Para ti, tío
Cele
a pesar de que no estoy nada centrada por la situación en la
que estamos, te merecías unas letras. No pudimos despedirnos de ti: Hoy te
entierran y todos los que te queremos no podemos asistir, porque tenemos que
estar confinados en casa. Pero, no dudes ni por un momento que no nos hubiera
gustado estar ahí. Sé que lo sabes, que eras querido, que serás querido y
que te recordaremos. Hoy no es solo un
día para pensar en ti, porque habrá muchos momentos en los que estarás presente
e en nuestros pensamientos.
Sé que eras mayor, 87 años y, que incluso a veces decías que
estabas cansado, pero sinceramente nos ha pillado desprevenidos. No hemos ni
sabido cómo reaccionar al saber la noticia, yo
casi que ni me lo creo. sé que es
ley de vida, pero en estas circunstancias, cuando no podemos ni juntarnos para
decirte el último adiós como que todo
parece más irreal que nunca.
A pesar de mi negación, de estar sumergida en una pesadilla,
tengo que ser realista y enfrentarme a que te has ido. Es por ello que quiero
que sepas que intentaremos juntarnos tanto como a ti te gustaba, en esas
comidas familiares en las que nos reunías a todos. Las Navidades sin ti, sin
esos juegos de cartas, sin esas batallitas que nos contabas, puede que no sean
lo mismo, pero te recordaremos y habrá un momento para ti. no eres la única
víctima de este maldito virus, pero no por ello consuela: más bien al
contrario, que haya ocurrido bajo estas circunstancias lo hace todo menos
lógico. Sin embargo, a veces, lo ilógico, lo irracional, lo injusto, lo
inexplicable a parece sin más, sin explicación.
Solamente me queda decirte: Gracias por haber hecho en
ocasiones de abuelo, gracias por haber estado y descansa en paz.
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