Los días pasan volando y poco a poco Leia y yo vamos
conociéndonos un poquito mejor, pero aún tenemos que crear más vínculo y seguir
trabajando y entrenando para conocernos mejor. Ahora ya sé que guiando no tira
tanto como lo hacía Kenzie, se concentra mucho y no se suele distraer con
facilidad, cruzaré los dedos para que la cosa siga así. Hoy es domingo y es el
día libre en la escuela, aunque no nos libramos de los parktime, y es que
tienen que seguir su rutina de horarios tanto de comida comocom agua y de
salir a hacer el número 1 y 2. Por tanto hemos madrugado para
sacarles a las 6:30h y nos hemos dado cuenta que estaba nevando, así que nuestro
plan de salir a hacer recorridos por las pistas de la escuela han sido
anulados, así que me he quedado en la habitación jugando con ella.
Si cabe ahora la conozco un poco más y mejor gracias a su
educador. Ayer fue el día de visitas de las familias educadoras, familias que
desinteresadamente están un año con nuestros peludos, durante su primer año de
vida dedican todo su tiempo a estar con ellos, a mimarles, a educarles y
sociabilizarles. El lunes vinieron de perreras para decirnos quiénes eran sus
padres y hermanos, su fecha de nacimiento y por quien había sido criado y si
vendrían o no a verles. En mi caso, por mucho que sé que hubiera querido venir
a visitarnos el educador, no pudo ser, ya que el criador es un preso y está en
la cárcel,.
Desde hace unos años Leader dogs for the blind está
llevando a cabo un programa de criar a futuros perros guía en prisiones. Es un
programa que ayuda tanto al preso como al perro, el preso encuentra el cariño y
la compañía que le hace falta y el perro tiene atenciones durante los siete días
de la semana durante 24 horas. Para entrar en este programa el preso tiene que
acreditar un buen comportamiento y tener la responsabilidad de educar al can
durante un año en las mejores condiciones,.
Si no había sido educado por una familia y lo había hecho un
preso nos daban la opción de escribirles unas líneas y no me lo pensé mucho.
Necesitaba escribirle una carta al educador de Leia para darle las grscias por toda la labor que había hecho con ella. Tamara la voluntaria e
intérprete que nos ayuda colaboró en la redacción de la carta, para que tuviera
sentido y estuviera en un buen inglés. Así que se la di al instructor,
para que se la hiciera llegar, ademås de preguntarle si tendrían alguna foto
de Leia de cuando era pequeña, lo veo complicado porque si el educador estaba
donde estaba, dudo que haya podido retratar. Kevin, el i nstructor me dijo que
no sabía si habría alguna foto de Leia, pero dijo que venía en un momento. Y
cuando volvió me trajo una libreta y me dijo que era del educador de Leia,.
Me emocioné al recibir la libreta, en la que en la portada
aparecía el nombre de Leia en grande, y dentro eran hojas escritas a mano, una
especie de diario en el que el criador contaba la vida de él con Leia, sus
avances y ayudaba a conocerla un poco mejor. Me hizo muchísima ilusión, porque
los educadores no están obligados a redactar nada, ni mucho menos a llevar una
especie de diario, ni mucho menos aún a dárselo a la persona que va a ser la
destinataria del perro que ha estado con él durante un año.
Ayer después de que todos los compañeros contasen cómo les
había ido al conocer a las familias educadoras de sus peludos, Tamara se
ofreció para leerme la libreta. Ya la habíamos empezado a leer, pero ayer la
terminamos,. Cuando terminó me emocioné como una tonta, pero no ya por lo que
cuenta, si no por el detalle de redactar semana a semana cómo le iba a la
pequeña princesa Leia. La verdad es que agradezco muchísimo que me lo leyese,
porque tiene mucho mérito, porque aunque ella domine el inglés, era saber
interpretar qué ponía y ya se sabe que al estar en formato manuscrito a veces
es más complicado, sin embargo también es más bonito, porque hoy día con
las tecnologías hemos dejado de lado el escribir a mano y eso te da muchísima
información del estado anímico y de la persona que lo escribe. Yo no ví la
letra, así que la información que me llevé fue la de conocer un poquito más a
mi peluda. Y, por ejemplo: ahora sé que a Leia le gustaba jugar con otros
perros y morderles la cola, que le enseñó a cerrar puertas, que le traía la
correa y que iba aprendiendo la obediencia pasos agigantados.
Me encantó poder tener tanta información de primera mano, me
pareció un detalle mágico, es como recibir un regalo con postal. Sin duda, el
mejor regalo fue recibir a Leia, pero si después viene con una dedicatoria como
esa libreta por parte del educador, es mucho mejor.
Así que como comprenderéis si ya estaba agradecida del buen
trabajo que ha hecho con Leia, al enterarme que había estado llevando a cabo un
diario de sus avances, sin que nadie se lo pidiera, me encantó mucho más. Me
quedé sorprendida, emocionada y contenta.
La verdad, es que leí un artículo sobre los presos que están
en el programa de “Puppy raiser” y decía que estos presos se vuelven más
tiernos, más empáticos y no vuelven a reincidir. Además los resultados que
consiguen con los futuros perros guías son impresionantes, quizás porque se
esmeran y dedican todo su tiempo a ellos.
Sea como sea estoy muy agradecida de la gran labor que llevó
el educador de Leia, ya que, sin duda lo hizo fenomenal, es muy obediente, muy
educada y se nota que le dedicó tiempo a la peluda.
Ahora que sé un poquito más sobre la peluda, ahora que
nos vamos conociendo un poquito mejor y estamos trabajando ya en el arnés y en
escenarios de la vida real, vamos a seguir dándolo todo, para conseguir que sea
un gran tándem. Ya llevamos más de una semana juntas y creo que ya me va
conociendo y espero que algo de cariño ya me tenga, porque ella ya forma parte
de mi vida.
Conociéndola ya no me preocupa tanto cómo se va a llevar con
su hermana Kenzie, ya que sé que no van a tener ningún problema y nos lo va a
poner todo muy fácil, porque ese carácter dócil, tranquilo y juguetón, reo y
espero, ayudará a que haya una buena adaptación entre las peludas. De momento
seguiremos con la adaptación de conocernos la una a la otra, generando un mayor
vínculo, para que la confianza sea el lazo de unión.
En breve tengo que salir a sacarla al park time, así que lo
dejo por ahora.
Vídeo del programa que realiza Leader Dogs en prisiones:
Vídeo del programa que realiza Leader Dogs en prisiones:
¡Qué pasada lo que hizo el educador de la perrita! Que entrañable, qué maravilla. Me he estado informando sobre ese programa y me parece la cosa más asombrosa de todo esto, porque como bien dices, ya no solamente es el trabajo que hacen las familias, sino el amor que estas personas en particular ponen en su trabajo. Ponen todo de ellos para que los perritos sean los mejores. Es mágico tanto El vínculo entre los perros y la familia educadora como el que creáis vosotras dos partiendo de cero. Es muy profundo emocionalmente.
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