11 de enero 2019
Fechas que marcan la diferencia
Y es que si a Kenzie me la dieron un 11 de marzo de 2009, el
destino ha querido que ahora fuera a buscar un hermanito peludo para ella
también en un día 11, pero en esta ocasión de Enero. Así que no podía empezar mejor el año que yendo
en búsqueda de un nuevo perro guía. Y es que cuando Kenzie se jubiló, enseguida
solicité un nuevo perro guía, ya que estoy muy acostumbrada a moverme con perro,
y creo y espero que un peludo joven en casa le puede venir bien a Kenzie.
A pesar de que yo tenga resto visual, el hecho de tener dque
volver a utilizar el bastón, tal y como conté en Volviendo a los orígenes para mí no ha sido fácil dejar a la peluda
en casa y tener que volver a utilizar el bastón. Sea como sea, cuando estaba de
Luna de miel en Mauricio recibí un correo electrónico, en el que me convocaban
para un curso de perro guía en Rochester, Leader dogs for the Blind, misma escuela
en la que vine a buscar a Kenzie.
Así que el día 11 de enero con toda la pena de mi corazón me
despedí bien temprano de Kenzie y Carlos me acompañó a Sants Estación, para
poder coger un tren con dirección a Madrid. Allí en Atocha había quedado un
poco antes de la hora de encuentro con María, la intérprete que vino conmigo a
Rochester diez años atrás, no estuvimos mucho tiempo, kpero lo justo y
necesario para recordar y sobre todo para ponernos al día. La verdad es que me
hizo mucha ilusión verla, sobre todo por anclar el pasado con el presente en
una experiencia que me trae tantos recuerdos.
Después empezaron a llegar compañeros de otros puntos de
España, cuando ya estábamos todos los que tenían que llegar al punto de
encuentro de Atocha, nos llevaron a la Fundación ONCE del perro guía. Allí había más compañeros que habían llegado
por otros medios a la escuela. Una vez estábamos todos un instructor de la
escuela de Madrid, Juan, nos hizo una introducción y nos explicó que él será
nuestro instructor de referencia en España. Después de una charla, vinieron el coordinador
de los grupos y la directora de la escuela, para que nos presentásemos y
explicar cómo estaba la situación, cuántos perros al año se entregan y el hecho
de que al año entreguen 24 perros guía provenientes de EEUU se debe a que hay
un convenio con el patrocinador: Club de leones. Remarcó la gran labor que realizan las
intérpretes que nos acompañan, en esta ocasión las traductoras son voluntarias
de Cruz Roja, una de ellas es la tercera vez que repite la experiencia.
Después fuimos a comer todos los compañeros y las
intérpretes. Por la tarde, sin charlas y sin nada que hacer en la FOPG sirvió
para conocer a los compañeros que viajarían conmigo a Rochester con el mismo
objetivo: la aventura de tener un perro guía.
Así pasó el día 11 de enero, con los nervios de conocer a
quien estará conmigo en una experiencia única que marca tanto.
Día 12 de enero un día que pasó volando
Y es
que el día 12 pasó sin darnos cuenta, como un abrir y cerrar de ojos, y es que
entre el madrugón para que nos llevasen la FOPG al aeropuerto, coger un vuelo
de Madrid a Paris, con las esperas y controles pertinentes…. En París tener que
esperar otro vuelo para ir hasta Detroit las horas de vuelo, las esperas, los
controles, la recogida de maletas, la ida de Detroit a Rochester, llegamos
cargados de maletas, mochilas y mucha ilusión a la escuela de Rochester, en la
que había estado diez años atrás.
Cuando
al llegar me dieron una tarjeta con el número de habitación, pensé que podría
ser la misma habitación que tuve una década atrás, pero al entrar me dí cuenta
que no era así, porque no reconocía la distribución. Pero cuando salí al park time,
zona para que los perros puedan hacer número 1 y 2, me dí cuenta que la que
tenía en aquella época tenía que ser la que tenía al lado. Ahora tengo la
habitación 25 y en aquella época tenía la 26, y al estar ahí fumando, con frío
y cansada, me emocioné al recordar que volvía a estar ahí, sin los compañeros
con los que estuve, sin Kenzie, pero volvía con un mismo objetivo que aquella
vez. Y aunque pueda parecer que no me
haga ilusión, porque ya no soy novata y no juego con el efecto sorpresa, puedo
asegurar que estoy nerviosa, con incertidumbre, con ilusión y esperando que
todo salga bien. Eso sí puede que esté un pelín más tranquila que aquella vez,
porque sé qué es un perro guía y sé que todo lo que me puede aportar es bueno,
y quizás kpor ello estoy más tranquila, porque sé lo que es. Pero eso no significa que al ser renovadora lo
vaya a tener más fácil, ya que he adquirido vicios, manías y cosillas que me
servían con Kenzie, pero ahora será un peludo totalmente diferente con un carácter
que no conozco, sin un vínculo creado y es como empezar de cero. Así que con una sonrisa y cansada me fui a
dormir.
Hoy
día 13 de enero , domingo
He vuelto
a redescubrir cómo son los desayunos en Estados Unidos, contundentes y bien
temprano. Después unos voluntarios nos han enseñado la escuela, para que supiéramos
movernos por las instalaciones, además de explicarnos enchufes, televisión y
demás tecnología que tenemos en la habitación. Ahora hay una televisión que es
accesibleun aparato que se llama Alexa que sirve para que te hable, que te diga
la hora, el tiempo, etc… aunque solamente lo hace en inglés, debe estar
configurado en ese idioma.
Justo
a la hora de comer ha venido un instructor directamente hacia mí, para
saludarme, y resulta que era Kevin, el mismo instructor que tuve hace 10 años,
quien me entrenó, quien me trajo a Kenzie, y quien formó parte de muy
importante de una experiencia que me cambió la vida. Me ha hecho mucha ilusón, me ha emocionado. Y
después de comer, me he enterado de porqué teníamos a dos intérpretes, u es que
nos dividen en 2 grupos: tres y tres. Y es que cada intérprete irá con un grupo,
con un instructor diferentes y por esas casualidades de la vida a mí me vuelve
a tocar con Kevin, la cual cosa me gusta, porque me gustó mucho como instructor. Y después de la primera
charla introductoria, de revivir momentos y presentarnos con él, en mi caso
ponernos al día, la clase ha llegado a su fin. Hemos tenido un poco de tiempo,
justo para poder hablar con Carlos, y ya cenar. Después al ser españoles lo típico
es hacer la sobremesa y la hemos terminado en la sala del piano, que es ya no
es lo que era, porque han quitado la moqueta, pero sigue siendo un punto de
encuentro y reunión.
Quería
haber escrito antes, más y mejor, pero el cansancio, la poca habilidad con el
jaws y lo que me ha costado configurar el wifi en el portátil, ya es todo un mérito.
Más
adelante ya tendré tiempo para editar y mejorar el post, pero no quiero perder la oportunidad de publicar
ahora que es todo reciente. Mañana tendremos que madrugar, como es normal por
aquí, y será uno de los últimos días sin perro, ya que el día de la entrega se
acerca: el miércoles será el gran día.
Intento
ir escribiendo, y si no a través de redes sociales con el #enbuscadeunperroguía
Nos
leemos!
Ojalá tengas una buena comunicación con tu nuevo perro guía . Seguro que sera así y te sentirás cómoda pronto.Un abrazo fuerte y Feliz vuelta a España
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarMe encanta leer tu post, dentro de 1 año ya podré solicitar mi propio perro y estoy deseando qeu llegue el momento, mientras tanto me impregno de estas lecturas tan interesantes.
Gracias por escribir sobre tu experiencia. Te leeré encantada
Muchas gracias por escribir este Post. Llevo en la lista de espera desde hace un año y tengo muchísimas ganas de que me convoquen para Rochester. Siento que llevo esperando a ese peludo desde antes incluso de que lo solicitara. Toda mi familia está expectante. Lo esperamos con ilusión y mucho amor. Posts como este hacen que sea más real, que pueda imaginarme que dentro de poco me tocará a mí. Espero que hayas disfrutado mucho de la experiencia
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