lunes, 5 de enero de 2015

Noche de Reyes

Noche de Reyes: La noche más mágica

Esta noche es, sin duda, para los más pequeños, quienes viven con más intensidad la noche más soñada del año. Llevan todo el año portándose bien, para que los Reyes, quienes lo ven todo, les traigan muchos regalos.  

A pesar de que, lamentablemente, con los años hayamos perdido la ilusión que tienen los niños…reconozco que algo de niñez nos queda dentro. Sobre todo, cuando ves cómo disfrutan los Reyes del día: los niños. Cuando ves con la ilusión que esperan ese día, lo nerviosos que están y que se alegran tanto al ver pasar la cabalgata, eso no tiene precio. 
Esta noche se supone que se tienen que ir a dormir pronto, para dejar vía libre a los Reyes y puedan dejarles regalos. Sin embargo, es la noche que es tan más nerviosos y les cuesta mucho coger el sueño. Lo digo por experiencia, estaba en la cama dando vueltas y escuchaba algún ruido y me hacía la dormida no fuera a ser que vieran que no dormía y no me dejasen nada.
Un símil con la Noche de Reyes fue cuando fui a buscar a Kenzie. La noche anterior a conocer a nuestros guías casi que no pegas ojo. Estaba muy nerviosa, no sabía cómo sería, ni qué raza, ni el color, ni el nombre, nada de nada. Pero, lo más esperado estaba por llegar. A pesar de no pegar ni ojo, el regalo de mi vida llegaría por la mañana, y el madrugón, igual que harán los más peques de la casa mañana, es mortal. No puedes dormir, pero madrugas como si no hubiera un mañana, porque sabes que lo mejor está pro venir. 

Yo siempre he sido de Reyes. Aunque mucha gente celebrase también Papa Noel, yo me quedaba con las tres majestades de oriente, siempre me han caído mejor que el abuelo gordito vestido de rojo. No sé por qué, pero el hecho de escribir la carta, ir a la cabalgata y esperar más que otra cosa…siempre tenía más gracia. ¿Menos tiempo para disfrutar de los regalos? Quizás, pero y la ilusión que hace saber que te han traído algo, aunque sea carbón…  

Hoy toca ir a dormir pronto, pero antes hay unos rituales que no pueden faltar:
Para que los Reyes vean que estás en casa y sepan que es la tuya….
Yo siempre les dejaba, y no descarto hacerlo ésta, unos zapatos cerca del balcón, para que vieran que estaba. A veces, era tan exagerada que no dejaba solo un par, si no que sacaba todo el calzado que tenía y lo dejaba ahí para que fueran bien visibles y no se olvidasen de mí.
Por otro lado, dejaba un cubo de agua, para que los camellos pudieran calmar su sed. Y, por supuesto, algo de picar y de beber para los Reyes, y si te olvidabas de hacerlo, tus padres te lo recordaban, aunque no solía olvidarme. 

Los regalos olvidados…
No sé por qué, a veces no me traían todo lo que pedía en la carta. No pasa nada. Y, a veces me traían cosas que no estaban escritas, pero que no estaban nada mal. En otras ocasiones, me trajeron algo equivocado.
Durante muchos años me pedí el “Alfanova” que era para hacer barro. Pero, nunca me lo trajeron. Un año me trajeron la “Tejenova” yo no lo había pedido. No sé si es que debí hacer mala letra y lo confundieron o… véte a saber!
Pero, no me puedo quejar, porque siempre caía algo.

Desde hace unos años tengo una cita esta noche. Cada noche de Reyes escucho un programa de radio de la Cadena Ser que se llama “Cap nen sense joguina”. Un programa que solamente lo hacen la noche de Reyes y es mágico. Tienen diferentes objetos de personas conocidas y van haciendo una subasta. Los oyentes, y quien quiera por Internet, puede ir licitando. Al día siguiente con todo lo recaudado, más los juguetes que han ido dejando en la emisora, van por todos los Hospitales y sitios donde hay niños necesitados, para que no les falten sus regalos de reyes. Como bien dice el título de programa: Ningún niño sin juguete. Todos, absolutamente, todos se merecen un juguete, un regalo, una ilusión. Sus ojos y sus sonrisa lo dicen todo.

Os dejo el link del programa, por si queréis escucharlo:  

Feliz Noche mágica de Reyes! Y ahora…shhhh a dormir que ya se acercan los Reyes.


Deseo que hayáis sido buenos y os traigan muchas cosas, y sobre todo, que nunca, nunca, nunca perdáis la inocencia que un día tuvisteis. Si la mantenéis viviréis con más emoción e ilusión este día.