierto que cuando pasa algún perro se distrae, algunas veces no es culpa ssuya, sino del dueño del perro que lo lleva suelto y hace que Leia se distraiga. 
Pili y Leia en la montaña mirándose

Yo intento confiar al máximo en ella, y eso conlleva que a veces no sé si me guía bien o no, es decir: puede que yo le diga que vaya recto, pero a veces la línea recta veo como se va deformando y nos vamos más para la izquierda, y entonces no sé si esa línea ya no es recta, porque ella me está esquivando algo o porque está rebelde y no me hace caso. Últimamente es porque está un poco desconcentrada y sé que lo hace para despistarme, pero cuando sucede esos hacemos un tiempo muerto, nos recolocamos, recalculamos ruta y volvemos. En parte es normal que no guíe al 100% porque se está adaptando a una nueva ciudad, nuevos hábitos, me está conociendo y no es una máquina, así que tendrá sus días: unos días mejor y otros no tanto.  Pero me encanta ver con qué ganas se pone el arnés, y es que cuando se lo acerco, ella se aproxima y baja la cabeza como si le estuviera poniendo una medalla, y entonces quisiera dar lo mejor de sí, para complacerme.  Ahora a la jubilada de Kenzie si por un casual le acerco el arnés, retira la cabeza, como diciendo: “¿Qué haces?” y es que ella ya sabe que lo de guiar pasó a un segundo plano, de hecho hasta se deja guiar  por la nueva peluda. Y es que en alguna ocasión que he tenido que ir con las dos, Leia nos  ha guiado como una campeona a las dos: la princesa delante, yo agarrada al arnés y Kenzie con la correa detrás, la verdad es que es un show, pero ni la jubilada intenta adelantar, ni Leia se molesta por guiarnos- creo que más bien se siente orgullosa de poder ayudarnos-.
En general, este semestre está siendo muy óptimo. Nos vamos conociendo un poco más cada día, ella va sabiendo de mi falta de puntualidad y cómo tenemos que ir más rápido para llegar a tiempo a los sitios. Vamos creando vínculo (ganando confianza una en la otra) algo básico para que todo funcione y gracias a su llegada no solamente mis rutas están volviendo a tener sentido, sino que la jubilada está rejuveneciendo haciendo fiestas cada vez que ve a la jovencita, jugando todo lo que antes  no jugaba.
Así que estoy muy contenta con la llegada de la Princesa Leia es la fuerza que me acompaña a todas partes.


Pili y Leia mirando a cámra


lunes, 8 de julio de 2019

Travelling with guide dog

                                         

                   TRAVELLING WITH GUIDE DOG  


Hace un par de semanas creé un nuevo grupo en Facebook y hoy vengo a presentarlo el grupo se llama: Travelling with guide dog, es un grupo, para usuarios de perros guía, viajeros  y para  todos en general. La idea es que no solamente interactúen en la plataforma usuarios de perros guía, sino que todos lo  hagan. Principalmente lo he creado por la falta de información que se encuentra en la red cuando vas a viajar con perro guía, porque aunque sean perros de servicio, cada país es un mundo y cada uno tiene sus leyes, así que a través de esta comunidad y a raíz de experiencias de otros usuarios podamos obtener más información. Además las personas que no tengan ninguna discapacidad puede que también nos puedan ayudar a través de su experiencia como viajeros, además de que todos aprendan la gran labor que realizan nuestros guías de cuatro patas y sepan lo importante que son para nosotros.



Lo he creado en inglés, para que sea más internacional y así pueda llegar a más personas. Además al ser un grupo de viajeros es más factible que el inglés sea la lengua predominante, porque en la comunidad hay personas de todas partes del mundo, y esas mismas nos pueden orientar con viajes que han realizado, o incluso  explicándonos cómo  es la ley en su país, cómo es la accesibilidad e incluso dándonos consejos y recomendándonos sitios imperdibles sobre su ciudad.

La idea general es crear un espacio en el que compartir experiencias sobre nuestros guías, anécdotas, viajes, recomendaciones y que todos aprendamos de todo y de todos. 

A pesar de que el grupo esté creado en inglés no es indispensable saber el idioma de Shakespeare, ya que  gracias a la traducción automática de Facebook, creo que todos podemos llegar a entendernos, o al menos esa es la idea. De todas maneras, intento hacer publicaciones en inglés con su respectiva traducción en  español, es una manera para practicar el inglés y de que todos puedan sentirse cómodos y participar.

De momento llevamos poquito, pero estoy muy ilusionada con esta creación, porque creo que puede ser beneficioso para todos: un lugar en el que todo el mundo es bienvenido. Tanto para ver que las personas con discapacidad visual podemos viajar, a veces con más dificultades, otras con ayuda, y en pocas palabras de otra manera, pero nos gusta viajar y descubrir mundo.  Y, los usuarios de perros guía queremos hacerlo con nuestra mitad, quienes nos ayudan, nos apoyan y nos guían. Además de ser nuestra otra mitad, de quererles como a nadie, también son una herramienta de movilidad para nosotros, aunque entendemos que hay lugares que mejor no llevarlos, porque también miramos sobre todo por su bien. Si llevamos un perro guía no es por capricho es por la autonomía, la libertad y la seguridad que nos regalan cada día. 



Así que quien quiera unirse al grupo y recomendar lugares accesibles, sitios para que nuestros perros puedan correr a sus anchas sin peligro, contar sus últimas vacaciones, las futuras o dificultades con las que se ha encontrado, estáis más que bienvenidos. Además, agradecería que compartierais el grupo, para que pueda crecer más y así tengamos más participantes.  

Este es el link del grupo: